El verano combativo de Bianca Jagger
La situaci¨®n en Nicaragua, su pa¨ªs de origen, y la persecuci¨®n a miembros de la Iglesia enciende la oposici¨®n al r¨¦gimen de Ortega de la actriz desde su fundaci¨®n pro derechos humanos
Bianca Jagger a duras penas puede conciliar el sue?o este verano. Cuando en Londres le toca acostarse, Nicaragua, donde naci¨® hace 72 a?os, sigue imbuida en sobresaltos. En las ¨²ltimas semanas con una escalada de agresiones por parte del r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, vicepresidenta del Gobierno y esposa del dictador, a miembros destacados de la Iglesia Cat¨®lica. ¡°Desde hace a?os ha librado una implacable persecuci¨®n a periodistas, pol¨ªt...
Bianca Jagger a duras penas puede conciliar el sue?o este verano. Cuando en Londres le toca acostarse, Nicaragua, donde naci¨® hace 72 a?os, sigue imbuida en sobresaltos. En las ¨²ltimas semanas con una escalada de agresiones por parte del r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, vicepresidenta del Gobierno y esposa del dictador, a miembros destacados de la Iglesia Cat¨®lica. ¡°Desde hace a?os ha librado una implacable persecuci¨®n a periodistas, pol¨ªticos, campesinos, defensores de los derechos humanos, sacerdotes y obispos¡±, dice la activista. Contra estos ¨²ltimos se han redoblado los ataques. ¡°Digamos que estos ¨²ltimos d¨ªas la dictadura ha llegado al m¨¢ximo de tensi¨®n contra la Iglesia con una guerra abierta¡±, a?ade.
¡°No han sido los meses m¨¢s tranquilos de mi vida¡±, afirma. La ofensiva contra la Iglesia en su pa¨ªs le remonta. Ella es cat¨®lica: ¡°Nicarag¨¹ense por la gracia de Dios¡±, reza su cuenta de Twitter. La guerra abierta de Ortega y Murillo contra sacerdotes, monjas y obispos la ha movilizado intensamente. Pero no solo contra el r¨¦gimen. Tambi¨¦n contra ciertos responsables del clero. Denunci¨® la detenci¨®n del obispo Rolando ?lvarez en Matagalpa el pasado viernes 19. Es uno de los miembros de la Iglesia m¨¢s cr¨ªticos con el Gobierno de Ortega y Bianca Jagger apoya abiertamente en su decisi¨®n de quedarse en Nicaragua. Incluso ha llegado a pedir al Papa que no le obligue a irse al ser consciente de que los altos mandos de la Iglesia han querido convencerle de que abandone el pa¨ªs con discreci¨®n. ?lvarez se encuentra en estos momentos incomunicado: ¡°Entiendo la preocupaci¨®n del Santo Padre por su seguridad, pero deben respetar su decisi¨®n de no salir. Para m¨ª, es una voz prof¨¦tica, elocuente, muy poderosa. Y el pueblo de Nicaragua est¨¢ con ¨¦l¡±.
Tambi¨¦n ha aludido a la actitud de la Conferencia Episcopal de su pa¨ªs, presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, respecto al caso: ¡°Me sorprendi¨® que no condenaran el secuestro¡±, asegura a EL PA?S. Algo que ha lamentado tambi¨¦n desde su cuenta de Twitter: ¡°Me ha causado profunda tristeza y sorpresa el ver que ni la Conferencia Episcopal de Nicaragua ni su eminencia han emitido una declaraci¨®n condenando el violento secuestro de monse?or ?lvarez y de sacerdotes y laicos¡±.
En Nicaragua, dice Bianca Jagger, hay cerca de 200 presos pol¨ªticos. ¡°Muchos han sido torturados, como Dora Mar¨ªa T¨¦llez, la conocida como Comandante dos de la guerrilla sandinista. Otros han muerto misteriosamente, como Hugo Torres Jim¨¦nez, que fue general de las fuerzas armadas y al que denominaban Comandante uno¡±. La pareja que forman el dictador y su esposa, seg¨²n ella, no se detienen ante nada. ¡°No tienen l¨ªmite¡±, asegura la fundadora de la Bianca Jagger Human Rights Foundation.
Por eso anda continuamente alerta. ¡°No solo ante lo que ocurre en mi tierra de origen, tambi¨¦n ahora con lo que est¨¢ pasando con la invasi¨®n rusa de Ucrania, pendiente de la situaci¨®n de las mujeres en Afganist¨¢n o antes, muy beligerante contra el Brexit, por hablar de estos ¨²ltimos a?os¡±. Ella cuenta con una doble nacionalidad nicarag¨¹ense y brit¨¢nica. ¡°Boris Johnson y los que apoyaron esa decisi¨®n nos despojaron de nuestra condici¨®n de europeos¡±, denuncia.
Contra todo eso, brama su cuenta de Twitter. ¡°Escribo mensajes en ingl¨¦s, espa?ol, franc¨¦s y a veces portugu¨¦s tambi¨¦n¡±, comenta. Pero quien antes no dudaba en colocarse en primera l¨ªnea de frente ante muchos abusos, hoy debe hacerlo desde casa. ¡°Con el Covid me calificaron como persona vulnerable y llevo dos a?os y medio pr¨¢cticamente aislada¡±, afirma por tel¨¦fono desde su casa de Londres. Eso dificulta una de las claves de su trabajo. ¡°Ir a los lugares para dar testimonio. Ser testigos resulta fundamental para lo que hacemos. Una de las ¨²ltimas veces que pudo desplazarse fue precisamente a Nicaragua, en 2018. Lo hizo con Amnist¨ªa Internacional y la l¨ªder de esta asociaci¨®n en el ¨¢rea de las Am¨¦ricas, Erica Guevara Rosa. ¡°Hasta que pude, nunca deje de ir a mi pa¨ªs¡±. Y as¨ª fue como observ¨® el deterioro de un r¨¦gimen que ha conducido a sus gentes hacia la cat¨¢strofe.
Ya se lo advirti¨® su madre, Dora Mac¨ªas. ¡°Ella se desilusion¨® muy pronto con Ortega. Hab¨ªa sido una valiente opositora al r¨¦gimen de Somoza y apoy¨® el comienzo de la revoluci¨®n. Pero muy pronto se mostr¨® cr¨ªtica con ciertos comportamientos y en 1982 solicit¨® asilo en Estados Unidos¡±, cuenta Jagger. ¡°Lo que hab¨ªa ocurrido en Nicaragua fue producto de una insurrecci¨®n popular protagonizada por estudiantes, campesinos, obreros, empresarios y, por supuesto, los guerrilleros del sandinismo. Con el tiempo, los Ortega se fueron apropiando indebidamente de un alzamiento propiciado por todo el pueblo y las clases sociales. No fue la revoluci¨®n sandinista, como se conoce en todo el mundo, fue la revoluci¨®n nicarag¨¹ense¡±.
La actriz no compart¨ªa la muy temprana decepci¨®n de su madre respecto al nuevo Gobierno de Daniel Ortega cuando lleg¨® al poder. Ella viv¨ªa fuera del pa¨ªs y no llegaba a creer lo que le contaban desde dentro. Se moviliz¨® y opuso abiertamente frente a la pol¨ªtica de Ronald Reagan, que dio lugar a la llamada contra. Pero tambi¨¦n se entrevist¨® con miembros de ese grupo. ¡°Mi madre y yo discut¨ªamos mucho, pero al final tuve que reconocerlo. Llevo muchos a?os denunci¨¢ndolo abiertamente. Ortega es un traidor a todo aquello que en su d¨ªa pretendi¨® defender: un vendepatrias¡±.
La movilizaci¨®n es algo que Jagger lleva muy adentro. Desde peque?a fue educada en ello por su madre. Ella se separ¨® de su padre cuando Bianca ten¨ªa 10 a?os. ¡°Viv¨ª el estigma de ser hija de una mujer divorciada en los a?os sesenta en Nicaragua y eso nos marc¨®. Mi madre sufri¨® la discriminaci¨®n y la misoginia, algo que result¨® fundamental en mi formaci¨®n¡±. Aun as¨ª, Dora Mac¨ªas nunca se rindi¨®. ¡°Ella no ten¨ªa formaci¨®n acad¨¦mica pero se convirti¨® en una mujer muy pol¨ªtica. Desde muy pronto aprend¨ª a su lado la importancia de los valores democr¨¢ticos, la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente, la libertad de prensa. Fue mi inspiraci¨®n¡±. Tanto que la condujo a tomar la decisi¨®n de solicitar una beca para estudiar en el Instituto de Ciencias Pol¨ªticas de Par¨ªs, el famoso Sciences Po, del que han salido siete presidentes de la rep¨²blica francesa o doce jefes de gobierno de varios pa¨ªses.
Icono de la revoluci¨®n cultural de los setenta
Muy pronto compagin¨® una activa y comprometida carrera pol¨ªtica, siempre al margen y como contrapeso de poderes establecidos, con su faceta de int¨¦rprete. De mujer comprometida con la revoluci¨®n pol¨ªtica, pas¨® a icono de la revoluci¨®n cultural en los a?os setenta. Se cas¨® con Mick Jagger en 1971, tuvieron a su hija Jade ese mismo a?o y se divorciaron en 1979. Desde entonces, quien se llamara Bianca Perez-Mora Mac¨ªas de soltera no ha dejado su labor en pro de los Derechos Humanos.
Pese a las amenazas, las denuncias o, directamente, haberse jugado la vida en lugares como Honduras en 1981, mientras visitaba un campo de refugiados salvadore?os. All¨ª fue a atestiguar con una delegaci¨®n del Congreso estadounidense los desmanes e incursiones de los escuadrones de la muerte para realizar secuestros y se enfrent¨® a los paramilitares en el pa¨ªs centroamericano. O en Bosnia y Kosovo, donde se desplaz¨® para denunciar los cr¨ªmenes del ej¨¦rcito serbio en pleno conflicto de la guerra de los Balcanes. ¡°En esas dos ocasiones, debo admitir que tem¨ª por mi vida¡±. Aun as¨ª, jam¨¢s se ha rendido. Hasta hoy, cuando parece que al combativo verano de Bianca Jagger no le llega el descanso.