¡®Raja la alondra¡¯ y el riesgo de la esquizofrenia
Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia traspasa los l¨ªmites de la zarzuela con un espect¨¢culo experimental y libre
Por segundo a?o consecutivo El Instante Fundaci¨®n se entrega al universo alucinado de Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia. El a?o pasado fue una denominada ¡°zarzuela¡±, Se vende, la que embriag¨® los espacios de este viejo garaje convertido en una de las salas alternativas m¨¢s sugestivas de Madrid, y, en todo caso, la ¨²nica que se ha atrevido con el teatro musical sin red de seguridad. Su mentor, el citado artista pl¨¢stico Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia, se atrevi¨® a mostrar su otra cara a trav¨¦s de un heter...
Por segundo a?o consecutivo El Instante Fundaci¨®n se entrega al universo alucinado de Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia. El a?o pasado fue una denominada ¡°zarzuela¡±, Se vende, la que embriag¨® los espacios de este viejo garaje convertido en una de las salas alternativas m¨¢s sugestivas de Madrid, y, en todo caso, la ¨²nica que se ha atrevido con el teatro musical sin red de seguridad. Su mentor, el citado artista pl¨¢stico Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia, se atrevi¨® a mostrar su otra cara a trav¨¦s de un heter¨®nimo muy cercano, tanto como un segundo apellido, el misterioso J.M. Fern¨¢ndez Shaw, responsable de los libretos de la casa como manda la tradici¨®n. Entre ambos y la ayuda de un tr¨ªo de compositores c¨®mplices de renombre, David del Puerto, Jes¨²s Rueda y Javier Arias, el a?o pasado asombraron a los que se atrevieron a acercarse a los aleda?os de la antigua estaci¨®n de autobuses.
Esta segunda edici¨®n, Raja la alondra, t¨ªtulo enigm¨¢tico, prestado de Emily Dickinson, ten¨ªa un dif¨ªcil desaf¨ªo: si no superar, al menos dejar una estela de continuidad con aquel Se vende delirante. Para ello, Sicilia ha propuesto un viaje por la esquizofrenia, primero en su aspecto patol¨®gico, a trav¨¦s del testimonio de Scott Long, un americano que document¨® su delirio con v¨ªdeos que Sicilia trafica con su maestr¨ªa habitual en el manejo de la imagen, y gradualmente con un juego esc¨¦nico musical que interpreta el bar¨ªtono Xavier Mendoza, capaz de desdoblarse en dos, uno que canta en catal¨¢n y otro, en castellano. Poco a poco, el juego se complica y la dualidad aparece en un espacio que, al atravesarse, se convierte en dos ¨¢mbitos marcados por las banderas catalana y espa?ola. La dualidad gana gradualmente terreno: m¨²sica instrumental de corte atractivo y convencional enfrentada a una electr¨®nica poderosa, muy bien manejada por David del Puerto y su guitarra el¨¦ctrica. En suma, en este juego de contrarios, casi siameses, ?cu¨¢l es el lado sano y cu¨¢l el enfermo?
Raja la alondra
Dirección general, José María Sicilia. Libreto, J.M. Fernández Shaw. Músicas, David del Puerto, Jesús Rueda y Javier Arias. Xavier Mendoza, barítono. Ensemble Lilith. El Instante Fundación. Calle Palos de la frontera, 20, Madrid. 27 y 28 de septiembre.
Sicilia organiza muy bien sus bazas, y para el ojo y el o¨ªdo acostumbrados a la especulaci¨®n conceptual todo lo que asoma por el escenario teje un ¨¢rbol de significados altamente sugestivos. Eso s¨ª, para los que se crean que esto es algo como una zarzuela o una meta zarzuela, la irritaci¨®n no est¨¢ lejos. As¨ª fue siempre con la vanguardia y es m¨¦rito de este improbable equipo art¨ªstico recuperarla. Y, por supuesto, algo as¨ª, tan libre y tan ferozmente individualista no se va a ver en espacios domesticados, ya sea por la institucionalidad o por la necesidad de hacer caja y gustar al respetable.
Dicho esto, hay que se?alar que este Raja la alondra reduce en mucho la tensi¨®n de Se vende, la anterior ¡°zarzuela¡±. El despliegue musical es bastante m¨¢s moderado y se le notan algunos rasgos casi escolares, como la posici¨®n de un director musical en primera l¨ªnea del escenario, un jovenc¨ªsimo Aday Cartagena, que marca con la rigidez y la torpeza de un repetidor; y aunque parezca necesario para la adecuada concertaci¨®n, esc¨¦nicamente se sit¨²a como un pegote.
De todos modos, el sucinto quinteto musical y el bar¨ªtono Xavier Mendoza bordan admirablemente su cometido. Los tres compositores que colaboran en esta aventura, Del Puerto, Rueda y Arias, son demasiado buenos y eficaces como para fallar, un lujo para una aventura de este tipo. Pese a lo cual, el talento y el poder creador de Sicilia lo cubre todo y si algo se le puede reprochar a esta inusitada Raja la alondra es un desequilibrio entre fuerzas art¨ªsticas. Pero, para lo que ve en Madrid, esta experiencia es un chorro de ingenio y libertad que lo hace de obligada visita.