Veinte a?os del Museo Picasso, la pinacoteca que prendi¨® la chispa del turismo cultural en M¨¢laga
Arrancan las celebraciones del vig¨¦simo aniversario de un espacio cuya inauguraci¨®n en 2003 marc¨® el inicio del cambio en la ciudad
Llov¨ªa a c¨¢ntaros. El cielo estaba oscuro, pero para la malague?a Sandra Masiques era un d¨ªa brillante. Tras acabar sus estudios de Historia, afrontaba su primera jornada de trabajo. Era un manojo de nervios y de camino se top¨® con los Reyes, que iban al mismo sitio que ella. Se subi¨® a un muro para verlos y su falda se raj¨®. ¡°Vaya forma de empezar¡±, pens¨®. Una compa?era la salv¨® con aguja e hilo antes de que las puertas del Museo Picasso de M¨¢laga se abriesen por primera vez para cambiar de arriba abajo la ciudad. ¡°Sab¨ªamos que empezaba algo interesante¡±, recuerda hoy Masiques, de 45 a?os, que contin¨²a desde entonces en el departamento de Atenci¨®n al P¨²blico del centro. Ocho millones de personas han visitado ya un espacio que ha reconciliado a los malague?os con Pablo Picasso. Fue la chispa que prendi¨® la mecha del turismo cultural en la capital y ha comenzado ya los fastos de celebraci¨®n del 20? aniversario, que cumplir¨¢ el 27 octubre de 2023.
El diluvio de aquel 27 de octubre de 2003 es el recuerdo colectivo de la inauguraci¨®n de un museo inesperado. Fue Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista, la que impuls¨® su creaci¨®n. Lo hizo tras visitar en 1992 la exposici¨®n Picasso cl¨¢sico en el Palacio Episcopal de M¨¢laga, comisariada por Carmen Gim¨¦nez. Bernard-Ruiz Picasso, nieto del artista, lo explica as¨ª: ¡°En aquel viaje record¨® otro que hizo a M¨¢laga en los a?os cincuenta con mi padre y quiso cumplir el deseo de Pablo Picasso, mi abuelo, de tener un espacio en su ciudad natal¡±. Los primeros acuerdos con la Junta de Andaluc¨ªa, entonces presidida por Manuel Chaves (PSOE), arrancaron en 1997. La Administraci¨®n andaluza lider¨® el proceso, invirti¨® 66 millones de euros en el proyecto para remodelar el Palacio de Buenavista y devolvi¨® a Picasso a su origen. Su primera directora fue la propia Carmen Gim¨¦nez, que solicit¨® su relevo unos meses despu¨¦s. La sustituy¨® Bernardo Laniado-Romero.
Nadie esperaba lo que pasar¨ªa a partir de aquella apertura. ¡°Todo el mundo entend¨ªa la importancia de Picasso y que tuviera un museo en su ciudad. Lo que no se sospechaba es lo que ha pasado en M¨¢laga despu¨¦s¡±, explica Francisco Rodr¨ªguez Mar¨ªn, profesor del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de M¨¢laga. ¡°Cuando explico a mis alumnos el efecto del turismo cultural, del crecimiento exponencial de los hoteles, de los cambios en el centro, siempre digo que hay dos elementos desencadenantes: el Picasso y el Thyssen¡±, a?ade Mar¨ªn. La renovaci¨®n de la capital malague?a naci¨® con la cultura. A partir de Picasso llegaron el Thyssen, el Pompidou o el Ruso gracias a la iniciativa del alcalde, Francisco de la Torre. Hace 20 a?os la ciudad no era destino tur¨ªstico. Hoy est¨¢ desbordada. ¡°Tenemos colecciones ¨²nicas y somos una fuerza tur¨ªstica y econ¨®mica evidente para nuestras ciudades¡±, apunta Emmanuel Guigon, director del Museo Picasso Barcelona, que este 2023 cumple 60 a?os.
El centro malague?o recibi¨® en 2019, ¨²ltimo a?o prepandemia, m¨¢s de 700.000 visitas. Fue su r¨¦cord. El 70% ven¨ªan del extranjero ¡ªmuchos con la sorpresa de conocer que el artista es malague?o y no franc¨¦s como cre¨ªan¡ª y el porcentaje de malague?os es casi residual. ¡°Ese es uno de sus retos, abrirse m¨¢s al ciudadano local, desarrollar medidas que vayan mucho m¨¢s all¨¢ de que los domingos por la tarde entrar sea gratuito. Quiz¨¢ tambi¨¦n es que hay mucha gente que piensa que no entiende a Picasso, aunque no sea realmente as¨ª¡±, reflexiona el historiador Francisco Rodr¨ªguez Mar¨ªn. Mientras, Sandra Masiques, que igual atiende a los visitantes en la tienda que custodia obra en las salas, celebra tener en su ciudad un espacio as¨ª y anima a cualquiera a pasear por las instalaciones: ¡°De cada exposici¨®n te llevas algo, se convierten en parte de tu vida. Si echo la vista atr¨¢s estoy muy contenta, el balance es muy positivo¡±.
?No habr¨ªa Pompidou o Museo Ruso sin Picasso? ¡°Es jug¨¢rsela a la especulaci¨®n, pero yo creo que no¡±, insiste el director del Museo Picasso M¨¢laga, Jos¨¦ Lebrero, durante una sosegada conversaci¨®n en una sala de reuniones de la pinacoteca. Habla junto a una enorme cristalera con vistas a la alcazaba y el teatro romano, precedidos de una peque?a arboleda por la que corretea habitualmente una pareja de ardillas. Hace tiempo que a una se le perdi¨® la pista, cuenta Lebrero mientras rememora que cuando este museo abri¨® sus puertas ¨¦l acudi¨® como director del Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo (CAAC) de Sevilla. Habla de la intensa lluvia de aquel d¨ªa. Tambi¨¦n de que jam¨¢s se le pas¨® por la cabeza acabar en M¨¢laga. Lo hizo en 2009.
En el nombre de Picasso
Desde entonces el director ha pasado algunas etapas complejas a nivel profesional, pero hace un balance positivo y celebra la evoluci¨®n del museo. ¡°Es un referente identitario para quienes viven aqu¨ª, ha contribuido a la reputaci¨®n internacional de la ciudad y tambi¨¦n lo ha hecho a su desarrollo econ¨®mico¡±, asegura. ¡°A M¨¢laga le sienta bien que su nombre se asocie al de Picasso¡±, sentencia. Como escrib¨ªa Rogelio L¨®pez Cuenca en 2018: ¡°Es probable que Picasso sea la marca m¨¢s reconocible en el mercado mundial del arte¡±.
Lebrero explica que un buen museo es ¡°aquel que consigue que la experiencia de sus visitantes tenga algo de memorable¡±. La colecci¨®n permanente es clave, con 233 obras a las que se suman 162 en pr¨¦stamo. Tambi¨¦n las exposiciones temporales, de Pollock a Barcel¨®, de Bourgeois a Klint. M¨¢s all¨¢, propuestas y actividades que lo han abierto a la ciudadan¨ªa promoviendo el di¨¢logo y la reflexi¨®n gracias a su reconocida ?rea de Educaci¨®n. ¡°Lo que se ha pretendido cuestionar en este tiempo es que este museo sea solo un mausoleo de Picasso. Contextualizarlo, ponerlo en di¨¢logo o incluso en debate es remarcable¡±, se?ala Lebrero, que apunta que ¡°tambi¨¦n se ha dado visibilidad y se?alado la importancia que las mujeres han tenido en el siglo XX. Y en un museo dedicado a un artista como Picasso, da cuenta de una inquietud, responsabilidad y obligaci¨®n de dar luz a algo que la historia ha ocultado durante demasiado tiempo¡±.
El espacio prepara ya dos grandes exposiciones para celebrar su 20 aniversario a lo largo de 2023, que coincide con los actos del 50 aniversario de la muerte del artista. Entre mayo y septiembre, Picasso: materia y cuerpo, comisariada por Carmen Gim¨¦nez, que vuelve por primera vez desde que dejase su cargo como directora. Por otra parte, El eco de Picasso, que se ver¨¢ de octubre a marzo de 2024. Tambi¨¦n se renovar¨¢ el recorrido de la colecci¨®n permanente y se prev¨¦ una intensa programaci¨®n de actividades formativas, culturales y acad¨¦micas. ¡°Se har¨¢ a lo bueno, no a lo grande¡±, apostilla Lebrero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.