Sylvia Aguilar: ¡°Observar la basura es observar a la sociedad¡±
La escritora mexicana borda una novela sobre la vida en los vertederos de Ciudad Ju¨¢rez
Se dice que un libro te cambia cuando es bueno y, prep¨¢rense, porque el acto rutinario de tirar la basura ya nunca ser¨¢ igual despu¨¦s de leer el de Sylvia Aguilar, una joyita que sit¨²a como protagonista a una ni?a que habita en los vertederos de Ciudad Ju¨¢rez. La escritora mexicana de 49 a?os no solo ense?a escritura en la Universidad de Texas sino que adem¨¢s est¨¢ a la caza de autoras capaces de experimentar con la narraci¨®n y el activismo y borda un universo que no suele estar a...
Se dice que un libro te cambia cuando es bueno y, prep¨¢rense, porque el acto rutinario de tirar la basura ya nunca ser¨¢ igual despu¨¦s de leer el de Sylvia Aguilar, una joyita que sit¨²a como protagonista a una ni?a que habita en los vertederos de Ciudad Ju¨¢rez. La escritora mexicana de 49 a?os no solo ense?a escritura en la Universidad de Texas sino que adem¨¢s est¨¢ a la caza de autoras capaces de experimentar con la narraci¨®n y el activismo y borda un universo que no suele estar a la vista en Basura (Tr¨¢nsito).
Pregunta. ?Por qu¨¦ escribi¨® sobre basura?
Respuesta. Los vertederos son el resultado de la sociedad. Lo que adquirimos, lo que desechamos, qui¨¦n decide, las fechas de caducidad... Me di cuenta de que observar la basura es observar a la sociedad.
P. ?Y qu¨¦ es la basura?
R. Es todo. Todo lo que utilizamos, bebemos o vestimos es el capitalismo en el que vivimos. Somos lo que adquirimos y despu¨¦s de trabajar en el libro me resulta muy raro pensar qu¨¦ voy a soltar y qu¨¦ no. Me encuentro a m¨ª misma rascando los frascos antes de tirarlos.
Todo lo que utilizamos, bebemos o vestimos es el capitalismo en el que vivimos¡±
P. ?Y ahora tira cosas pensando que alguien lo aprovechar¨¢?
R. Dono mucho. No tiro comida y vivo con culpa si se estropea, tengo mayor conciencia. No es que quiera cambiar el mundo, que s¨ª quiero, pero s¨ª hacer una reflexi¨®n. Si saco un mueble ahora lo saco limpio y bien paradito para que tenga una segunda vida.
P. Sit¨²a su historia en la frontera. ?Qu¨¦ es para usted?
R. Hay un momento en Mafalda en que Felipito le dice: ¡°?Te imaginas que no existiera la distancia? Yo no estar¨ªa aqu¨ª¡±. Y en su cabeza est¨¢n Cassius Clay, los Beatles, el Big Ben¡ y se desmaya. Pienso mucho en eso cuando pienso en la frontera. Todo est¨¢ ah¨ª: gente de otros pa¨ªses, otras experiencias, idiomas, culturas¡ es un mundo en s¨ª mismo. Hay una separaci¨®n, cada vez m¨¢s dolorosa y complicada. Tienes ah¨ª Ciudad Ju¨¢rez, la ciudad m¨¢s peligrosa de Latinoam¨¦rica, y El Paso, que se vende al turismo como la segunda ciudad m¨¢s segura de EE UU y con la base militar m¨¢s grande. Y la mayor tasa de violencia dom¨¦stica tambi¨¦n. Todo esto va conformando la personalidad de quienes habitan y transitan por ah¨ª y pienso como Felipito: todo est¨¢ aqu¨ª, los males y los bienes de la sociedad contempor¨¢nea, querer cruzar y tener mejor vida en EE UU, pero tambi¨¦n las leyes antiaborto, las armas, el racismo, y adem¨¢s la solidaridad, las redes¡ Todo est¨¢ ah¨ª.
P. ?Se siente bien acogida en EE UU?
R. Me siento bien acogida en la frontera, en donde estoy. Y voy para 13 a?os. No siento que me qued¨¦ en EE UU, sino en la frontera. La frontera norte.
Me siento bien acogida en la frontera, en donde estoy¡±
P. ?Es peor ahora EE UU para el inmigrante?
R. Creo que s¨ª. Seguramente hay cierto confort, pero un confort que va a doler.
P. ?Se puede ser feliz en un vertedero?
R. Se puede no preguntarse si se es feliz o no. Lo aprend¨ª con Imre Kert¨¦sz en Sin destino, cuando relata que el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida fue un d¨ªa que sali¨® el sol y les dieron permiso para jugar al f¨²tbol, all¨ª en el campo de concentraci¨®n. En el vertedero es igual. Ah¨ª se vuelven hacendados del lugar, empiezan a montar cooperativas para procesar el pl¨¢stico, venderlo y poner alumbrado con el dinero. Hay momentos felices.
P. Tambi¨¦n pinta un prost¨ªbulo como un refugio para su protagonista. ?Cree que se puede abolir la prostituci¨®n?
R. A m¨ª no me gusta cuando deciden por mi cuerpo. Me gustar¨ªa pensar que es una decisi¨®n propia. Si no est¨¢s ofreciendo empleo y esta es mi manera de tener empleo y estoy bien, me parece que una deber¨ªa decidir qu¨¦ hace y t¨² garantizar que voy a estar segura, que si me golpean me vas a ayudar.
P. Alicia en el pa¨ªs de las maravillas es el referente de su protagonista. ?Por qu¨¦?
R. Porque tambi¨¦n entra en un agujero y logra sortear los problemas, negociar su lugar, conocer y aprender. Si Alicia reviviera ser¨ªa una ni?a que tendr¨ªa que velar por s¨ª misma. Es otra versi¨®n de Alicia.
P. ?Hoy Alicia vivir¨ªa en la basura?
R. Hoy Alicia dir¨ªa: esto no me parece, yo decido por m¨ª.
P. ?La basura es m¨¢s grande en la familia que en el vertedero?
R. Duele m¨¢s. Si alguien me agrede en la calle me voy a alejar, pero cuando es mi padre o hermano quien abusa de m¨ª es distinto porque habr¨¢ quien no tiene opci¨®n de salir. La violencia dom¨¦stica atraviesa lo que escribo y lo va a seguir haciendo porque es como la basura, nos dice much¨ªsimo de lo que somos como sociedad, lo que no hemos logrado ni vamos a lograr: establecer relaciones saludables.
La violencia dom¨¦stica atraviesa lo que escribo y lo va a seguir haciendo porque es como la basura, nos dice much¨ªsimo de lo que somos como sociedad¡±
P. ?Ense?a a escribir como terapia?
R. Es activismo, s¨ª. A estas alturas no pongo a leer a Hemingway (r¨ªe). Elijo lecturas de autoras de color, racializadas, LGTBI... Hay que traer al aula esas otras narrativas que tambi¨¦n dicen quienes somos.
P. La literatura para usted es activismo, entonces.
R. Totalmente, s¨ª. Ambos est¨¢n unidos y para m¨ª es muy importante que eso ocurra.
P. ?Cree que las mujeres al fin tienen un lugar en la literatura?
R. Creo que ya estamos llegando ah¨ª y lo que m¨¢s gusta es que somos quienes estamos apostando m¨¢s, quienes estamos poniendo sobre la mesa historias m¨¢s interesantes, tambi¨¦n en el lenguaje y en la forma. De pronto, las grandes exploraciones narrativas y po¨¦ticas las est¨¢n llevando a cabo las mujeres: Nona Fern¨¢ndez, Cristina Rivera Garza, Alia Trabucco, Marina Closs, Sara Uribe, Margarita Garc¨ªa Robayo, Claudia Salazar, Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara¡ Tengo mi mapa y estoy siempre a la caza de autoras que est¨¢n haciendo estas dos cosas: contando una historia pero tambi¨¦n abriendo una reflexi¨®n. Hay en ellas un activismo que no es panfletario, sino desde la inteligencia.