De c¨®mo Ricardo Gallardo, exitoso empresario del sector del mueble, se ha convertido en un afamado ganadero de toros bravos
El propietario del prestigioso hierro de Fuente Ymbro analiza el reciente pasado ruinoso de su marca taurina, su alentador presente y el incierto futuro
Ricardo Gallardo Jim¨¦nez (Villafranca de C¨®rdoba, 1951) tiene toda la pinta de ser un personaje singular: torero frustrado, exitoso empresario del sector del mueble, ganadero de reses bravas gracias a los beneficios obtenidos con la madera, propietario de Fuente Ymbro, ¡ªun hierro prestigioso y largamente premiado en la tauromaquia moderna; no en vano ha lidiado ya esta temporada en Las Ventas dos corridas y dos novilladas, y otras tantas tiene contratadas hasta octubre¡ª, casado con Mari Paz,...
Ricardo Gallardo Jim¨¦nez (Villafranca de C¨®rdoba, 1951) tiene toda la pinta de ser un personaje singular: torero frustrado, exitoso empresario del sector del mueble, ganadero de reses bravas gracias a los beneficios obtenidos con la madera, propietario de Fuente Ymbro, ¡ªun hierro prestigioso y largamente premiado en la tauromaquia moderna; no en vano ha lidiado ya esta temporada en Las Ventas dos corridas y dos novilladas, y otras tantas tiene contratadas hasta octubre¡ª, casado con Mari Paz, una mujer de profundas ra¨ªces religiosas y un alto concepto de la solidaridad, y padre de una hija que no heredar¨¢ el hobby paterno porque prefiere el trato con el mundo de los perros.
Ricardo Gallardo no ha perdido el semblante de hombre de pueblo ni el tono especial del habla de su localidad natal; dotado de una sobresaliente inteligencia natural y gran capacidad de trabajo, ha triunfado como empresario del sector del mueble, donde entr¨® por azares del destino en la d¨¦cada de los setenta, y en 20 a?os se ha hecho un nombre como ganadero de reses bravas. Tras la ruinosa pandemia, trata de recuperar el dinero perdido en los dos ¨²ltimos a?os y reconoce que no tiene nada claro qu¨¦ ser¨¢ de su ganader¨ªa a medio plazo.
¡°S¨ª, intent¨¦ ser torero, pero dur¨¦ muy poco¡±, comenta Gallardo, ¡°empec¨¦ en los tiempos de El Cordob¨¦s, estuve dando tumbos como maletilla un par de meses y ni siquiera llegu¨¦ a debutar con caballos; ser torero es una de las profesiones m¨¢s dif¨ªciles que hay en la vida, y yo no ten¨ªa valor ni para sostener un almanaque¡±.
Hijo de un matrimonio de emprendedores de los a?os cincuenta, ¡ªcriaron a su tres hijos con los ingresos de un olivar, un bar y una carreta que transportaba a los vecinos hasta la estaci¨®n de ferrocarril¡ª, Ricardo Gallardo entr¨® en el mercado del mueble por invitaci¨®n de un cu?ado suyo, del que se independiz¨® en 1978, y ah¨ª continua al frente de una de las empresas punteras del sector, con sede en la localidad gaditana de Chiclana y con implantaci¨®n en todo el territorio nacional.
¡°Los muebles me han permitido ser ganadero; hay quien prefiere comprar un barco, pero mi ilusi¨®n es criar toros¡±
¡°Ese negocio es el que me ha permitido ser ganadero, que es lo que m¨¢s me gusta¡±, confiesa Gallardo. ¡°Hay quien prefiere comprarse un barco o esquiar en los Alpes, pero mi ilusi¨®n era criar toros, y as¨ª soy feliz; debo reconocer que el toro me ha dado vida¡±.
Las primeras vacas y dos fincas -Fuente Ymbro y Los Romerales, situadas en el municipio gaditano de San Jos¨¦ del Valle- las pudo comprar en 1996, y gracias a su amistad con Borja Domecq, propietario de Jandilla, cre¨® su propia ganader¨ªa con sementales de procedencia de Juan Pedro Domecq.
¡°Mire, yo soy muy visceral¡±, enfatiza el empresario y ganadero. ¡°Cuando montamos el negocio de los muebles, mi mujer y yo estuvimos tres o cuatro a?os alejados del mundo y dedicados en exclusiva a trabajar para ahorrar y cumplir nuestro sue?o¡±.
Pregunta. ?Y qu¨¦ dice su esposa?
Respuesta. ?Mari Paz? Ella es muy alegre y tambi¨¦n aficionada. Transmite optimismo. Adem¨¢s, es muy religiosa y colabora con varios conventos de Medina Sidonia y Chiclana. En tardes importantes, como cuando lidiamos en Madrid, le pide a las monjas que recen para que los toros embistan.
P. Ustedes solo tienen una hija.
R. S¨ª, y no ha entrado en este mundo de los toros. Me acompa?a, pero lo que a ella le gustan son los perros.
P. Entonces, el futuro¡
R. He cumplido ya 71 a?os y tengo claro que, como mucho, me quedan otros diez. Pero estoy decidido a no dejarle a mi hija este problema; antes vender¨¦ o regalar¨¦ la ganader¨ªa. A¨²n no lo tengo decidido.
Fuente Ymbro (¡°en ¨¢rabe significa ¡®fuente de la mujer¡¯ porque en la finca hay un acu¨ªfero que cuando se llena derrama agua como una catarata y se asemeja a cuando una mujer rompe aguas antes del parto¡±, explica Gallardo) lidi¨® por vez primera en Las Ventas en 2002 y en poco tiempo alcanz¨® la fama de la que hoy goza.
¡°Creo mucho en la suerte¡±, afirma el ganadero. ¡°F¨ªjese si es as¨ª que mi hierro ganadero lleva una herradura, s¨ªmbolo de la buena fortuna, la G de Gallardo y una cruz por la religiosidad de mi esposa¡±.
Fuente Ymbro es una ganader¨ªa larga -cuenta con m¨¢s de 400 vacas de vientre- y el ganadero est¨¢ orgulloso de ello. ¡°No creo en las explotaciones cortas porque no te garantizan un resultado econ¨®mico viable¡±, aclara.
A causa de la reciente pandemia, Ricardo Gallardo cuenta esta temporada con m¨¢s de 200 toros y novillos listos para ser lidiados, lo que supone m¨¢s de 30 corridas que ya tiene vendidas.
P. ?Gana usted dinero con los toros?
R. Ganar, no, pero hasta que lleg¨® la pandemia no me hab¨ªa costado. No tiene ning¨²n sentido entrar en este sector con la intenci¨®n de obtener un beneficio econ¨®mico.
P. Ha repetido en distintas ocasiones que la pandemia fue para usted una verdadera puntilla.
R. La explicaci¨®n es muy simple. Si tu previsi¨®n es facturar 220 millones de pesetas al a?o y solo consigues ingresar 70 con los pocos festejos que se lidiaron, la carne de los muchos animales que envi¨¦ al matadero y la subvenci¨®n que me concedi¨® la Junta de Andaluc¨ªa, est¨¢s perdiendo 150 millones. Pero hay que a?adir un serio agravante: facturas menos, pero los gastos aumentan porque tengo m¨¢s animales que comen cada d¨ªa y debo mantener la misma plantilla de trabajadores.
¡°Me quedan 10 a?os; no s¨¦ si vender¨¦ o regalar¨¦ la ganader¨ªa, pero a mi hija no le dejar¨¦ este problema¡±
P. Una ruina¡
R. Una ruina total para todos los ganaderos. Y otro factor a tener en cuenta: las corridas que se lidiaron el a?o pasado se pagaron con una rebaja no superior al 50 por ciento de su valor. Por fortuna, los precios de 2022 se est¨¢n acercando a los que exist¨ªan antes de la pandemia, pero los costes de la crianza de un toro ha aumentado al ritmo de la inflaci¨®n: el pienso, por ejemplo, se paga hoy al doble que hace un a?o.
P. O sea que lo suyo es una locura.
R. Eso me dicen algunos amigos, que estoy loco¡
P. Menos mal que le quedan los muebles¡
R. El sector va bien en el contexto de la situaci¨®n econ¨®mica actual, pero la empresa exige que le dedique muchas horas. No me puedo permitir el lujo de prestarle m¨¢s atenci¨®n a los toros.
A pesar de todo, el verano de Ricardo Gallardo es fren¨¦tico; tiene muchos toros y novillos en la parrilla de salida, y las plazas de Espa?a y Francia son su parada y fonda. Mientras tanto, Mari Paz, su esposa, le sigue la corriente al tiempo que gestiona varios inmuebles propiedad de la familia, cuyos beneficios dedica a los conventos.
Creo que los tiene alquilados¡±, comenta jocoso Gallardo, ¡°pero yo le aseguro a usted que a¨²n no he visto un euro de esos pisos¡¡±
S¨ªguenos en Twitter