Gonzalo Su¨¢rez: ¡°Hay pel¨ªculas cuyo realismo me huele a pies o a sobaco¡±
La manera de ser del artista halla su s¨ªntesis en ¡®Ala de tiniebla¡¯, una pel¨ªcula de diez minutos que le inspir¨® el cuento de su hija Anne-Hel¨¦ne, estrenada ayer en El Matadero
?Un novelista, un cineasta, un cronista de f¨²tbol, un boxeador? ?Un poeta? Gonzalo Su¨¢rez (Oviedo, 87 a?os) es un artista. A toda hora, en todas las disciplinas que practica, es un creador, alguien al que jam¨¢s lo han vencido ni la rutina ni el aburrimiento. Acaso esa manera de ser que domina su obra y su personalidad halla su s¨ªntesis en Ala de tiniebla, una pel¨ªcula de 10 minutos que cuenta con las voces de Ana ?lvarez, Charo L¨®pez y Jos¨¦ Sacrist¨¢n y que le inspir¨® ...
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?Un novelista, un cineasta, un cronista de f¨²tbol, un boxeador? ?Un poeta? Gonzalo Su¨¢rez (Oviedo, 87 a?os) es un artista. A toda hora, en todas las disciplinas que practica, es un creador, alguien al que jam¨¢s lo han vencido ni la rutina ni el aburrimiento. Acaso esa manera de ser que domina su obra y su personalidad halla su s¨ªntesis en Ala de tiniebla, una pel¨ªcula de 10 minutos que cuenta con las voces de Ana ?lvarez, Charo L¨®pez y Jos¨¦ Sacrist¨¢n y que le inspir¨® el cuento de su hija Anne-Hel¨¦ne, estrenada este s¨¢bado en la Cineteca del centro Matadero de Madrid. Adem¨¢s, la semana que viene recibe el homenaje del festival de Gij¨®n. El autor de Don Juan en los infiernos (cine) y de Literatura (Alfaguara, un volumen que recoge parte de su escritura) fue ayudante de Helenio Herrera en el Inter de Mil¨¢n, cronista y entrevistador en la revista deportiva Dicen, y en los a?os 60, dedicado ya al arte, deslumbr¨® a Julio Cort¨¢zar con su escritura y luego a Sam Peckinpah con su modo de relacionarse con el cine. Esta entrevista fue hecha en El Alabardero, al lado de su casa, cerca de la Plaza de Oriente.
Pregunta. ?Por qu¨¦ nunca escribi¨® poes¨ªa?
Respuesta. C¨®mo no. Todo el mundo ha escrito poes¨ªa, pero yo he sido muy p¨²dico. La he escamoteado a tiempo, o la he extrapolado. La poes¨ªa es como esas cosas que se posan donde quieren y que no se dejan tampoco gobernar f¨¢cilmente. Pero en cambio salen, las encuentras donde menos lo esperas, porque si delatas su existencia puede llamarse cursiler¨ªa. Aunque creo que hay una po¨¦tica, una emoci¨®n subliminal que est¨¢ en lo que escribo y en el cine.
P. ?D¨®nde la encontrar¨ªa ahora en la vida?
R. No se deja captar. La encuentro en amistades antiguas. Supongo que todos la percibimos en un momento dado.
P. ?D¨®nde la ve en su interior? Ha hecho con su hija Anne-Hel¨¨ne una pel¨ªcula que es un poema¡
R. Est¨¢ esa po¨¦tica que me gusta encontrar en el cine, generalmente en los finales de las pel¨ªculas, pero tambi¨¦n recuerdo finales de pel¨ªculas en los que ese sentimiento est¨¢ en la trastienda. Como un sabor. A veces brota, sale sola, no cuando la buscas.
Todo el mundo ha escrito poes¨ªa, pero yo he sido muy p¨²dico
P. En esa pel¨ªcula hay imagen y voz, sin acci¨®n. Es como un homenaje a su manera de ver. ?Cu¨¢l ser¨ªa la met¨¢fora que ha buscado todo el tiempo?
R. Creo que del cine (y con esto no quiero decir que pretenda cambiarlo) me estorba el concepto teatral del que no se ha desprendido. Se dice que hago un cine literario. Pues en cierto sentido. Me gustar¨ªa la confluencia no solo de la literatura y el cine, que esa est¨¢. Mientras est¨¦ sujeto a seres parlantes, el cine es teatro. La voz en off libera las im¨¢genes, puedes deslizarte por ellas y percibir al tiempo la m¨²sica, el color y hasta el acontecer. El cine, como todo, reclama que sea como la vida misma y es obvio que no es como la vida misma, por cuanto son im¨¢genes detenidas, fotograf¨ªas que, concatenadas, nos dan la impresi¨®n de ser lo ¨²nico que no podemos atrapar, el tiempo.
P. La vida misma. ?Qu¨¦ es la vida misma?
R. Ya no es ni un instante, pasa tan vertiginosamente. Con la edad se acent¨²a y eso es muy peligroso porque llega un momento en que no se puede contar.
P. ?C¨®mo ha vivido este tiempo?
R. ?El de la pandemia? Lo damos por pasado y parece ser que no, que no ha pasado. No s¨¦ si eso se para. Malditos virus. Me averg¨¹enza que haya quienes se opongan a las normas que la controlan. Igual que me asombra que haya gente que vaya a ver un volc¨¢n, para poder contarlo. Los ves en la tele: comentan y r¨ªen. Una especie de euforia. Me parece que el humor es el mejor de los sentidos, pero me asombran esas risas extempor¨¢neas que son como un poco defensivas.
Me gustar¨ªa que la realidad no estuviera tan seccionada. Lo que ahora a?oro es la acci¨®n, en el cine
P. Cuando se habla de usted en seguida se recuerda que naci¨® en el 34¡
R. ¡en el epicentro de la guerra, en Oviedo. Se bombardeaba. En el 34 y en el 36 fue el n¨²cleo de la revoluci¨®n minera. Nac¨ª en el 34, pero, claro, yo no era consciente de nada¡ En la guerra civil te met¨ªan debajo de la cama, ve¨ªas pies. La angustia de los pies que corren de un lado a otro, y acabas creyendo que el mundo es as¨ª. Luego eres m¨¢s consciente de la tristeza de la posguerra, que es lo que me toc¨® vivir.
P. ?Y en qu¨¦ tiempo estamos?
R. ?Con respecto al pasado? Pues, como dicen, ¡°virgencita que me quede como estoy¡±. No creo que nadie pueda ser pesimista sino parcialmente. Que el barco siga flotando en aguas turbulentas.
P. Se le ha escuchado protestar cuando hace cine y hablan de su literatura y viceversa. ?No ser¨¢ que usted hace met¨¢fora, arte de la met¨¢fora?
R. Pues s¨ª, desde luego. Yo creo que he tratado de huir. El arte viene cuando quiere, pero no lo encuentras. Tampoco me creo la reproducci¨®n de la vida en las pel¨ªculas. Es en todo caso el arte de la falsificaci¨®n, porque pretende ser lo que obviamente no es una pel¨ªcula. Hay pel¨ªculas muy buenas y me siento atrapado en ellas por su fuerza y realismo. Pero hay otras cuyo realismo me huele a pies o a sobaco¡ Me gustar¨ªa que el cine fuera una ventana a otro sitio, no s¨¦ a d¨®nde¡ Me contento con el humor.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s lo representa del arte que ha hecho?
R. Hay una especie de s¨ªntesis o confluencia, aunque parezca pedanter¨ªa. Literatura, cine. Me gustar¨ªa que la realidad no estuviera tan seccionada. Lo que ahora a?oro es la acci¨®n, en el cine. Tambi¨¦n en la literatura a?oro la acci¨®n, que la acci¨®n sea el efecto de la concatenaci¨®n. El cine me permite explayar hipot¨¦ticamente fuera de m¨ª lo que, en literatura, para empezar, se hace sentado. Y eso no me acaba de gustar. ?Preferir¨ªa que pudi¨¦ramos hacerlo corriendo! Ahora he hecho esta pel¨ªcula con el texto de Anne-Hel¨¨ne¡ F¨ªjate: puedo considerarlo como de lo mejor que he hecho. Claro, dura diez minutos. Hay cosas que s¨ª recuerdo. Como el final de Don Juan en los infiernos, que me gusta. Esa especie de Patinir, atravesar la laguna Estigia¡ O la muerte de Sterling Hayden en La jungla de Asfalto¡ Esas emociones me han llevado a¨²n m¨¢s all¨¢ del cine, me incentivaban el sentimiento¡
P. Usted es un poeta¡
R. Bueno, pero el poeta¡ No hay que olvidar que mi primera amistad de adolescencia fue con Claudio Rodr¨ªguez¡ Dec¨ªa que me parec¨ªa a Rimbaud y quien se parec¨ªa a Rimbaud era ¨¦l. Dejamos de vernos y nos reencontramos de mayores. ?l era el poeta, yo ve¨ªa a mi padre leer poes¨ªa mientras bombardeaban. Hab¨ªa unos armarios con cristal detr¨¢s de los que estaban aquellos libros que conten¨ªan alternativas a una realidad insoportable. Todo el mundo ha sido v¨ªctima de sus sucesos y de sus guerras. Sin embargo, en esos armarios de mi padre se alojaba lo que para m¨ª era la vivencia real¡ En realidad, yo no he encontrado nunca nada, ni siquiera ahora, sigo buscando. Y esta pel¨ªcula que he hecho con mi hija, o cualquier cosa que haga, es una b¨²squeda.