Eur¨ªpides y la canci¨®n del verano
El gran 'best seller' de Luis Alberto de Cuenca, poeta y fil¨®logo, son sus letras para canciones
Entre la guerra de Troya y la guerra de las galaxias, ah¨ª ha estado siempre Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950). En su despacho del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, el poeta y fil¨®logo tiene a la vista una larga estanter¨ªa atiborrada de textos grecolatinos: los cl¨¢sicos azules de Gredos, los verdes de la colecci¨®n Alma Mater¡ A su espalda, un dibujo de Lorenzo Saval para el n¨²mero que le dedic¨® la revista Litoral y en el que se le ve al lado de Howard Hawks y John Wayne en formaci¨®n con los clones de Star wars. Al lado del dibujo, un calendario de Juego de tronos. ¡°?La sigues?¡±, pregunta como el que busca descubrir a un c¨®mplice. ¡°Yo s¨ª. Siempre me gustaron mucho las novelas de George R. R. Martin, que son todav¨ªa mejores que la serie¡±. Luis Alberto de Cuenca cumple este a?o cuatro d¨¦cadas en el CSIC, pero cuando habla de poes¨ªa, cine, c¨®mics o novelas policiacas parece volver a los 24 a?os que ten¨ªa cuando entr¨® como becario para hacer una tesis sobre Eufori¨®n de Calcis, un poeta griego del siglo III antes de Cristo. ¡°El G¨®ngora helen¨ªstico, para entendernos¡±, dice el escritor, que recuerda c¨®mo ten¨ªa que cambiar la cabeza de la m¨¢quina de escribir cada vez que pasaba del espa?ol al griego. La inform¨¢tica le cambi¨® la vida y ahora lo escribe todo a ordenador, incluidos los poemas. Acaba de publicar un libro de consejos a los j¨®venes nacido de una conferencia ¡ªLecci¨®n magistral (Plataforma)¡ª y un libro de versos ante cuyo t¨ªtulo ¡ªCuaderno de vacaciones (Visor)¡ª se apresura a aclarar que no los escribi¨® todos en agosto: ¡°Son m¨¢s bien el fruto de pasar a limpio ideas que me rondan todo el a?o y que escribo cuando desconecto¡±. Tiene, eso s¨ª, algo de divisa vital porque todo lo cuenta con entusiasmo: ¡°Es que yo escribo por placer, no por deber. No entiendo a los que sufren escribiendo. Si sufres, d¨¦jalo¡±.
?l acaba de terminar un estudio sobre el motivo de Putifar en la literatura y tiene entre manos una edici¨®n de El c¨ªclope, de Eur¨ªpides. Habla de ellos con la misma pasi¨®n que de la ¨²ltima pel¨ªcula de Jim Jarmusch ¡ª¡°Solo los amantes sobreviven, la de vampiros; su lenguaje me interesa¡±¡ª o de los tebeos de Brian the brain de Miguel ?. Mart¨ªn. ¡°El c¨®mic es un arte maduro; lo que los intelectuales llaman ahora novela gr¨¢fica, para los aficionados de siempre era un tebeo gordo¡±. Y dice intelectuales sin asomo de iron¨ªa, ¨¦l, que es acad¨¦mico de la historia y que ha sido premio de la cr¨ªtica de poes¨ªa, premio nacional de traducci¨®n, director de la Biblioteca Nacional y secretario de Estado de Cultura. Ser¨¢ por su faceta de letrista de rock. ?ltimamente Loquillo ha hecho canciones con sus poemas, pero antes trabaj¨® al rev¨¦s: ¡°Me tra¨ªan las maquetas en casete y yo escrib¨ªa sobre la m¨²sica¡±. Caperucita feroz, para la Orquesta Mondrag¨®n, lleg¨® al disco de platino en los a?os ochenta. ¡°?Un best seller!¡±, cuenta con una sonrisa. ?Y qu¨¦ dec¨ªan los eruditos que le rodeaban en el trabajo? ¡°Pues hac¨ªan co?a, claro¡±.
Caperucita Feroz. Orquesta Mondrag¨®n.
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