¡°David, el Gnomo¡¯ era una casta?a¡±
El Hematocr¨ªtico, autor infantil, pionero en Twitter y ahora guionista, no cree en la nostalgia que marca a parte de su generaci¨®n
En el confinamiento dej¨® de escribir porque ¡°no ten¨ªa humor¡±, pero ha vuelto ya a su habitual hiperproducci¨®n. Tiene dos series de libros infantiles en marcha, Max Burbuja y El bosque de los cuentos (en total suma 26 t¨ªtulos y m¨¢s de 100.000 libros ...
En el confinamiento dej¨® de escribir porque ¡°no ten¨ªa humor¡±, pero ha vuelto ya a su habitual hiperproducci¨®n. Tiene dos series de libros infantiles en marcha, Max Burbuja y El bosque de los cuentos (en total suma 26 t¨ªtulos y m¨¢s de 100.000 libros vendidos), una multitudinaria cuenta humor¨ªstica en Twitter y un flamante contrato como guionista en Los felices veinte (Orange TV). ¡°Soy muy ansioso, me gusta inventar¡±, dice con un pausado acento gallego Miguel L¨®pez (A Coru?a, 45 a?os), m¨¢s conocido como El Hematocr¨ªtico.
Pregunta. ?Qui¨¦n le llama Miguel?
Respuesta. Solo mis alumnos. Pero tras 20 a?os como maestro de infantil y primaria he pedido una excedencia. Como Hematocr¨ªtico he dicho no a muchas charlas, viajes... porque ten¨ªa cole. Y ya quer¨ªa probar a decir que s¨ª.
P. Daba clase en un concertado. Defi¨¦ndame la p¨²blica.
R. Mis hijas van [4 y 9 a?os]. Lo m¨¢s interesante es la libertad del profesorado. Pero en la concertada los profes no cambian tanto y haces m¨¢s equipo. Al ser una empresa necesitas ser competitivo, innovar para seducir a los padres. En la privada los maestros tambi¨¦n cambian a menudo porque pagan peor; los padres no suelen saberlo, con lo que les cobran deber¨ªan fichar a superestrellas y pagarles sueldazos.
P. ?Qu¨¦ echa de menos de dar clase?
R. A los ni?os. La ventaja es que como maestro siempre he tenido acceso al ni?o ¨²ltimo modelo. Al que acaba de salir. No te puedes apoltronar. Un ni?o de 2021 no se parece en nada a uno de 2012 o 2004.
P. ?En qu¨¦ no se parece?
R. Tendemos a pensar que est¨¢n atontados. Pero tienen unas capacidades brutales. Antes, con tres a?os eran beb¨¦s. Les cant¨¢bamos ¡°esto es el rojo¡±, ¡°el uno es un soldado¡±... Ahora, entre las guarder¨ªas y las tablets, llegan multiplicando.
P. ?Es mejor?
R. Diferente. Como tener electricidad. Es lo que hay. Si te gustaban las estrellas, es peor.
P. Una vez le preguntaron a Maurice Sendak (autor de Donde viven los monstruos), ¡°c¨®mo se inspira, ?tiene ni?os?, ?le gustan?¡±. ?l contest¨®: ¡°Fui uno¡±.
R. Yo siento que nunca dej¨¦ de serlo. En la sala de profesores tengo un poco el s¨ªndrome del impostor. En los recreos me vienen, ¡®Miguel, viste el trailer de Los Vengadores en el que Thanos no s¨¦ qu¨¦¡¡¯. Y me interesa much¨ªsimo. Son mi gente.
P. ?Profe enrollado, padre enrollado?
R. No existe una formula correcta de ser padre. La buena es la que te va bien.
P. Pues hay todo un negocio al respecto. Usted mismo tiene una columna sobre crianza en una revista masculina...
R. Esto funciona como los libros de autoayuda... Compras un libro sobre apego porque sientes que es para donde tiras, o uno tipo Estivill porque sabes que en el fondo eres un torturador en potencia [risas].
P. Vamos que usted durmi¨® poco.
R. Muy poco.
P. ?Controla lo que leen o ven sus hijas?
R. Intento negociar. A ellas les gusta La patrulla canina, una cosa atroz, as¨ª que les dejo verla mientras cocino si luego ponemos Wallace y Gromit¡ Pero estoy en contra de esos padres que dicen ¡°lo bueno es lo que se hac¨ªa antes¡±. Vivimos una edad de oro de la cultura infantil, series como Avatar, Teen Titans Go!, Hora de Aventuras¡ Nosotros ten¨ªamos David, el Gnomo que era una casta?a y La abeja Maya. Series que ya no furulan. Lo ¨²nico que sigue funcionando son los Looney Toons: Bugs Bunny, El Correcaminos...
P. ?Tampoco es nost¨¢lgico con los libros?
R. Fray Perico y El Pirata Garrapata fueron puntas de lanza. Pero cuando yo era ni?o la literatura infantil era b¨¢sicamente Bruguera: Rompetechos, Zipi y Zape, Superl¨®pez¡ Yo pas¨¦ de Mortadelo a Stephen King. Buscando libros con humor para mis alumnos descubr¨ª, con 30 a?os, autores como Janosch, Arnold Lobel, Dr. Seuss¡ Me habr¨ªan flipado de ni?o. Me cambiaron la vida, me llevaron a pensar: yo quiero hacer esto.
P. ?Todo es ahora mejor?
R. Antes los ni?os ¨¦ramos poco m¨¢s que el gato en casa. Ahora todo gira a su alrededor. Tampoco me parece natural este cambio de jerarqu¨ªa: el s¨¢bado, concierto, taller, cumple y tirolina... No tienen un momento para perderlo. No les ense?amos a aburrirse. Antes te llevaban a casa de tu t¨ªa y cuando preguntabas ¡®?qu¨¦ hago?¡¯, te dec¨ªan ¡®no tocar lo cojones¡¯. Y te buscabas la vida.
Antes los ni?os ¨¦ramos poco m¨¢s que el gato en casa. Ahora todo gira a su alrededor.El Hematocr¨ªtico
P. 146 mil seguidores en Twitter, c¨®mo se imaginan.
R. Escuchas ¡°35.000 espectadores en Riazor¡± y piensas, ¡®ostras yo ayer puse un v¨ªdeo y tuvo 250.000 visualizaciones¡¯. Sobre todo me siento orgulloso de haberlo conseguido desde Coru?a.
P. ?Recuerda el primer tuit que public¨® all¨¢ por 2009?
R. Algo tipo ¡°Ya estoy aqu¨ª!¡±. Yo ven¨ªa de FocoForo donde conoc¨ª a Nacho Vigalondo, Manuel Bartual, Noel Ceballos... Al principio era una cosa de amigos, pero hubo dos tsunamis, primero los periodistas, que convirtieron nuestras chorradas en noticia, y luego los pol¨ªticos, con sus agendas y su polarizaci¨®n.
P. Ya nadie dice tr¨®spido.
R. Tienes que saber capear las modas. El Hematocr¨ªtico del arte (donde pon¨ªa t¨ªtulos inventados a cuadros cl¨¢sicos) fue un pelotazo, tres libros, 500.000 seguidores en Tumbler... Pero un d¨ªa pens¨¦ ¡®ya he hecho muchas veces este chiste¡¯, y lo dej¨¦.
P. ?Guarda sus tuits?
R. Qu¨¦ va. Alguno de la ¨¦poca de tr¨®spido, pero es que joder, ¨¦ramos unos amigos de A Coru?a haciendo trending topic mundial todas las semanas.
P. ?Lo monetizaron, como se dice ahora?
R. Conseguimos un nombre y una reputaci¨®n que atrajo a medios, pero no directamente.
P. Ahora los streamers, gamers, instagrammers lo monetizan todo, tienen agentes...
R. Yo no tengo ni agente literario.
P. Por cierto, ?c¨®mo se hizo la cicatriz de la cabeza?
R. A mis alumnos les dec¨ªa que fue un tibur¨®n, pero fue un d¨ªa en casa de mi t¨ªa con cinco a?os: atraves¨¦ una puerta de cristal.
P. ?Le dijeron que no tocase los cojones y se veng¨®?
R. Se ve que no hab¨ªa quien me parara.