Mucho m¨¢s que una ¡®rave¡¯ de folclore: las Mucha Muchacha revolucionan la danza espa?ola
La compa?¨ªa que irrumpi¨® en 2021 con un novedoso discurso esc¨¦nico se al¨ªa en su segundo trabajo con Los Voluble, m¨²sicos remezcladores de flamenco y electr¨®nica
Ana Bot¨ªa (Murcia, 28 a?os), Marina de Remedios (Almer¨ªa, 33), Bel¨¦n Mart¨ª Lluch (Mallorca, 28) y Marta M¨¢rmol (Murcia, 27) son cuatro mujeres que vivieron con 18 a?os lo que tantas otras viven a esa edad por los siglos de los siglos o desde que se pudo: la salida de una ciudad peque?a rumbo a la capital para adentrarse en un cosmos de posibilidades. Las suyas se enmarcan en la danza espa?ola, pero tambi¨¦n en unas cuantas consideraciones poco ligadas al cors¨¦ de la tradici¨®n: el descubrimiento, lo desprejuiciado, lo ind¨®mito¡ ¡°La danza espa?ola est¨¢ ...
Ana Bot¨ªa (Murcia, 28 a?os), Marina de Remedios (Almer¨ªa, 33), Bel¨¦n Mart¨ª Lluch (Mallorca, 28) y Marta M¨¢rmol (Murcia, 27) son cuatro mujeres que vivieron con 18 a?os lo que tantas otras viven a esa edad por los siglos de los siglos o desde que se pudo: la salida de una ciudad peque?a rumbo a la capital para adentrarse en un cosmos de posibilidades. Las suyas se enmarcan en la danza espa?ola, pero tambi¨¦n en unas cuantas consideraciones poco ligadas al cors¨¦ de la tradici¨®n: el descubrimiento, lo desprejuiciado, lo ind¨®mito¡ ¡°La danza espa?ola est¨¢ sujeta a un simbolismo y unos c¨¢nones muy r¨ªgidos y la apertura hacia algo menos ortodoxo se complica por la falta de herramientas en el entorno acad¨¦mico¡±, explican. Se toparon con ello ya en Madrid, en el Conservatorio Superior de Danza Mar¨ªa de ?vila, donde se conocieron y terminaron la carrera para pasar a otra cosa.
Eran un cuerpo de danza espa?ola, s¨ª, pero con la querencia de un espacio contempor¨¢neo que no les fue f¨¢cil encontrar. ¡°Necesitas saber qu¨¦ otras cosas eres y puedes ser, algo en tu cabeza hace click y lo que te serv¨ªa, ya no lo hace¡±. Conocieron a gente de aqu¨ª y de all¨ª, se empaparon de esto y lo otro y una nueva perspectiva les cay¨® encima como una certeza: ¡°Ey, quiz¨¢ podamos ser otra cosa¡±, se dijeron. Y la idea rom¨¢ntica de bailarina que las acompa?aba desde ni?as se vino abajo. Lleg¨® la insurrecci¨®n art¨ªstica, el rechazo a estereotipos femeninos, la necesidad de comunidad y la violencia esc¨¦nica de lo hermoso. Cuatro ideas que planean sobre su discurso con una apabullante claridad, poco frecuente en los primeros trabajos. Llegaron, adem¨¢s, unos cuantos premios por la pieza corta Volumen 1, con el que iniciaron su f¨¢bula coreogr¨¢fica y su andadura como compa?¨ªa: Mucha Muchacha.
Un discurso tan novedoso como s¨®lido
¡°Que nada nos defina, que nada nos sujete. Que sea la libertad nuestra propia sustancia¡±, dijo Simone de Beauvoir. Y a su amparo parece que extienden las cuatro mujeres de Mucha Muchacha su alegato esc¨¦nico. Con su primera obra de gran formato, titulada como el nombre de la compa?¨ªa y estrenada en 2021, pusieron sobre las tablas un homenaje a las Sinsombrero, mujeres artistas e invisibles de la Generaci¨®n del 27. La pieza irrumpi¨® con un discurso tan novedoso como s¨®lido, una peque?a gran revoluci¨®n esc¨¦nica con la que cosecharon diversos elogios acreditados y alguna escena memorable. Como una reinterpretaci¨®n feminista del haka maor¨ª, rito con el que la selecci¨®n neozelandesa de rugby arranca sus partidos.
Del 24 al 26 de febrero en el centro Conde Duque de Madrid y el pr¨®ximo 20 de abril en el Festival Internacional Dansa Val¨¨ncia se ver¨¢ Para cuatro jinetes, segundo trabajo del colectivo. Estar¨¢n acompa?adas por Benito y Pedro Jim¨¦nez, Los Voluble, m¨²sicos sevillanos y remezcladores de flamenco y electr¨®nica; juntos, convertir¨¢n la escena en toda una rave de folclore. ¡°Se trata de una rave como espacio para el rito, para la celebraci¨®n y el encuentro. Pero esperamos que se reciba como mucho m¨¢s que eso. Es una propuesta esc¨¦nica y corporal que galopa a trav¨¦s de la fuerza de cuatro mujeres que trabajan para construir algo juntas en comunidad¡±, aclaran.
Este trabajo, al igual que el anterior, tambi¨¦n cuenta con la mirada en forma de asesor¨ªa art¨ªstica de Celso Gim¨¦nez y Violeta Gil, miembros del colectivo teatral La Tristura con quienes vienen colaborando.
?C¨®mo se mueve la carne bailando folclore?
¡°En esta segunda obra hay una intenci¨®n de mantener esos cuerpos fuertes y poderosos, potentes y capaces, porque da nombre a la compa?¨ªa y porque necesitamos seguir investig¨¢ndolo¡±, cuentan. Y en esta l¨ªnea de lo corporal, surge una pregunta central que abarca buena parte del sentido de su trabajo: ?c¨®mo se mueven los cuerpos bailando folclore? ¡°Nos parec¨ªa muy interesante ver un cuerpo, despojado de todo el vestuario del folclor, vibrando. Se trata de poder decir todo lo que es un cuerpo sin el c¨®digo y los s¨ªmbolos de siempre en la danza espa?ola¡±.
Un par de artefactos, ¡°la cosa¡±, como llaman a la enorme mesa de trabajo de Los Voluble, tambi¨¦n bautizada como ¡°la nave espacial¡±, y un pandero gigante que concentra el amplio ideograma de la danza espa?ola las acompa?ar¨¢n en este trabajo ¡°salvaje, que cabalgar¨¢ los tiempos¡±, en lo que ya es el folclore del futuro.