La leyenda de Massimo Troisi, el impulsor de ¡®El cartero (y Pablo Neruda)¡¯, llega a la Berlinale
Un documental, estrenado en el 70? aniversario del nacimiento del c¨®mico italiano, ensalza la figura del tambi¨¦n cineasta, fallecido al d¨ªa siguiente de acabar el rodaje de su mayor ¨¦xito
El viernes 3 de junio de 1994, con una ambulancia a la puerta del plat¨®, Massimo Troisi acab¨® el rodaje de El cartero (y Pablo Neruda). Esa semana solo hab¨ªa filmado un d¨ªa m¨¢s, el martes, y el resto de las jornadas las hab¨ªa dedicado a grabar di¨¢logos de la pel¨ªcula que no se entend¨ªan por los ruidos en los rodajes en exteriores. El siguiente domingo, el 5, iba a ser hospitalizado. Necesitaba un coraz¨®n nuevo desde hac¨ªa meses. Sin embargo, hab¨ªa postergado el trasplante, priorizando un proyecto so?ado por ¨¦l desde hac¨ªa mucho. No lleg¨® a tiempo. ...
El viernes 3 de junio de 1994, con una ambulancia a la puerta del plat¨®, Massimo Troisi acab¨® el rodaje de El cartero (y Pablo Neruda). Esa semana solo hab¨ªa filmado un d¨ªa m¨¢s, el martes, y el resto de las jornadas las hab¨ªa dedicado a grabar di¨¢logos de la pel¨ªcula que no se entend¨ªan por los ruidos en los rodajes en exteriores. El siguiente domingo, el 5, iba a ser hospitalizado. Necesitaba un coraz¨®n nuevo desde hac¨ªa meses. Sin embargo, hab¨ªa postergado el trasplante, priorizando un proyecto so?ado por ¨¦l desde hac¨ªa mucho. No lleg¨® a tiempo. El s¨¢bado 4 de junio, Troisi, una leyenda del cine italiano a sus tan solo 41 a?os, fallec¨ªa en su casa de Roma.
El pasado domingo, 19 de febrero, Troisi hubiera cumplido 70 a?os. En Italia ese fin de semana las salas se volcaron con ciclos y homenajes. En su ciudad natal, N¨¢poles, la celebraci¨®n ha sido a¨²n mayor. ¡°All¨ª le consideramos el gran h¨¦roe¡±, explica el cineasta Mario Martone, napolitano tambi¨¦n de pro. Martone ha sido este a?o el representante de Italia en los Oscar con Nostalgia, pero durante la campa?a de promoci¨®n en Estados Unidos estaba m¨¢s atento al montaje de su documental Laggi¨´ qualcuno mi ama (All¨ª abajo alguien me quiere), un canto a Troisi y a su labor como cineasta. Adem¨¢s de c¨®mico, el napolitano dirigi¨® seis pel¨ªculas. Martone, que ha presentado el documental en una gala especial en la Berlinale, apunta en conversaci¨®n con EL PA?S: ¡°El cartero (y Pablo Neruda) hubiera sido su s¨¦ptima pel¨ªcula como realizador. Pero tuvo un presentimiento, intuy¨® su muerte. Por eso llam¨® a Michael Radford, al que hab¨ªa conocido cuando el ingl¨¦s le ofreci¨® el personaje protagonista masculino de Otro tiempo, otro lugar¡±. Troisi no pudo aceptar aquel proyecto porque se solapaba con otro de sus filmes, aunque sinti¨® cercanas su sensibilidad y la de Radford. Martone sabe bien lo que pas¨® en aquel rodaje: en aquel momento su pareja era la actriz Anna Bonaiuto, que encarnaba a la esposa de Neruda. ¡°Troisi se lanz¨® a rodar la pel¨ªcula sin red, enamorado del libro Ardiente paciencia, de Antonio Sk¨¢rmeta¡±, apunta. No le import¨® que el escritor chileno hubiera dirigido ¨¦l mismo otra adaptaci¨®n en 1983, y traslad¨® la acci¨®n desde Isla Negra a una peque?a y an¨®nima isla italiana (se rod¨® en el golfo de N¨¢poles). ¡°Hablaba de gente corriente, de poes¨ªa, de amor y de pol¨ªtica. Justo lo que le apasionaba¡±.
En Espa?a, Troisi es conocido por esa pel¨ªcula y por su participaci¨®n en ?Qu¨¦ hora es? (1989), de Ettore Scola, en la que encarna al hijo de Marcello Mastroianni. ¡°En mi pa¨ªs era uno de los c¨®micos m¨¢s populares y taquilleros¡±, recuerda Martone de un actor que hizo solo 13 pel¨ªculas (tres bajo la batuta de Scola) y una serie. Pero dej¨® un legado como director. ¡°Es curioso c¨®mo el personaje que construy¨® a lo largo de su carrera atraviesa las pel¨ªculas como los encarnados por Jean-Pierre L¨¦aud en el cine de Fran?ois Truffaut, otro director que muri¨® en lo mejor de su carrera. Troisi bebe de la nouvelle vague porque, como en el movimiento franc¨¦s, su cine gira alrededor de la vida, del amor, y de las cuestiones pol¨ªticas que afectan al ser humano¡±. ?Tan nuevo sonaba para los italianos? ¡°S¨ª, fue la primera voz de una generaci¨®n joven. Cuando en 1981 estrena Empezar desde tres, muchos sentimos que por fin sal¨ªamos en el cine. Obviamente, los cr¨ªticos viejos la atacaron. Es m¨¢s, en vida de Massimo solo se escribi¨® un libro sobre ¨¦l, y lo afrontan dos j¨®venes periodistas. El cine de Troisi habla de nuestra fragilidad, de nuestra incapacidad de hablar de ciertos temas y de madurar. Eso ¨¦ramos nosotros¡±.
Troisi siempre sufri¨® una salud delicada. ¡°Su aura as¨ª lo delata. La fragilidad que mostraba nac¨ªa tambi¨¦n de su cuerpo¡±, asegura Martone. En pantalla, el cantante Pino Daniele, fallecido en 2015, explica en una entrevista de archivo: ¡°Las almas de Chaplin y de Massimo compart¨ªan la misma sensibilidad¡±. Otro de los napolitanos m¨¢s famosos, Paolo Sorrentino, habla de su ¡°inmenso carisma¡± mientras en el documental se ve a Troisi y a Diego Armando Maradona, dos dioses locales, abrazados entre risas en un duelo de humildad: ¡°T¨² eres mejor que yo¡±; ¡°No, t¨² eres mejor¡±; ¡°No, t¨²¡±...
La primera vez que Martone y Troisi cruzaron sus pasos no fue ni en Italia: ¡°Coincidimos juntos en un festival en Montpellier. Estuvimos juntos en un restaurante, la cordialidad habitual y algo fr¨ªa, y a la vuelta al hotel, de repente entablamos una conversaci¨®n muy ¨ªntima. As¨ª era Troisi, un tipo reservado que escond¨ªa un gran calor humano, elegante y discreto a pesar de su popularidad¡±. Esa popularidad, cuenta Sorrentino en Laggi¨´ qualcuno mi ama, nac¨ªa de que ¡°defend¨ªa que la comedia estuviera al servicio de la exploraci¨®n de los sentimientos¡±.
En 1984, Roberto Benigni, otra de las grandes estrellas c¨®micas italianas, y Troisi se unen en Non ci resta che piangere. La dirigen los dos y la coescriben entre ambos y Giuseppe Bertolucci, que en otra entrevista de archivo (muri¨® en 2012), confiesa: ¡°Eran dos mundos c¨®micos completamente opuestos. Roberto se enra¨ªza en Giovanni Boccaccio, mientras que Troisi pertenece a una escuela m¨¢s sombr¨ªa, m¨¢s metaf¨ªsica¡±. ¡°Y lo incre¨ªble¡±, dice Martone en Berl¨ªn, ¡°es que encajan en esta historia de dos amigos de los a?os ochenta que un buen d¨ªa despiertan en el siglo XV, y el filme arrasa en taquilla¡±. Por mucho que Troisi renegara de s¨ª mismo como cineasta (en m¨²ltiples entrevistas, se esconde tras un ¡°Yo no soy director¡±), y que la cr¨ªtica tampoco lo valorara, para Martone ¡°Italia perdi¨® a un creador diferente, necesario para darnos voz y entender a una generaci¨®n¡±.
Vuelta a El cartero (y Pablo Neruda). ¡°Logr¨® su sue?o a costa de su vida. Sab¨ªa lo que hac¨ªa¡±, cuenta el cineasta. ¡°Lo curioso es que estrenada la pel¨ªcula, a cualquier recuerdo de Troisi le acompa?a la m¨²sica de Luis Bacalov, que se compuso despu¨¦s de su muerte, durante la posproducci¨®n. Respeto mucho a Radford, pero esa pel¨ªcula es tan de ¨¦l como de Massimo¡±. Aquella banda sonora gan¨® el Oscar, y Troisi fue candidato p¨®stumo a mejor actor y guion adaptado. Martone remata: ¡°?Le interesaban los premios? No s¨¦. Lo que s¨ª le habr¨ªa hecho feliz es ver como a¨²n hoy la gente ama a ese humilde cartero y su ansia de amor¡±.