Luis Alberto de Cuenca, Premio Internacional de poes¨ªa Federico Garc¨ªa Lorca
¡°Tengo ganas de seguir escribiendo¡±, afirma el autor madrile?o, que acaba de publicar ¡®Despu¨¦s del para¨ªso¡¯, un centenar de poemas de amor y muerte marcados por la pandemia
Luis Alberto de Cuenca recibe por tel¨¦fono la noticia de que ha ganado el premio Garc¨ªa Lorca de Poes¨ªa por toda su trayectoria con ¡°ilusi¨®n¡± y con un comentario ir¨®nico: ¡°Se ve que estoy cumpliendo a?os¡±. Tiene 70 pero no pierde ni el entusiasmo ni el humor. Ni la capacidad de trabajo. El galard¨®n ¨Dcuyo palmar¨¦s comparte con autores como Jos¨¦ Emilio Pacheco, Francisco Brines, Ida Vitale o Yolanda Pantin¨D le llega justo cuando acaba de public...
Luis Alberto de Cuenca recibe por tel¨¦fono la noticia de que ha ganado el premio Garc¨ªa Lorca de Poes¨ªa por toda su trayectoria con ¡°ilusi¨®n¡± y con un comentario ir¨®nico: ¡°Se ve que estoy cumpliendo a?os¡±. Tiene 70 pero no pierde ni el entusiasmo ni el humor. Ni la capacidad de trabajo. El galard¨®n ¨Dcuyo palmar¨¦s comparte con autores como Jos¨¦ Emilio Pacheco, Francisco Brines, Ida Vitale o Yolanda Pantin¨D le llega justo cuando acaba de publicar un libro con m¨¢s de un centenar de poemas nuevos: Despu¨¦s del para¨ªso (Visor).
Escrito entre 2018 y 2021, el coronavirus estuvo a punto de conseguir lo que no hab¨ªa conseguido la edad. ¡°El confinamiento me dej¨® sec¨®. No era capaz de escribir una l¨ªnea¡±, explica. De repente, sin embargo, llegaron cuatro versos: ¡°Mensajera de bienes, vestida de hermosura / y cubierta de un manto de luz, flor de la sangre / que todav¨ªa fluye por mi cuerpo, te siento / viva en todos los actos de mi triste existencia¡±. As¨ª comienza Mientras duermo, poema ¡°locomotora¡± del libro entero, al que su autor aplica un adjetivo poco habitual entre los de su gremio: ¨²til. ¡°Claro que la poes¨ªa ha de servir para algo. A m¨ª me sirve leer la de otros y espero que a otros les sirva la m¨ªa. Yo tengo ganas de seguir escribiendo¡±.
De Cuenca es, con Pere Gimferrer, el segundo autor de la generaci¨®n de los nov¨ªsimos en obtener un galard¨®n destinado a reconocer toda la obra de autores de cualquier pa¨ªs de habla espa?ola. La reciente muerte de Antonio Mart¨ªnez Sarri¨®n y los continuos homenajes a los autores del 68 le permiten reflexionar sobre la aportaci¨®n de ese grupo a la historia de la literatura de la segunda mitad del siglo XX: ¡°Nuestro culturalismo neomodernista un tanto herm¨¦tico supuso una renovaci¨®n de la poes¨ªa de la posguerra. Esa fue la primera rebeli¨®n. La segunda consisti¨® en despojarse justo de todo ese ropaje para buscar nuevas v¨ªas de comunicaci¨®n con el lector¡±. ?l pas¨® del Rubic¨®n hacia la ¡°l¨ªnea clara¡± en 1985 con un libro emblem¨¢tico: La caja de Plata (Renacimiento), que recibi¨® el premio de la Cr¨ªtica, el primero de una serie de galardones que hoy culmina con el Garc¨ªa Lorca y que antes pas¨® por el Nacional de Literatura por Cuaderno de vacaciones (2014). Era el segundo nacional en su curr¨ªculum. El primero se lo llev¨® en 1989 por su traducci¨®n del Cantar de Valtario, una joya de la literatura latina medieval.
Fil¨®logo cl¨¢sico con plaza en el CSIC, miembro de la Real Academia de la Historia, exdirector de la Biblioteca Nacional y letrista de algunos de los grandes ¨¦xitos de la Orquesta Mondrag¨®n en los a?os ochenta, Luis Alberto de Cuenca habla con la misma devoci¨®n de los cl¨¢sicos grecolatinos que de Juego de tronos. Vio la serie ¡°entregado¡±, pero prefiere las novelas de George R. R. Martin: ¡°?Lo conoc¨ª en Avil¨¦s, en el Celsius, el festival de literatura fant¨¢stica! Es un gran tipo. Adoro a ese gordo. Me parece una s¨ªntesis entre el mejor Tolkien y Shakespeare. Mezcla como nadie la fantas¨ªa infantil de dragones con un an¨¢lisis psicol¨®gico profund¨ªsimo de las pasiones humanas¡±. Las mismas pasiones que recorren su propia poes¨ªa, empezando por el amor, el tema m¨¢s antiguo y dif¨ªcil. ¡°Soy consciente del peso de la tradici¨®n amorosa de la literatura, pero el tema es inagotable. Nos rodea. Por eso yo me apoyo en los helen¨ªsticos, en los provenzales y en mi favorito, Lope, que era un poeta dom¨¦stico. Como yo¡±.