El Prado eleva a 70 las obras de sus fondos incautadas durante la Guerra Civil y el franquismo
La investigaci¨®n encargada por el museo al profesor Arturo Colorado halla el origen exacto de 10 piezas y publica im¨¢genes y los datos que ha podido averiguar del resto
Due?o y obra fueron separados. Y nunca m¨¢s se volvieron a encontrar. Las piezas terminaron incautadas durante la Guerra Civil y el franquismo. Y ahora aguardan en el Museo del Prado. Mientras, con el paso del tiempo, sus propietarios ¡°no lograron acreditar la propiedad, hab¨ªan fallecido, se encontraban exiliados, hab¨ªan sido represaliados o simplemente eran desconocidos por no haber quedado registrados sus nombres en las actas de incautaci¨®n¡±, se lee ...
Due?o y obra fueron separados. Y nunca m¨¢s se volvieron a encontrar. Las piezas terminaron incautadas durante la Guerra Civil y el franquismo. Y ahora aguardan en el Museo del Prado. Mientras, con el paso del tiempo, sus propietarios ¡°no lograron acreditar la propiedad, hab¨ªan fallecido, se encontraban exiliados, hab¨ªan sido represaliados o simplemente eran desconocidos por no haber quedado registrados sus nombres en las actas de incautaci¨®n¡±, se lee en el informe publicado hoy viernes por la pinacoteca. En el estudio, el Prado eleva hasta 70 ¡ªse detectaron 25 al principio¡ª las creaciones almacenadas en sus fondos que llegaron tras incautaciones en esos a?os convulsos. ¡°Se podr¨ªan sumar, tras una investigaci¨®n interna, 7 medallas y 89 dibujos cuya procedencia en origen es desconocida¡±, agrega el documento. A la vez, el Ministerio de Cultura y Deporte ha lanzado un portal online donde ir¨¢ compartiendo toda la informaci¨®n que logre recabar sobre bienes culturales incautados en esos mismos periodos.
En 10 casos, ha sido posible reconstruir el punto de partida exacto de la obra, ya fuera un lugar, como una iglesia en Guadalajara, o un nombre y apellido, como Gonzalo Rodr¨ªguez, que atesoraba en la calle Serrano 100, 1 derecha, en Madrid, dos cuadros de Francisco y Rodrigo de Osona. Y en otros dos casos al menos se conoce la direcci¨®n de la que sali¨® la pieza: Andr¨¦s Mellado 51, para La huida a Egipto, de Manuel de Castro, y Espalter, 2 para Retrato de se?ora, de Jos¨¦ Morillo y Ferradas.
Una vez que el Prado ha comunicado los resultados de su indagaci¨®n, queda en manos de los potenciales due?os y herederos reclamar, si lo consideran, la devoluci¨®n. Fuentes del museo relatan que la petici¨®n pasar¨ªa entonces ante la Abogac¨ªa del Estado, encargada de las averiguaciones correspondientes. As¨ª ha sucedido, de hecho, para las ¨²nicas dos piezas que han sido requeridas hasta ahora: Escena de majos y celestina y Asalto a la diligencia, ambas atribuidas a Eugenio Lucas Villaamil y pertenecientes a Pedro Rico, cuyos herederos las quieren de vuelta.
En cuanto a todas las dem¨¢s piezas detectadas, el informe, liderado por el catedr¨¢tico y profesor em¨¦rito Arturo Colorado, que investig¨® durante a?os el asunto tambi¨¦n en el libro Arte, bot¨ªn de guerra, incluye a lo largo de 76 p¨¢ginas datos e im¨¢genes de cada una, hasta donde ha sido posible averiguar. Aunque 23 se encuentran en un estado de conservaci¨®n que ¡°hace imposible su identificaci¨®n¡±. Se abre as¨ª la puerta a que otros investigadores o implicados contribuyan a aportar nuevos detalles o incluso alg¨²n propietario o heredero pueda reconocerlas e intentar demostrar que le pertenece. En el listado, figuran Retrato de caballero (esbozo), de Federico de Madrazo; Cabeza de mujer con mantilla blanca, de Joaqu¨ªn Sorolla; San Agust¨ªn meditando sobre la Trinidad, del taller de Rubens, Paisaje nevado, de Jan Brueghel el Joven, cuatro pinturas de Jos¨¦ Guti¨¦rrez de la Vega y Bocanegra y dos versiones de Amorcillos vendimiando de Fran?ois Boucher, entre otras. El Prado ha anunciado hoy viernes tambi¨¦n la exposici¨®n Obras incautadas. Un proceso abierto, que podr¨¢ verse hasta el 2 de mayo.
El documento destaca la importancia de distinguir entre dos incautaciones: ¡°Las obras enviadas para su conservaci¨®n a los almacenes de los museos del Prado y de Arte Moderno por la Junta del Tesoro Art¨ªstico republicana durante la guerra y las adscritas en dep¨®sito a ambos museos por el Servicio de Defensa del Patrimonio franquista en la posguerra¡±. Entre otras diferencias m¨¢s obvias, en el primer caso, que corresponde a 32 de las 70 piezas, el expediente sol¨ªa incluir el origen. Algo que no sucede con las otras 38, secuestradas durante la dictadura.
¡°La desinformaci¨®n se acentu¨® en la posguerra, debido a la gran cantidad de obras que el Servicio franquista deb¨ªa gestionar y a la decisi¨®n de no investigar esos or¨ªgenes sino sencillamente entregarlas a otros destinatarios, afectando esta di¨¢spora a las colecciones de los exiliados republicanos, de una colecci¨®n privada (hoy museo), de la nobleza, de particulares o de la Iglesia. Esta decisi¨®n, cuando los acontecimientos estaban muy cercanos ¡ªy, por lo tanto, los datos m¨¢s accesibles¡ª, tuvo consecuencias evidentes¡±, se lee en las conclusiones del informe. Es decir, se gener¨® tanta niebla alrededor de las creaciones que 80 a?os despu¨¦s se ha complicado notablemente la tarea de vislumbar toda la historia.
La investigaci¨®n afirma que ¡°durante la posguerra, el Servicio franquista [¡] despleg¨® una pol¨ªtica de desv¨ªo masivo de obras de arte hacia diferentes destinos. En unos casos, porque se desconoc¨ªa el origen de las piezas, pero en otros muchos porque pertenec¨ªan a colecciones de enemigos pol¨ªticos o sencillamente para beneficiar a instituciones o adeptos al r¨¦gimen¡±. Los estudios del profesor Colorado han permitido aclarar que los principales beneficiarios fueron los museos, con m¨¢s de 3.000 obras entregadas, seguidos por los organismos p¨²blicos, con 2.000 y la Iglesia, con una cifra muy parecida. Unas 600 piezas terminaron en manos de particulares. De ah¨ª que el documento concluya: ¡°Los a?os de la posguerra franquista supusieron la mayor di¨¢spora de obras de arte de la historia de nuestro pa¨ªs, con una reubicaci¨®n de miles de obras, cuando no de su desaparici¨®n¡±. Tal vez, ahora, alguna consiga volver a casa.