¡®Dilo alto y fuerte¡¯: el hip-hop marroqu¨ª busca su ¡®Fama¡¯

Dirigida por el franco-marroqu¨ª Nabil Ayouch, Dilo alto y fuerte (Casablanca Beats) transcurre en las aulas de un centro de ense?anza art¨ªstica situado al noreste de Casablanca, en Sidi Moumen, uno de los suburbios m¨¢s pobres de Marruecos. La pel¨ªcula ostenta el honor de ser la primera de su pa¨ªs en entrar en la selecci¨®n oficial del festival de Cannes gracias a una historia de superaci¨®n juvenil a trav¨¦s de la m¨²sica y la danza. ...

Dirigida por el franco-marroqu¨ª Nabil Ayouch, Dilo alto y fuerte (Casablanca Beats) transcurre en las aulas de un centro de ense?anza art¨ªstica situado al noreste de Casablanca, en Sidi Moumen, uno de los suburbios m¨¢s pobres de Marruecos. La pel¨ªcula ostenta el honor de ser la primera de su pa¨ªs en entrar en la selecci¨®n oficial del festival de Cannes gracias a una historia de superaci¨®n juvenil a trav¨¦s de la m¨²sica y la danza. En esta especie de Fama marroqu¨ª la historia de un profesor de rap y sus alumnos conforma un puzle musical y emocional por el que se cuelan los conflictos juveniles de un pa¨ªs marcado por la precariedad econ¨®mica, la radicalizaci¨®n religiosa y los ataques a los derechos de las mujeres. Sus personajes combaten esa marginalidad, de forma algo previsible e ingenua, a golpe de hip-hop y baile.

El director ha explicado que la pel¨ªcula recoge su propia experiencia (¨¦l se acerc¨® al cine y al teatro gracias a un centro educativo similar) pero, sobre todo, la del programa Positive School of Hip Hop de la escuela de Sidi Moumen. Ayouch empez¨® a asistir como oyente a unas clases que son el embri¨®n de un guion que recoge las canciones que los propios alumnos escribieron junto a su profesor. El rapero y actor marroqu¨ª Anas Basbousi es la figura central del filme. Un profesor que cumple al dedillo con el estereotipo del docente solitario y exigente y al que, pese a algunas pinceladas interesantes, le falta recorrido dram¨¢tico en su implicaci¨®n con un grupo de alumnos para los que sus clases lo son todo.

Pese al tono naturalista predominante, Ayouch introduce p¨ªldoras musicales artificiosas que tampoco acaban de funcionar. Mientras el baile de una de las alumnas en una azotea, enredada entre las cuerdas y las prendas de un tendero de ropa, consigue expresar el dolor que provoca una sociedad que amordaza a sus mujeres, el resto de los n¨²meros est¨¢n en general por debajo de ese logro. Con todo, lo mejor de Dilo alto y fuerte es su abierta sencillez y su fe en lo que cuenta.