Yolanda Ramos: ¡°La ¡®Filomena¡¯ casposa sigue en Espa?a¡±
La actriz y c¨®mica cree que la televisi¨®n ha sido ¡°hip¨®crita¡± con los maltratadores
Como tantos en su profesi¨®n, Yolanda Ramos (Sabadell, 53 a?os) compatibiliz¨® el sue?o de ser actriz con todo tipo de trabajos: comprobar apuestas deportivas, vender mantas en Mallorca, bailar en un cabar¨¦... Hasta que un d¨ªa Jos¨¦ Corbacho acudi¨® al club de jazz donde ella era taquillera, le habl¨® de una prueba para el programa de humor Homo zapping y su vida cambi¨®. Rod¨® seis horas con Pedro Almod¨®var, del que no guarda buen recuerdo, para ...
Como tantos en su profesi¨®n, Yolanda Ramos (Sabadell, 53 a?os) compatibiliz¨® el sue?o de ser actriz con todo tipo de trabajos: comprobar apuestas deportivas, vender mantas en Mallorca, bailar en un cabar¨¦... Hasta que un d¨ªa Jos¨¦ Corbacho acudi¨® al club de jazz donde ella era taquillera, le habl¨® de una prueba para el programa de humor Homo zapping y su vida cambi¨®. Rod¨® seis horas con Pedro Almod¨®var, del que no guarda buen recuerdo, para Volver. La honestidad brutal, que dir¨ªa Calamaro, es marca de la casa.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha sacrificado por su vocaci¨®n? ?Cu¨¢l es la penitencia de hacer lo que le gusta?
Respuesta. Sobre todo, estabilidad. Emocional y econ¨®mica. En cuesti¨®n de d¨ªas, horas incluso, te crees la reina del mambo y una mierda como una catedral.
P. ?C¨®mo recuerda la primera noche en el cabar¨¦ El molino?
R. Ten¨ªa 25 a?os. Me pesaba mucho el gorro con plumas y los collares nos daban alergia; nos pas¨¢bamos el d¨ªa rasc¨¢ndonos. El n¨²mero que m¨¢s me gustaba era uno muy absurdo con Antonio Vargas, un hombre m¨¢gico que hac¨ªa chistes. Yo sal¨ªa con una capa, las tetas al aire y la pedrer¨ªa que picaba, y ¨¦l, que hac¨ªa de dise?ador, dec¨ªa: ¡°Soy Antonio Dupont, estas son tres putas y yo soy un maric¨®n¡±. Suena raro, pero a m¨ª aquello me fascinaba.
P. Escogi¨® Carmen, de Bizet, de m¨²sica para su striptease.
R. S¨ª. Hab¨ªa posado mucho para pintores y escultores y quer¨ªa hacer algo fino, art¨ªstico. La m¨²sica cl¨¢sica amansa a las fieras... Sal¨ªa con un mant¨®n de Manila. Era muy chulo. Casi no se me ve¨ªa nada.
P. Ha hecho mucha comedia, pero su vida no ha sido f¨¢cil.
R. Para transmitir algo tienes que fijarte mucho en los sentimientos porque, si no, solo llegas a unos pocos. Soy muy sensible, sufridora de nacimiento y a veces es un arma para poder hacer re¨ªr.
El gran problema de esta sociedad es que cuando quisimos ser madres, muchas est¨¢bamos en paro; la estabilidad llega tarde y el tiempo se acaba¡±
P. ?Por qu¨¦ revel¨® que toma pastillas contra la tristeza?
R. Para normalizarlo y que la gente no se sienta un bicho raro por eso. Porque no tomarlas cuando las necesitas es peligroso.
P. Tambi¨¦n ha compartido sus dificultades para ser madre, los abortos, los cinco procesos in vitro¡ ?Se sinti¨® incomprendida? ?Quiso ayudar a otras mujeres?
R. S¨ª. No quiero ir de Teresa de Calcuta, pero de esto apenas se habla y es el gran problema de esta sociedad: cuando quisimos ser madres, muchas est¨¢bamos en paro; la estabilidad nos lleg¨® tarde porque en este pa¨ªs el acceso a la vivienda, por ejemplo, es complicad¨ªsimo. Lo vas dejando, y llega un momento en que se acab¨® el tiempo. Intentaba quedarme embarazada y me sent¨ª incomprendida por mucha gente, pero tambi¨¦n encontr¨¦ ¨¢ngeles que me animaron. C¨®mo no iba a decirle a una mujer desesperada que me pasaba igual y que al final lo consegu¨ª. Somos una cadena.
P. Apoy¨® p¨²blicamente a Roci¨ªto cuando denunci¨® malos tratos. Dijo que usted tambi¨¦n hab¨ªa sido maltratada moralmente. ?C¨®mo?
R. Creo que muchas mujeres hemos salido mal preparadas de casa. Se habla mucho de las parejas, pero poco de los padres, madres o hermanos machistas. Parte de esa educaci¨®n que no deja ser a las mujeres como quieran ser, que piden que seas como ellos creen que deber¨ªas ser.
P. Telecinco despidi¨® a Antonio David Flores, el acusado del maltrato, cuando estren¨® el programa, no previamente, cuando escuch¨® por primera vez la denuncia. ?Es hip¨®crita la televisi¨®n?
R. S¨ª. Es hip¨®crita. Es un negocio, no una ONG. Era una buena jugada para ellos. Pero esto no viene de ahora. Recuerdo que con el maltratador de Carmina Ord¨®?ez, una productora ten¨ªa un programa en el que lo criticaban y otro en el que sal¨ªa como colaborador.
Sab¨ªa que Jos¨¦ Luis Moreno le deb¨ªa dinero a m¨¢s gente. Por eso lo dije. Anunci¨® una demanda, pero no la present¨®. No pod¨ªa¡±
P. En Paquita Salas es experta en redes. ?Sabe por qu¨¦ en Twitter la gente est¨¢ tan enfadada y en Instagram es tan feliz?
R. ?Es verdad! Creo que porque en Instagram se nos ve por fuera, con la foto, y en Twitter por dentro, con la opini¨®n. Yo al principio dec¨ªa, jol¨ªn, todo el mundo es feliz menos yo o soy la actriz m¨¢s fea. Luego descubr¨ª los filtros [r¨ªe].
P. Al recoger el premio Feroz en 2020 a la mejor actriz de reparto advirti¨®: ¡°Est¨¢ empezando a nevar caspa en Espa?a¡±. ?Ha parado?
R. No, la Filomena casposa sigue. Tiene que haber una revoluci¨®n contra partidos como Vox y m¨¢s all¨¢. Que si me preguntan por Almod¨®var y para m¨ª no signific¨® nada, lo diga y que se d¨¦ oportunidades a m¨¢s gente.
P. Fue muy comentado su enfrentamiento con Jos¨¦ Luis Moreno, cuando le reclam¨® 25.000 pesetas en directo. ?El tiempo siempre le da la raz¨®n?
R. Cuando se habla desde la verdad, s¨ª. Si me deben 25.000 pesetas a m¨ª lo aclaro con el productor y listo. Pero sab¨ªa que aquello era algo recurrente, que le hab¨ªa pasado a m¨¢s gente. Por eso lo dije. Anunci¨® una demanda, pero no me lleg¨® a demandar. No pod¨ªa.
P. ?Alguna vez ha estado a punto de tirar la toalla y renunciar a su vocaci¨®n?
R. S¨ª, pero me dura poco.
P. ?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez?
R. Hace poco, cuando me enter¨¦ de que una mujer ten¨ªa un cach¨¦ m¨¢s alto que yo en el mismo programa. Trabajar tantos a?os en algo es duro para cualquiera porque acumulas chascos, cansancio¡ Hay d¨ªas que me digo: ¡®quiero trabajar en una oficina¡¯. Luego me doy cuenta de que en la oficina acabar¨ªa subida a la mesa haciendo un mon¨®logo. La mierda de la vocaci¨®n.