¡®El libro de las soluciones¡¯: la desbordante y enfermiza imaginaci¨®n de Michel Gondry

Tras la secuencia WTF (what the fuck!) con los ejecutivos de Netflix de El sol del futuro, del italiano Nanni Moretti, he aqu¨ª la segunda pel¨ªcula del a?o en la que un creador introduce un momento seguramente autobiogr¨¢fico protagonizado por un trasunto de su persona frente a unos productores que le espetan su ch¨¢chara. ¡°No se ve a los actores¡±; ¡°No se entiende¡±; ¡°Borrosa¡± y ¡°Puede que haya una historia, pero yo no la he visto¡±, como s¨ªmbolo d...

Tras la secuencia WTF (what the fuck!) con los ejecutivos de Netflix de El sol del futuro, del italiano Nanni Moretti, he aqu¨ª la segunda pel¨ªcula del a?o en la que un creador introduce un momento seguramente autobiogr¨¢fico protagonizado por un trasunto de su persona frente a unos productores que le espetan su ch¨¢chara. ¡°No se ve a los actores¡±; ¡°No se entiende¡±; ¡°Borrosa¡± y ¡°Puede que haya una historia, pero yo no la he visto¡±, como s¨ªmbolo de la dictadura del argumento y del relato, son algunas de las frases que ha debido escuchar el franc¨¦s Michel Gondry a lo largo de su carrera. Y en El libro de las soluciones, su primer largometraje en ocho a?os, expone su particular sentido de la aventura, y casi de la esquizofrenia, de hacer cine.

Hace dos d¨¦cadas, justo despu¨¦s del gran ¨¦xito de ?Olv¨ªdate de m¨ª! (2004), escrita por otro maravilloso perro verde como Charlie Kaufman, Gondry pasaba por ser uno de los emblemas del cine m¨¢s imaginativo y estimulante del panorama mundial. El ¨²ltimo heredero de Georges M¨¦li¨¨s y su cine de barraca de feria, de atracci¨®n m¨¢gica en la que volcar mucho m¨¢s que la vida real. Con sus pel¨ªculas, sus cortometrajes y sus videoclips, formatos en los que forj¨® su prestigio visual y tonal, el espectador nunca sab¨ªa del todo lo que estaba viendo ni lo que estaba por venir. Nuestro descontrol, sumado a su profunda melancol¨ªa, ven¨ªa articulado por un placentero estado de excitaci¨®n, renovado m¨¢s tarde con t¨ªtulos como Rebobine, por favor, La ciencia del sue?o o su fascinante segmento para la obra colectiva Tokyo!, y que se hab¨ªa fraguado antes en sus v¨ªdeos para The White Stripes, Beck, Bj?rk y The Chemical Brothers, sus numerosos cortometrajes (representados por One day, la historia de un hombre perseguido por su propia mierda) y sus famosos spots publicitarios.

Sin embargo, su nombre, quiz¨¢ por razones personales que pueden extraerse del propio relato de El libro de las soluciones, se ha apagado un tanto entre la cinefilia y la distribuci¨®n. De hecho, la estupenda La loca historia de Microbio y Gasolina (2015), su pen¨²ltimo trabajo largo, ni siquiera se estren¨® comercialmente en Espa?a. Y en estos ocho a?os desde entonces ha preferido refugiarse en sus piezas cortas, sus v¨ªdeos y en dirigir cap¨ªtulos de series de televisi¨®n creadas por otros.

El libro de las soluciones, que va de m¨¢s a menos, pero conformando un notable conjunto, es una mirada sincera y, a la vez, m¨¢gica y c¨®mica, a la posible canalizaci¨®n de la creatividad de un artista. Con el actor Pierre Niney como una joven versi¨®n de s¨ª mismo, o como un recuerdo de lo que fue, Gondry se dibuja como un neur¨®tico medicado, ¡°triste por las ma?anas, manipulado por las tardes¡±, que despu¨¦s de ser apartado por los productores de un rodaje cuando a¨²n le queda por filmar el quinto acto, huye con lo ya rodado junto con un grupo de fieles colaboradores, para as¨ª evitar que otro montador se apodere de su historia, y acabe reflejando lo que quer¨ªa desde el inicio.

Vuelven sus habituales c¨¢maras r¨¢pidas para mostrar el estr¨¦s, el desconcierto o la motivaci¨®n extra de sus personajes, as¨ª como el absurdo, el humor casi infantil y su romanticismo ingenuo. Comedia moral sobre la creaci¨®n, El libro de las soluciones se diluye un tanto en la parte final, pero con su hermosa inventiva profesional (?la secuencia musical con la orquesta!) y su combate entre el lema de impulso (¡°Empieza tu proyecto antes de que las dudas apaguen tu motivaci¨®n¡±) y el lema de control (¡°Si es una idea que nadie ha hecho hasta ahora quiz¨¢ sea porque no es una buena idea¡±), lega un retrato que trasciende su propia persona para alcanzar el ¨ªmpetu de la imaginaci¨®n, la sombra de la arrogancia e incluso la dicha del rid¨ªculo.