Sobre la educaci¨®n
Al escritor Rafael S¨¢nchez Ferlosio siempre le acompa?¨® la preocupaci¨®n (y la ira) por el modo chapucero con el que se colonizan las mentes de ni?os y j¨®venes por medio de las leyes de ense?anza
Alg¨²n d¨ªa alguna instituci¨®n reconocer¨¢ la ingente labor editorial que lleva a cabo Ignacio Echevarr¨ªa. Con erudici¨®n, minuciosidad y respeto por la figura editada, pone al alcance de los lectores textos que no son en absoluto f¨¢ciles de encontrar. Entre sus ¨²ltimas aportaciones est¨¢ la edici¨®n de los escritos de Canetti sobre Kafka y aquella de la que hoy voy a hablar: Borriquitos con ch¨¢ndal, una selecci¨®n de art¨ªculos de ...
Alg¨²n d¨ªa alguna instituci¨®n reconocer¨¢ la ingente labor editorial que lleva a cabo Ignacio Echevarr¨ªa. Con erudici¨®n, minuciosidad y respeto por la figura editada, pone al alcance de los lectores textos que no son en absoluto f¨¢ciles de encontrar. Entre sus ¨²ltimas aportaciones est¨¢ la edici¨®n de los escritos de Canetti sobre Kafka y aquella de la que hoy voy a hablar: Borriquitos con ch¨¢ndal, una selecci¨®n de art¨ªculos de Rafael S¨¢nchez Ferlosio ¡°sobre la educaci¨®n, la ense?anza y el deporte¡± (Debate, 2023).
A Ferlosio siempre le acompa?¨® la preocupaci¨®n (y la ira) por el modo chapucero con el que se colonizan las mentes de ni?os y j¨®venes por medio de las leyes de ense?anza. Llevamos ocho desde que se restaur¨® la democracia. En realidad, iba mucho m¨¢s all¨¢ de una mera protesta contra la tecnificaci¨®n pedag¨®gica y los manejos pol¨ªticos que acaban aplastando la inteligencia de los ni?os y los j¨®venes. De los adultos, nada hay que decir. Ya es demasiado tarde.
En esta muy recomendable antolog¨ªa ha reunido Echevarr¨ªa art¨ªculos dispersos, muchos de ellos inencontrables, si no es en los magn¨ªficos cuatro tomos de las obras completas (Debate). Aunque aqu¨ª se mencionan ¡°la educaci¨®n, la ense?anza y el deporte¡±, en realidad se habla de un asunto que es uno de los fundamentos del pensamiento de Ferlosio, la diferencia entre educar e instruir. M¨¢s propiamente: los procesos que nos han convertido en humanos. La pregunta a la que Ferlosio quiso responder una y otra vez es esta: ?c¨®mo, de qu¨¦ manera, mediante qu¨¦ instrumentos nos hemos arrancado a la naturaleza?, ?c¨®mo se ha producido la adaptaci¨®n a algo llamado ¡°humanidad¡±, que es enemigo de nuestro estado original?
En su pr¨®logo, menciona Echevarr¨ªa un art¨ªculo al cual Tom¨¢s Poll¨¢n, el m¨¢ximo experto en la obra de Ferlosio, se ha referido como la intuici¨®n germinal de la pregunta. Es un art¨ªculo de 1962 titulado Personas y animales en una fiesta de bautizo. Por cierto, si no tienen ustedes las obras completas, este texto germinal se encuentra en otra imprescindible antolog¨ªa de Ferlosio, tambi¨¦n editada por Echevarr¨ªa: P¨¢ginas escogidas (Random House, 2017).
Adem¨¢s de ser el mayor prosista espa?ol del siglo XX, en apretada compa?¨ªa de Juan Benet, es Ferlosio un fil¨®sofo e incluso podr¨ªa decirse, un fil¨®sofo presocr¨¢tico. Deber¨ªa ser estudiado y le¨ªdo en las facultades de filosof¨ªa m¨¢s que en las de literatura. As¨ª, por ejemplo, en nuestro caso, el problema de la ense?anza se plantea desde una perspectiva radical: los procesos que hemos ido estableciendo los humanos, a partir de la era moderna, para perderle el miedo a nuestro origen animal. Es decir, el desarrollo de una adaptaci¨®n ling¨¹¨ªstica que usamos con particular eficacia en la humanizaci¨®n de los ni?os para impedir que sean ellos mismos quienes descubran su fondo original. La educaci¨®n no persigue el conocimiento, sino la adaptaci¨®n.
La educaci¨®n es una coerci¨®n que busca asimilar todo lo que es ajeno a nuestra propia condici¨®n, ¡°un proceso de apropiaci¨®n social del ni?o por el medio¡±. Hist¨®ricamente es la invenci¨®n de las grandes industrias pedag¨®gicas, la televisi¨®n, el deporte, la publicidad y, aunque Ferlosio no lleg¨® a conocerla, la trama fat¨ªdica de las redes sociales. Un nombre, el de ¡°redes¡±, tan exacto como el de las ¡°cadenas¡± de televisi¨®n.
Una vez m¨¢s ha sido la t¨¦cnica la que ha ido disponiendo las invenciones y las m¨¢quinas necesarias para destruir lo que de originario pudiera quedar en los humanos y en el resto del planeta. Y esa ha sido la operaci¨®n adaptativa que nos ha distinguido. Aunque Ferlosio no lo mencione, la pulsi¨®n que lleva a dar un nombre propio a un reci¨¦n nacido es la misma que la imposici¨®n de Yahv¨¦ a Ad¨¢n cuando le orden¨® dar nombre a todos los animales y plantas del Ed¨¦n. Fue la primera adaptaci¨®n y la primera destrucci¨®n de la naturaleza humana.