El bot¨ªn de arte perdido en la Guerra Civil
La mitad de las 17.000 obras recuperadas por los franquistas tras la contienda fueron entregadas a extra?os que no eran sus due?os o desaparecieron


Todo fue un aut¨¦ntico caos: decenas de miles de obras de arte ¨²nicas fueron distribuidas y ocultadas en almacenes, b¨²nkeres, cajas de seguridad y numerosos edificios de Espa?a, Suiza y Francia por los gobiernos de la Segunda Rep¨²blica de Largo Caballero y Negr¨ªn, adem¨¢s de partidos pol¨ªticos, sindicatos, comunidades aut¨®nomas, Ej¨¦rcito y polic¨ªas, para evitar que los bombardeos franquistas las da?asen o las destruyesen durante la Guerra Civil. No dio tiempo a poner a salvo alguna joya como El entierro del conde de Orgaz, del Greco, que termin¨® bocabajo y cubierta por unos colchones y sacos terreros en la iglesia toledana de Santo Tom¨¦, pero la mayor parte de las m¨¢s notables fueron recogidas y escondidas. Sin embargo, solo las que hab¨ªan sido incautadas por la Junta del Tesoro Art¨ªstico (JTA) republicana (unas 7.000) y en cierta medida por los Gobiernos vasco y catal¨¢n (235) estaban bien embaladas, protegidas, documentadas, fotografiadas y clasificadas. El resto (unas 10.000, escondidas por el sindicato anarquista FAI, el PSOE, las Brigadas Internacionales o Socorro Rojo) formaban un totum revolutum sin documentaci¨®n.
El libro Arte, bot¨ªn de guerra (C¨¢tedra, 2021), del catedr¨¢tico em¨¦rito de arte y comunicaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid Arturo Colorado, recoge cinco a?os de pesquisas de un nutrido grupo de expertos que han intentado localizar las obras perdidas o robadas, que calculan en m¨¢s de 8.000. Colorado est¨¢ ayudando actualmente al Museo del Prado a determinar qu¨¦ cuadros de su colecci¨®n pueden proceder de incautaciones de aquella ¨¦poca (de momento ha certificado 25), en l¨ªnea con los procesos de restituci¨®n puestos en marcha por muchas otras instituciones internacionales. ¡°La investigaci¨®n se par¨® por la covid, pero ahora la estamos recuperando¡±, explica el investigador.
Acabada la guerra, los franquistas crearon el infradotado econ¨®micamente Servicio de Defensa del Patrimonio Art¨ªstico Nacional (SDPAN) ¨Den los primeros a?os sus componentes ni cobraban¨D para devolver a sus aut¨¦nticos propietarios ¨Dp¨²blicos y particulares¨D las obras de arte que hab¨ªan podido recuperar en los lugares donde los republicanos las hab¨ªan guardado. El resultado final fue que de las 17.000 incautadas durante la Guerra Civil, 8.710 siguen desaparecidas o se ignora el nombre de sus due?os. Falsos arist¨®cratas, dirigentes del R¨¦gimen y aprovechados de todo tipo aseguraron ser due?os de piezas que no les pertenec¨ªan y arramblaron con cuadros, joyas, esculturas o tapices que eran propiedad de personas que hab¨ªan muerto en la guerra o huido al exilio. A veces se detectaba el enga?o y se paraba, otras se miraba para otra parte.

Colorado pone ejemplos de c¨®mo se devolvieron algunas piezas a personas ajenas: ¡°A m¨ª, el personaje que m¨¢s me fascina es el de la falsa marquesa de Arnuossa. Esta mujer, una tal Mar¨ªa Teresa ?lvarez y Herreros de Tejada, juraba por Dios y promet¨ªa por su honor que las obras que reclamaba eran suyas, a pesar de que est¨¢ contrastado que muchas de ellas pertenecieron a Jos¨¦ Sicardo, un militar republicano que resid¨ªa en la calle de Moreto 1, en Madrid¡±. La falsa marquesa ¨Dcuyo t¨ªtulo nobiliario no existe¨D ped¨ªa todo tipo de objetos (porcelanas, muebles, orfebrer¨ªa o cuadros), pero ten¨ªa especial predilecci¨®n por los materiales incautados por la CNT y la Agrupaci¨®n Socialista Madrile?a. Sab¨ªa perfectamente que no hab¨ªa documentaci¨®n.
La ficticia arist¨®crata hizo su agosto en 1940 cuando recibi¨® 72 conjuntos de piezas, incluido el cuadro de Goya Escenas de interior. Personas huyendo. ¡°Me pregunto c¨®mo pudo hacerlo si no es con el apoyo de los responsables del SDPAN¡±, inquiere Colorado, que da nombres y apellidos de todos los nobles que recibieron obras de arte ¡°en dep¨®sito¡±, la manera con la que se denominaba oficialmente una cesi¨®n cuando se desconoc¨ªa su propietario: el marqu¨¦s de Falces, el duque de Vistahermosa, el marqu¨¦s de Oquendo, el duque de Medinaceli, el conde de Romanones, la marquesa de Almansa... Cada uno de ellos fue agraciado con decenas de piezas que no hab¨ªan sido reclamadas por nadie, posiblemente porque su due?o estaba muerto.
Una falsa condesa recibi¨® un ¡®goya¡¯ y otras 72 piezas de due?os muertos o exiliados
Pero no fueron solo los nobles los que recibieron, seg¨²n Colorado, piezas que no eran suyas. As¨ª, un empresario catal¨¢n tambi¨¦n jur¨® por su honor que una imagen g¨®tica de la Virgen incautada le pertenec¨ªa. Cuando le exigieron pruebas, present¨® a dos testigos que juraron tambi¨¦n ¡°por su honor¡± ¨Dpara recuperar las obras de arte era necesario hacerlo¨D que ellos la hab¨ªan transportado en brazos hasta el almac¨¦n donde fue hallada. Los responsables del SDPAN se la concedieron con una ¨²nica condici¨®n: que se la trasladasen hasta la calle de la misma manera. Pesaba tres toneladas.

El libro de Colorado detalla que de las 8.710 piezas sin due?o, 597 terminaron en manos de particulares, 3.761 fueron a museos, 2.400 a la Iglesia y 2.330 a organismos de la m¨¢s diversa ¨ªndole. Pero, a veces, tras estos supuestos organismos se ocultaban, a su vez, particulares. Pone como ejemplo que el cuadro de Goya Vuelo de brujas, que pertenec¨ªa al nacionalista vasco Luis Arana, termin¨® en el despacho del ministro de la Gobernaci¨®n Ram¨®n Serrano Su?er, cu?ado de Franco.
El ministro Serrano Su?er ten¨ªa en su despacho un ¡®goya¡¯ del nacionalista vasco Luis Arana¡±
¡°Los principales beneficiarios en esos a?os de posguerra fueron los organismos oficiales, entre los cuales destacaban los ministerios, el jefe del Estado, el Ej¨¦rcito y la Falange; en este cap¨ªtulo habr¨ªa que incluir las cuatro entregas a Javier G¨®mez Acebo, agente del SPDAN y encargado de suministrar bienes a las residencias de Franco, los castillos de Vi?uelas y El Pardo¡±, escribe Colorado.
El catedr¨¢tico explica que no ha hallado ¡°ninguna normativa espec¨ªfica sobre las entregas a dep¨®sito, porque ten¨ªan car¨¢cter reservado, a fin de no dejar rastro de ello en los archivos¡±. La Ley sobre Represi¨®n de la Masoner¨ªa y el Comunismo de 1940 dej¨®, adem¨¢s, el camino libre para incautar los bienes republicanos, como fue el caso de la colecci¨®n del alcalde de Madrid durante la guerra, Pedro Rico, cuyas piezas Colorado ha localizado en diversos museos espa?oles y gobiernos civiles. ¡±Su colecci¨®n fue sencillamente diseminada¡±.

La biblioteca del escritor Pedro Salinas termin¨® en el Instituto de Ense?anza Secundaria Cervantes, en Madrid. Ten¨ªa unos mil ejemplares, algunos de los cuales estaban firmados por sus autores, entre ellos Marcel Proust, John Dos Passos o Henry de Montherlant.
Las entregas al Museo del Prado est¨¢n siendo las m¨¢s problem¨¢ticas de determinar ¨Dun total de 392¨D porque muchas salieron hacia otros destinos y, en algunos casos, se ha perdido el rastro. ¡°Este trasiego dificulta enormemente el estudio del devenir de las obras depositadas, ya que en el expediente de varias no se especifica ni el autor ni el t¨ªtulo¡±, afirma el catedr¨¢tico. Actualmente, la pinacoteca nacional est¨¢ intentando ¡°aclarar cualquier duda que pudiera existir sobre los antecedes y el contexto previos a que se produjera su entrada en las colecciones del Prado y, llegado el caso, y cumpliendo todos los requisitos legales, proceder a su devoluci¨®n a sus leg¨ªtimos due?os¡±, seg¨²n un comunicado que hizo p¨²blico el pasado 20 de septiembre. Entre ellas hab¨ªa procedentes de los talleres de Rubens, de Jan Brueghel el Joven, de Vicente L¨®pez, de Sorolla o de Benlliure.

Al Museo Arqueol¨®gico Nacional tambi¨¦n llegaron importantes colecciones, como una de 182 monedas de oro, florines de Pedro IV de Arag¨®n, de los Reyes Cat¨®licos, de Felipe V y de Carlos III. Precisamente el Arqueol¨®gico fue uno de los museos que m¨¢s sufrieron por las requisas de la Rep¨²blica. En noviembre de 1936, las autoridades se llevaron, sin orden ni concierto, 2.798 piezas de oro, seg¨²n los estudios del catedr¨¢tico de la Real Academia de la Historia Mart¨ªn Almagro. Terminaron en M¨¦xico, pero las desavenencias entre Indalecio Prieto, ministro de Hacienda, y el presidente Juan Negr¨ªn llevaron a su p¨¦rdida. Fueron fundidas o vendidas a coleccionistas norteamericanos. En el Museo de Artes Decorativas, por su parte, se dejaron en dep¨®sito numerosas obras, entre ellas 1.861 piezas de la colecci¨®n Weissberger. Cuando fue exonerado de ser enemigo del R¨¦gimen (era jud¨ªo) se le pagaron solo 800.
Entre los agraciados, Colorado tambi¨¦n se?ala la Fundaci¨®n General¨ªsimo Franco o Fundaci¨®n de Gremios, con 45 obras, incluidas pinturas y esculturas de los siglos XV al XIX. Estas piezas hab¨ªan sido incautadas durante la Guerra Civil por organizaciones enemigas del franquismo como la CNT, la Agrupaci¨®n Socialista Madrile?a y Socorro Rojo internacional. La m¨¢s importante era un an¨®nimo de la escuela alemana del siglo XVI titulado Merienda en el campo y que era propiedad de Alicia Forquignon, que viv¨ªa en la calle de Ayala 59. Colorado no ha encontrado el paradero del cuadro.
Una fundaci¨®n de Escrib¨¢ de Balaguer, creada en 1943, obtuvo 320 piezas incautadas entre 1936 y 1937¡å
La Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, creada por el fundador del Opus Dei, Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer, y que fue fundada en 1943, ya acabada la guerra, recibi¨® 320 piezas en dep¨®sito, de las que 80 eran pinturas, entre ellas Retrato de Caballero con manto rojo (siglo XVIII), Dolorosa al pie de la cruz, de Eduardo L¨®pez de Plano, y una Sagrada Familia que hab¨ªa sido resguardada en Ginebra (Suiza).

¡°El problema es que necesitamos seguir investigando para hallar m¨¢s obras. De muchas piezas no sabemos su paradero¡±, dice este catedr¨¢tico colaborador del Museo del Prado, que ya ha localizado 25 cuadros sin due?o en la pinacoteca nacional. ¡°Pero pueden ser muchos m¨¢s¡±, avanza. El pasado 2 de septiembre, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, hizo entrega a los descendientes del empresario vasco Ram¨®n de la Sota y Llano de dos de los cuadros que le fueron requisados en 1937. Se sabe que Serrano Su?er ten¨ªa su despacho ¡°decorado con muebles y cuadros magn¨ªficos de la familia De la Sota¡±. Luego, como en muchos otros casos, esas obras pasaron a particulares o a diversas dependencias del Estado, como Paradores Nacionales, donde se localizaron las pinturas devueltas a los De la Sota. Y es que unos se encuentran y otros no. Exactamente 8.710.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
