Playa, turistas y comida: el fot¨®grafo Martin Parr retrata la M¨¢laga m¨¢s mundana

El 8 de septiembre de 2022, el fot¨®grafo brit¨¢nico Martin Parr (Epsom, 71 a?os) aterrizaba en M¨¢laga y su tel¨¦fono empez¨® a echar humo. Aquel d¨ªa falleci¨® la reina Isabel II y le llovieron los encargos para cubrir los acontecimientos posteriores en Reino Unido. Se neg¨®. Llevaba tiempo con ganas de volver a la Costa del Sol y una c¨¢mara en las manos. Dispar¨® a todo lo que dispara cualquiera que pasa unos d¨ªas en la zona, desde un espeto a un hidropedal, pasando por un chiringuito. ¡°Esto lo p...

El 8 de septiembre de 2022, el fot¨®grafo brit¨¢nico Martin Parr (Epsom, 71 a?os) aterrizaba en M¨¢laga y su tel¨¦fono empez¨® a echar humo. Aquel d¨ªa falleci¨® la reina Isabel II y le llovieron los encargos para cubrir los acontecimientos posteriores en Reino Unido. Se neg¨®. Llevaba tiempo con ganas de volver a la Costa del Sol y una c¨¢mara en las manos. Dispar¨® a todo lo que dispara cualquiera que pasa unos d¨ªas en la zona, desde un espeto a un hidropedal, pasando por un chiringuito. ¡°Esto lo podr¨ªa hacer cualquier turista, pero dudo que lo hagan. Lo que tendr¨ªamos es una colecci¨®n de selfis delante de sitios¡±, afirma con iron¨ªa Parr, que muestra un centenar de esas im¨¢genes, todas in¨¦ditas, en la exposici¨®n M¨¢laga Express, que se puede visitar en el Museo de M¨¢laga hasta el 30 de diciembre.

M¨¢laga es el escenario ideal para Parr. El lugar donde se encuentran algunos de sus temas favoritos, como el impacto del consumismo, del turismo de masas y el ocio con la identidad local y lo cotidiano. Justo lo que hace singular a un territorio como este. ¡°No soy un experto en M¨¢laga. Solo he sido esa persona que pasa unos d¨ªas en un sitio y que intenta capturar el mayor n¨²mero de cosas posibles para construir un retrato. Es solo mi interpretaci¨®n subjetiva¡±, subraya el fot¨®grafo por videollamada desde la sede de su fundaci¨®n en Bristol. All¨ª, con cierta impaciencia, asegura que la inmensa mayor¨ªa de sus fotograf¨ªas son malas. ¡°Es imposible que siempre sean buenas: tienes que estar en el sitio y el momento adecuado, encontrar algo que te guste e intentar capturar el esp¨ªritu. La fotograf¨ªa parece lo m¨¢s f¨¢cil del mundo, pero realmente es muy dif¨ªcil¡±, advierte el que fuese presidente de la agencia Magnum entre 2014 y 2017 ¡ªahora lo es la espa?ola Cristina de Middel¡ª y que hace unos d¨ªas asombr¨® por su cobertura del festival de Glastonbury.

La muestra malague?a se concibe casi como un muro de Instagram, con 104 im¨¢genes que conforman un mosaico a trav¨¦s de tres grandes tem¨¢ticas: ocio, comida y gente. Lo hace con su habitual mirada kitsch y el ya cl¨¢sico despliegue de colores brillantes realzados por un flash anular. Tampoco le preocupa demasiado el encuadre. A veces parecen im¨¢genes fruto de la improvisaci¨®n, como el retrato al alcalde, Francisco de la Torre, semiescondido tras una cortina. Hay otros personajes ¡ªdel actor Salva Reina a la bailaora La Chachi o el artista Javier Calleja¡ª pero la mayor¨ªa de fotos se centran en lo mundano, en el d¨ªa a d¨ªa de la clase media en la Costa del Sol.

Hay espetos, un plato de jam¨®n y la mesa de un chiringuito repleta de platos sucios ya vac¨ªos. Tambi¨¦n un burro-taxi en Mijas, un im¨¢n de nevera con forma de flamenca, dos mujeres con mantilla y tres aficionados con la camiseta del equipo de f¨²tbol local. A simple vista es un repaso a la red social de cualquier malague?o con cierto esp¨ªritu cr¨ªtico o un turista con incontinencia para apretar el bot¨®n de su m¨®vil. Pero una mirada pausada ayuda a descubrir las peque?as iron¨ªas captadas por el Parr m¨¢s antrop¨®logo, el que ha narrado, casi sin quererlo, c¨®mo el turismo de masas ha tomado la ciudad entre museos, playas abarrotadas y un mercado, el de Atarazanas, m¨¢s cerca de convertirse en atracci¨®n tur¨ªstica que de vender fruta y verdura a los vecinos del centro.

¡°Tiene la capacidad para resaltar los peque?os detalles de la identidad malague?a, la que permanece y resiste a todo. Habla de esa relaci¨®n entre turismo y poblaci¨®n, de c¨®mo cohabitan en un espacio com¨²n. Y lo hace sin moral ninguna, sin enjuiciar y de manera divertida¡±, afirma Juan Mar¨ªa Rodr¨ªguez, director del Instituto Andaluz del Cine y la Fotograf¨ªa, de la Junta de Andaluc¨ªa, que organiza la exhibici¨®n. Una narrativa formada por detalles que, por efecto del flash, como explica Rodr¨ªguez, ¡°siendo reales, a veces parecen ficciones delirantes¡±. Es precisamente una de las aportaciones de Parr al documentalismo moderno, lo que le llev¨® a entrar a comienzos de los noventa en Magnum a pesar de la negativa de muchos de sus miembros. ¡°Narra de otro modo lo de siempre, oblig¨¢ndonos a mirar esos entornos cotidianos que, teni¨¦ndolos ante nuestros ojos a diario, a menudo no vemos¡±, sentencia Rodr¨ªguez.

¡°A los fot¨®grafos les gusta fotografiar cosas que est¨¢n por desaparecer. Yo trato de representar un mundo que est¨¢ desarroll¨¢ndose ante nosotros¡±, relata Parr en una de las frases que acompa?a a la exposici¨®n, ubicada en una peque?a sala en la planta baja del Museo de M¨¢laga, cerca de la importante colecci¨®n arqueol¨®gica que define a este recinto. El espacio cuenta tambi¨¦n con una peque?a instalaci¨®n formada por una colchoneta con forma de unicornio, una toalla y una silla de playa. La costa es una de las zonas favoritas para el brit¨¢nico porque ¡°est¨¢n llenas de energ¨ªa¡± y ¡°son brillantes y coloristas¡±, como ha demostrado retratando en numerosas ocasiones el litoral de Benidorm, su lugar de vacaciones favorito, seg¨²n confes¨® hace a?os. Parr tambi¨¦n relata que durante la semana que pas¨® en M¨¢laga hubo muchas fiestas que cerraban el verano, como la de la patrona de la ciudad, Santa Mar¨ªa de la Victoria, de ah¨ª que retratase mujeres con mantilla o bailes de pueblo. Sin duda, exotismo para sus ojos.