El chileno Benjamin Labatut, nuevo fen¨®meno editorial de Am¨¦rica Latina
Nominado a los premios anglosajones m¨¢s importantes, recomendado por el expresidente Obama, sus cuentos y ensayos exploran el momento en el que la raz¨®n y la locura se encuentran en un mismo lugar
Para el escritor chileno Benjam¨ªn Labatut, los libros son parecidos ¡°a los laboratorios de los cient¨ªficos locos o de los alquimistas, porque te permiten jugar con ideas sin la necesidad de que est¨¦n en estricta correspondencia con la realidad¡±. Uno de sus laboratorios m¨¢s intrigantes se llama Un verdor terrible, un libro de cinco cuentos sobre cient¨ªficos, publicado en abril del 2020 por Anagrama y un fen¨®meno editorial para un autor que no era muy conocido internacionalmente hasta hace poco: ha sido tra...
Para el escritor chileno Benjam¨ªn Labatut, los libros son parecidos ¡°a los laboratorios de los cient¨ªficos locos o de los alquimistas, porque te permiten jugar con ideas sin la necesidad de que est¨¦n en estricta correspondencia con la realidad¡±. Uno de sus laboratorios m¨¢s intrigantes se llama Un verdor terrible, un libro de cinco cuentos sobre cient¨ªficos, publicado en abril del 2020 por Anagrama y un fen¨®meno editorial para un autor que no era muy conocido internacionalmente hasta hace poco: ha sido traducido a 22 idiomas, y su versi¨®n en espa?ol va en la novena edici¨®n. Su versi¨®n en ingl¨¦s, en particular, ha sido finalista este a?o en la categor¨ªa de mejor libro traducido del premio Man Booker y el National Book Award, los premios m¨¢s importantes de la literatura anglosajona. Adem¨¢s, apareci¨® este verano en la lista de los libros recomendados por el expresidente Barack Obama.
¡°Francamente, me asombra mucho m¨¢s que haya tenido tanto ¨¦xito en espa?ol, porque me parece que el mundo anglosaj¨®n le presta un poco m¨¢s de atenci¨®n a estas tem¨¢ticas, o el menos el mundo europeo, donde ocurrieron la mayor parte de las historias que relato en el libro¡±, dice a EL PA?S Labatut, quien naci¨® en Rotterdam hace 41 a?os pero vive en Chile desde su adolescencia. ¡°Y tambi¨¦n me dediqu¨¦ much¨ªsimo a la traducci¨®n, la revis¨¦ l¨ªnea por l¨ªnea, para que fuera mi propio libro, e incluso escrib¨ª el ¨²ltimo texto ¨DEl jardinero nocturno¨D en ingl¨¦s antes que en espa?ol. Eso s¨ª, yo no trato de explicarme el ¨¦xito. No me preocupo mucho de las reacciones de los dem¨¢s, ni de sus opiniones. Me entren¨¦ para escribir a espaldas del mundo, para tratar de encontrar mi propio valor, fuera cual fuera, y si ahora resulta que muchas personas se fascinan con el libro, me lo tomo como un halago, pero no le doy demasiada importancia. Puede que el pr¨®ximo no les interese en lo m¨¢s m¨ªnimo. La literatura no es un concurso de popularidad, es una caminata alrededor de un enorme agujero que se lo traga todo, y que me va a tragar a mi tambi¨¦n, tarde o temprano¡±.
Su pr¨®ximo libro, La piedra de la locura, ser¨¢ publicado en Espa?a por Anagrama el 20 de octubre, y llegar¨¢ a las librer¨ªas de Am¨¦rica Latina en noviembre. La piedra de la locura es casi una continuaci¨®n de las preguntas que rondan al anterior: preguntas por aquellos momentos en el que la raz¨®n y la locura se encuentran en el mismo lugar. ¡°La piedra de la locura y Un verdor terrible son intentos fallidos, profundamente fallidos, por poner en palabras experiencias e ideas que suelen rehuir la clasificaci¨®n, y que contradicen los sentidos comunes, porque hablan de cosas que, hasta el d¨ªa de hoy, nadie entiende, al menos no del todo¡±, dice el autor.
Los laboratorios literarios de Labatut
Un verdor terrible es un libro de cuentos que mezclan ficci¨®n y hechos reales, pero m¨¢s cercano a la filosof¨ªa de la ciencia que a la ciencia ficci¨®n. Son cinco cuentos sobre cient¨ªficos, todos brillantes, pero casi todos dementes.
Est¨¢ como personaje, por ejemplo, el astr¨®nomo Karl Schwarzschild, quien cambi¨® la historia de la f¨ªsica despu¨¦s de encontrar la soluci¨®n a la teor¨ªa de la relatividad de Einstein y prob¨® la existencia de hoyos negros ¨Dpero que muere en el cuento delirando en un hospital por la falta de sentido de la f¨ªsica moderna si sus teor¨ªas eran correctas¨D. Los cient¨ªficos pueden caminar ¡°son¨¢mbulos hacia el apocalipsis¡±, dice en otro de los cuentos sobre el brillante matem¨¢tico Alexander Grothendieck, cuyos ejercicios de abstracci¨®n desafiaron a las matem¨¢ticas puras pero lo llevaron tambi¨¦n al borde de la locura. ¡°Grothendieck quer¨ªa atrapar el sol en una mano, desenterrar la ra¨ªz secreta capaz de unir innumerables teor¨ªas sin ninguna relaci¨®n aparente¡±, escribe en el relato. ¡°De tanto ahondar en los fundamentos, su mente hab¨ªa tropezado con el abismo¡±.
¡°La ciencia es fuente de milagros y cat¨¢strofes, pero el impulso humano que busca m¨¢s y m¨¢s conocimiento es algo muy antiguo¡±, dice el autor sobre su fascinaci¨®n con la raz¨®n y el delirio. Esta hambre de conocimiento ¡°corre muy hondo por lado luciferino de nuestra naturaleza, sin el cual ya nos habr¨ªamos extinguido, pero que tambi¨¦n nos sale muy caro, porque cada nuevo saber abre una nueva herida¡±.
Otra de esas heridas, adem¨¢s de la locura, puede ser catastr¨®fica para el planeta. Cuenta el primer cuento la historia de Fritz Haber, qu¨ªmico alem¨¢n y jud¨ªo, ganador del Premio Nobel de Qu¨ªmica en 1918 y el primero en extraer nitr¨®geno del aire. Pero Haber tambi¨¦n fue el padre de la guerra qu¨ªmica en la primera guerra mundial y, dice el cuento, su esposa ¡°lo acus¨® de haber pervertido la ciencia al crear un m¨¦todo para exterminar humanos a escala industrial¡±. Fritz la ignor¨® y ella se suicid¨® con un rev¨®lver. ¡°Para ¨¦l, la guerra era la guerra y la muerte era la muerte¡±, explica el libro. Haber muri¨® en 1934 pero antes cre¨® un pesticida utilizado en los campos de concentraci¨®n de Hitler, y ¡°el pesticida que ¨¦l hab¨ªa ayudado a crear ser¨ªa utilizado por los nazis en sus c¨¢maras de gas para asesinar a su media hermana, a su cu?ado, a sus sobrinos, y a tantos otros jud¨ªos¡±.
Los delirios y excesos de los cient¨ªficos fueron evidentes en la primera parte del siglo XX y durante la Guerra Fr¨ªa, pero en los ¨²ltimos a?os los l¨ªderes de la ciencia moderna han sufrido otras amenazas a su credibilidad que tambi¨¦n son peligrosas: ataques a bi¨®logos o qu¨ªmicos por los grupos antivacunas o los que a¨²n, contra toda evidencia, niegan el cambio clim¨¢tico. Pero la literatura de Labatut, si bien no hace apolog¨ªa de la ciencia o de los cient¨ªficos, tampoco es conspiracionista. Sus obras no debaten aquellos descubrimientos que se han probado m¨¢s de mil veces. Andan m¨¢s bien buscando el ¡°margen de error¡±, aquellos puntos donde la raz¨®n revel¨® sus l¨ªmites.
¡°La ciencia verdadera est¨¢ llena de dudas¡±, dice Labatut. ¡°No me parece que debamos confiar o creer en la ciencia, lo que debemos hacer es conocerla. Porque una visi¨®n cient¨ªfica de las cosas te obliga a considerar aspectos de la realidad que desaf¨ªan tu visi¨®n del mundo, que te vuelven ¨Dcasi sin que lo quieras¨D m¨¢s humilde, m¨¢s esc¨¦ptico, y m¨¢s despierto¡±.
La locura en clave personal
La piedra de la locura, su nuevo t¨ªtulo, explora en dos ensayos la obra y vida personal de m¨¢s cient¨ªficos, como el matem¨¢tico David Hilbert, y otros artistas, como los escritores Howard Phillips Lovecraft y Philip K. Dick. Pero tambi¨¦n es un libro mucho m¨¢s personal y aterrizado en crisis recientes. ¡°Hoy vivimos en el mundo de Dick, una pesadilla plural y demente en la cual nunca podemos creer del todo en lo que vemos, sentimos y escuchamos¡±, escribe Labatut sobre la inestable credibilidad que tienen las grandes narrativas actualmente, cient¨ªficas o sociales, y que tienen a buena parte de la poblaci¨®n en la incertidumbre. Cuenta el autor en este libro que despu¨¦s de publicado Un verdor terrible varias personas se acercaron para hacerle preguntas urgentes c¨®mo ¡°?Cu¨¢ndo dejamos de entender el mundo?¡± o ¡°?Alguna vez comprendimos la realidad?¡±.
Para responder, esta vez Labatut no se va solo a la historia de la ciencia a principios del siglo XX sino a la m¨¢s reciente: al estallido social chileno en el 2019, un momento en el que una narraci¨®n que la sociedad se hab¨ªa construido durante d¨¦cadas ¨Dsobre el desarrollo o el progreso econ¨®mico¨D erupcion¨®. ¡°Nadie ¨Dning¨²n pol¨ªtico, cient¨ªfico, l¨ªder social o artista¨D era capaz de explicar lo que estaba sucediendo¡±, escribe sobre la ira social del momento. Hab¨ªa tragedias sociales reprimidas que algunos hab¨ªan ya diagnosticado; pero la repentina metamorfosis social durante estallido que exig¨ªa un cambio radical inmediato, por un tiempo, no ten¨ªa direcci¨®n clara. ¡°A pesar de su enorme potencia, nuestra deslumbrante revoluci¨®n tuvo una cualidad muy especial: carec¨ªa de una narrativa central¡±, escribe Labatut.
?Qu¨¦ ocurre cuando la narrativa que han tejido durante d¨¦cadas las sociedades ¨Ddesde los cient¨ªficos europeos de principios del siglo XX hasta para la sociedad chilena del siglo XXI¨D se acaba? ?C¨®mo no sucumbir a la locura cuando se quiebran las historias que hemos creado para vivir?
¡°La ausencia de una narrativa central es una fuente de v¨¦rtigo, es algo que asusta hasta el m¨¢s valiente¡±, dice Labatut. ¡°Pero tambi¨¦n es un espacio de libertad absolutamente necesario y una gran oportunidad para que brote lo nuevo, lo inesperado y lo milagroso¡±. Esta falta de una narrativa central podr¨ªa tomar distintos rumbos, seg¨²n el autor: que surja una nueva gran narrativa con sentido com¨²n; o que dominen perspectivas delirantes ¡°como el neopaganismo de los nazis¡±; o incluso ¡°que le entreguemos una buena parte de nuestra alma al sinsentido, quiz¨¢s armemos nuestra imagen del mundo en base a fragmentos que carecen por completo de narrativa o significado, como el horroroso contenido con que nos bombardeamos en redes sociales¡±.
El t¨ªtulo del nuevo libro est¨¢ inspirado en La extracci¨®n de la piedra de la locura, un hermoso cuadro de 1505 de Hieronymus van Aken, El Bosco, que est¨¢ en el Museo del Prado de Madrid. En este se ve a un cirujano con dos ayudantes que est¨¢ supuestamente extrayendo una piedra, la locura, en el cr¨¢neo de un hombre. ?Pero qui¨¦n es m¨¢s delirante en el cuadro? ?El paciente que pide ayuda? ?O el hombre que, como se pensaba en el medioevo, ve la locura como una piedra incrustada en el cerebro que puede ser sanada con una r¨¢pida cirug¨ªa?
¡°Yo no conozco la locura ni siquiera de lejos, pero desde ni?o siempre tuve la sospecha de que hab¨ªa algo fundamentalmente torcido, algo muy extraordinario justo por debajo de la piel de las cosas¡±, cuenta Labatut. Aunque en La piedra de la locura el autor habla de los delirios de artistas o cient¨ªficos, y de una curiosa bloguera que lo acusa de plagio, tambi¨¦n menciona brevemente las enfermedades mentales que vivieron personas m¨¢s cercanas a su familia (¡°Mi bisabuelo acab¨® en un manicomio. Mi abuela seguramente fue bipolar¡±, escribe). Su libro de 2016, Despu¨¦s de la luz, fue inspirado en una crisis personal en la que el autor experiment¨® una extra?a desconexi¨®n con la realidad. ¡°Un libro que no s¨¦ si volver¨ªa a publicar, especialmente ahora que soy conocido¡±, cuenta ahora Labatut. ¡°Pero que, para bien y para mal, me convirti¨® en el escritor y en la persona que soy ahora. Ese libro y esa experiencia cambiaron la forma en que leo, escribo y percibo el mundo¡±.
Los dos ensayos en La piedra de la locura son una reflexi¨®n profunda sobre c¨®mo podemos entender, y quiz¨¢s aprovechar, tanto ese espacio que llamamos locura como lo que llamamos raz¨®n. ¡°La raz¨®n no es nuestra ¨²nica facultad, y tampoco es la m¨¢s importante¡±, dice el escritor. ¡°El escritor argentino N¨¦stor S¨¢nchez (quien era esquizofr¨¦nico, hay que decirlo) lo expres¨® mejor que nadie: la verdad y la locura son s¨ªntomas de la misma enfermedad. Lo que a m¨ª me interesa realmente es esa enfermedad¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n