Descubierto en una estela funeraria en Granada un nombre propio romano que significa ¡°cuidador de cerdos¡±
Los investigadores hallan la palabra Subulcus, de la que se conoc¨ªa su uso como sustantivo, empleada como patron¨ªmico
En julio de 2020, un agricultor de Domingo P¨¦rez (Granada), 50 kil¨®metros al norte de la capital, araba con un tractor en el campo cuando se encontr¨® con una piedra muy especial. Se trataba de una estela funeraria, el monolito en el que los romanos escrib¨ªan los nombres y otros detalles sobre las personas enterradas en el monumento f¨²nebre que por lo general hab¨ªa debajo. En este caso, era una l¨¢mina de piedra caliza con 12 l¨ªneas de texto que qued¨® guardada para su posterior restauraci¨®n y estudio en el ...
En julio de 2020, un agricultor de Domingo P¨¦rez (Granada), 50 kil¨®metros al norte de la capital, araba con un tractor en el campo cuando se encontr¨® con una piedra muy especial. Se trataba de una estela funeraria, el monolito en el que los romanos escrib¨ªan los nombres y otros detalles sobre las personas enterradas en el monumento f¨²nebre que por lo general hab¨ªa debajo. En este caso, era una l¨¢mina de piedra caliza con 12 l¨ªneas de texto que qued¨® guardada para su posterior restauraci¨®n y estudio en el Museo Arqueol¨®gico de Granada. En 2020, Eva Morales Rodr¨ªguez y ?ngel Padilla Arroba, profesores e investigadores del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada, acometieron la tarea sobre una pieza que, entre otros datos, muestra seis nombres, tres de hombres y tres de mujeres. La sorpresa surge en la tercera l¨ªnea, con el nombre de Quinto Pomponio Subulcus. La tercera palabra, Subulcus, es el cognomen, el nombre empleado de forma cotidiana para llamar a una persona y que pod¨ªa estar relacionado con su oficio. Nunca antes se hab¨ªa documentado Subulcus como nombre propio, aunque s¨ª existen referencias de su uso para denominar una profesi¨®n, cuidador de cerdos o porquero.
La estela funeraria est¨¢ fechada, explica Padilla, entre el siglo I y II, se encuentra en ¡°aceptable estado de conservaci¨®n, aunque con algunos desperfectos¡± y tiene un tama?o de 64 cent¨ªmetros de alto, 40 de ancho y 17 de profundidad. De las 12 l¨ªneas, algunas muestran erosiones o est¨¢n incompletas, aunque ofrecen datos interesantes. De la ¨²ltima, sin embargo, solo aparece ¡°el ¨¢pice de lo que pudieron ser las dos primeras letras de la misma¡±, explican los expertos, que creen que ese texto perdido reflejar¨ªa ¡°la f¨®rmula dedicada a indicar las dimensiones del monumento funerario donde se encontraba la inscripci¨®n o, quiz¨¢s, el nombre de quien se encarg¨® de sufragar el monumento¡±.
Los nombres romanos, detalla Padilla, est¨¢n formados por tres t¨¦rminos. Praenomen, el nombre propio o de pila, usado solo por los m¨¢s cercanos; nomen, nombre de la familia a la que se pertenec¨ªa, y cognomen, apelativo por el que se llamaba habitualmente a la persona y que, en ocasiones, correspond¨ªa a caracter¨ªsticas f¨ªsicas o la profesi¨®n de cada uno. En el caso de las mujeres, lo habitual eran solo dos t¨¦rminos, sin el nombre de pila. Pero los nombres romanos ofrecen mucha m¨¢s informaci¨®n de la que se puede imaginar. Por ejemplo, gracias a ellos, Padilla y Morales han podido determinar que los seis enterrados en Domingo P¨¦rez eran libertos, antiguos esclavos liberados. Adem¨¢s, al menos cuatro eran de la misma familia, de los Pomponia.
El personaje m¨¢s relevante de los seis, al menos desde el punto de vista de la historiograf¨ªa, es Quintus Pomponius Subulcus. Subulcus, explican los investigadores en un art¨ªculo que se publicar¨¢ a final de a?o en la revista Epigraphica, es una palabra que aparece recogida por Isidoro de Sevilla en sus Etimolog¨ªas con el significado de porcorum pastor (porquero). En ese caso, es un nombre com¨²n, la descripci¨®n del trabajo de una persona, pero no su nombre propio. Ninguna de las compilaciones o repertorios onom¨¢sticos publicados lo recogen con este sentido.
Padilla explica que este hombre, de 50 a?os, seg¨²n la piedra, fue originalmente un esclavo llamado as¨ª, Subulcus, porque se dedicaba a cuidar cerdos. Los esclavos, que mientras lo eran solo ten¨ªan un nombre, el que les pon¨ªa el due?o, adoptaban el patr¨®n romano habitual de los tres t¨¦rminos al convertirse en personas libres, una gracia que les conced¨ªa el due?o. En el caso de Subulcus, a?ade Padilla, adopt¨® el praenomen y el nomen de su exdue?o, Quinto Polonio, y mantuvo su apelativo de esclavo, convirti¨¦ndolo as¨ª en nombre propio, documentado ahora por primera vez.
La investigaci¨®n ha dejado datos interesantes tambi¨¦n sobre los otros miembros de la familia. El segundo nombre que aparece, Voconia Clara, probablemente otra liberta, tiene tambi¨¦n algo especial, pues es la primera menci¨®n documentada en la B¨¦tica de un miembro relacionado con esta familia, aunque s¨ª lo est¨¢ en otros territorios hisp¨¢nicos. El tercer nombre, Quinto Pomponio Clarano es, ¡°posiblemente, dada la diferencia de edad y a pesar de que no lo exprese en la inscripci¨®n un hijo m¨¢s que un hermano¡± del protagonista de la historia, y al igual que ¨¦l, ¡°un liberto¡±.
Otra de las inscritas en la estela funeraria es Sempronia Lalema, relacionada con una de las familias m¨¢s importantes de Roma, cuya presencia en Hispania est¨¢ contrastada desde los primeros momentos de su expansi¨®n por los territorios peninsulares, aunque es su primera menci¨®n en Granada. Este nombre es una de las se?ales de que los enterrados fueron esclavos en su origen. Padilla se?ala que ¡°en estos casos, el tercer elemento del nombre ten¨ªa procedencia griega u oriental, porque era all¨ª donde estaban los grandes mercados de esclavos¡±. Lalema es de origen griego y se refiere a una persona ¡°habladora¡± o ¡°charlatana¡±.
Tras el descubrimiento del agricultor no se han realizado nuevas investigaciones en la zona. Podr¨ªa ser que la piedra estuviera all¨ª porque alguien la hubiera llevado desde su sitio original para darle un nuevo uso, pero Eva Morales cree posible que ese fuera su sitio original. ¡°Perfectamente, podr¨ªa estar adscrita a un monumento funerario que a¨²n est¨¦ all¨ª¡±. Por lo tanto, se podr¨ªan encontrar all¨ª los enterramientos de esta familia Pomponia. Mientras tanto, como dice la transcripci¨®n en la ¨²ltima l¨ªnea legible (entre par¨¦ntesis lo que han completado los investigadores): h(ic) s(iti) s(unt) s(it) vob[(is) t(erra) l(evis)]. ¡°Aqu¨ª est¨¢n enterrados. Que la tierra les sea leve¡±.
Transcripci¨®n de los investigadores
D(is) M(anibus) S(acrum)
Q(uintus) Pomponius
Subulcusan(norum) LV
V oco(nia) C(ai) l(iberta) Clara
an(norum) XXXV
Q(uintus) Pomponi(us) Cla
ranus an(norum) XXIII
[Po]mponiaQ(uinti)l(iberta)Optataan(norum) LX
[Se]mpro(nia) Lalema an(norum) XXXV
[P]ompon(ius) Princeps an[--]
h(ic) s(iti) s(unt) s(it) vob[(is) t(erra) l(evis)]
Traducci¨®n
Consagrada a los Dioses Manes. Quinto Pomponio Subulco, de 50 a?os; Voconia Clara, liberta de Cayo, de 35 a?os; Quinto Pomponio Clarano, de 23 a?os; Pomponia Optata, liberta de Quinto, de 50 a?os; Sempronia Lalema, de 35 a?os; Pomponio Pr¨ªncipe, de ? a?os, aqu¨ª est¨¢n enterrados. Que la tierra os sea leve.