La ¡®Carmen¡¯ de Calixto Bieito envejece con dignidad
Esta ubicua producci¨®n esc¨¦nica de la ¨®pera de Bizet celebra su 25? aniversario con una tercera reposici¨®n en el Liceo de Barcelona en la que destaca el reparto vocal y el coro frente a la frialdad del foso
Calixto Bieito se ha convertido en una marca. Lo dec¨ªa Manuel Brug, ya en 2006, dentro del cap¨ªtulo sobre ¡°j¨®venes provocadores¡±, de su libro Opernregisseure heute (Henschel), un cat¨¢logo comentado de los principales directores de escena oper¨ªsticos del momento. El cr¨ªtico alem¨¢n habla de un r¨¦gisseur con una naturaleza intransigente para representar los abismos que dormitan en los grandes dramas de la literatura oper¨ªs...
Calixto Bieito se ha convertido en una marca. Lo dec¨ªa Manuel Brug, ya en 2006, dentro del cap¨ªtulo sobre ¡°j¨®venes provocadores¡±, de su libro Opernregisseure heute (Henschel), un cat¨¢logo comentado de los principales directores de escena oper¨ªsticos del momento. El cr¨ªtico alem¨¢n habla de un r¨¦gisseur con una naturaleza intransigente para representar los abismos que dormitan en los grandes dramas de la literatura oper¨ªstica. De un director con un lenguaje propio para transformar con medios teatrales acontecimientos realistas y violentos que la m¨²sica eleva a un plano superior.
Lo pudimos comprobar, el pasado jueves, 4 de enero, en los dos n¨²meros finales de Carmen, de Georges Bizet. En la marcha festiva con coro Les voici, les voici, donde una simple cuerda transforma a los espectadores del teatro en protagonistas de la corrida de toros a los que vitorean con aires dionis¨ªacos impulsados por el brillo orquestal. Sin embargo, tambi¨¦n en la insoportable tensi¨®n y violencia del d¨²o final C¡¯est toi!, acotado al redondel de un ruedo, y donde Don Jos¨¦ humilla y asesina a Carmen mientras se escucha la victoria del torero Escamillo en la plaza.
Ambos n¨²meros fueron lo mejor a nivel esc¨¦nico y musical del estreno de la tercera reposici¨®n de la Carmen de Bieito en el Liceo de Barcelona. La producci¨®n de un debutante que se estren¨®, en 1999, en el Festival de Peralada, y que ha conocido, desde 2000, m¨¢s de cuarenta reposiciones en los principales teatros del mundo. En Espa?a se ha podido ver no solo en el Teatro Real o en el Maestranza de Sevilla, sino tambi¨¦n en el Auditorio de San Lorenzo de El Escorial y en ABAO Bilbao Opera, aunque haya sido el Liceo de Barcelona donde m¨¢s veces se ha representado, al formar parte de su coproducci¨®n.
Una propuesta esc¨¦nica sencilla y efectiva de la ¨®pera m¨¢s famosa de Bizet, que traslada su acci¨®n desde Sevilla, a mediados del siglo XVIII, hasta Ceuta, en los a?os setenta del siglo XX. Un viaje que le permite representar con facilidad el contrabando y la soldadesca, pero tambi¨¦n la violencia machista en una Espa?a que parece congelada en el pasado. Bieito se ayuda de algunos figurantes en la precisa escenograf¨ªa de Alfons Flores que a?ade elementos puntuales en un escenario vac¨ªo, como un m¨¢stil donde se iza una bandera espa?ola junto a una cabina telef¨®nica, varios veh¨ªculos Mercedes o un toro de Osborne. Gui?os al cine de Bigas Luna y de Pedro Almod¨®var, que subraya la excelente iluminaci¨®n de Alberto Rodr¨ªguez Vega. Y un variado vestuario dise?ado por Merc¨¨ Paloma.
Algunos detalles han mejorado con los a?os. Es el caso de la caracterizaci¨®n de Mica?la, ahora m¨¢s austera y apropiada. Pero Bieito nunca renuncia a a?adir alg¨²n efecto incomprensible. Lo vimos ya desde el final del preludio con ese extra?o protagonismo que confiere al posadero Lilas Pastia, que representa el actor marroqu¨ª Abdel Aziz El Mountassir. Por supuesto, el uso del sexo y la violencia forma parte de una interpretaci¨®n que subraya la animalidad masculina. Pero el r¨¦gisseur no acierta con la partitura de Bizet utilizada, al componer un extra?o h¨ªbrido entre la versi¨®n de Fritz Oeser, con los di¨¢logos muy recortados, y alg¨²n fragmento de la antigua edici¨®n Choudens, con los recitativos orquestales de Ernest Giraud. Una pena que no considere la moderna edici¨®n cr¨ªtica de Robert Didion, estrenada en 1992 y publicada por Schott ocho a?os despu¨¦s.
No obstante, el principal problema del primer reparto de esta reposici¨®n est¨¢ relacionado con la direcci¨®n actoral. Bieito siempre se ha apoyado mucho en la capacidad esc¨¦nica de sus cantantes. Y en esta reposici¨®n de Luc¨ªa Astigarraga apenas hay tensi¨®n hasta el tercer acto. La mezzosoprano francesa Cl¨¦mentine Margaine es una Carmen de referencia, y ya ha cantado esta producci¨®n en Viena y Par¨ªs. Una voz caudalosa, exquisitamente matizada y homog¨¦nea, aunque su cigarrera gitana empez¨® dura y fr¨ªa. No hubo rastro de sensualidad en la popular habanera ni tampoco en la camale¨®nica s¨¦guedille. Pero todo cambi¨®, en el tercer acto, con un impresionante lamento de las cartas que la transform¨® en un desesperado ¨¢ngel de la muerte. Y tuvo su mejor momento en el terrible d¨²o final.
Algo similar puede decirse del baritenor estadounidense Michael Spyres como Don Jos¨¦. Otro cantante de gran calidad vocal y musical, con graves admirables y agudos bien cubiertos. Lo demostr¨® en el aria de la flor, aunque creci¨® especialmente en los dos ¨²ltimos actos con un impresionante d¨²o final. La soprano guatemalteca Adriana Gonz¨¢lez, bien conocida en el Liceo como vencedora del Concurso Vi?as, fue la tercera triunfadora de la velada como Mica?la. Una l¨ªrica de exquisita musicalidad y dulzura en los agudos que convirti¨® su aria del tercer acto en otro de los mejores momentos de la noche. El bajo-bar¨ªtono menorqu¨ªn Sim¨®n Orfila fue un s¨®lido Escamillo, con valientes agudos, al igual que la soprano Jasmine Habersham y la mezzo Laura Vila, respectivamente, Frasquita y Merc¨¦d¨¨s.
Bien el resto y una menci¨®n especial al coro, pues esta producci¨®n destaca por la precisi¨®n de sus escenas multitudinarias. La calidad del Coro del Gran Teatro del Liceo fue admirable durante toda la velada junto al coro infantil VEUS Amics de la Uni¨® de Granollers, a pesar de leves desajustes con el foso en el primer acto. Y elevaron especialmente el ¨²ltimo acto, con el referido coro Les voici, les voici. Fue el mejor momento tambi¨¦n de la direcci¨®n musical del titular del Liceo, Josep Pons. Una interpretaci¨®n m¨¢s atenta a los detalles de la exquisita instrumentaci¨®n de Bizet, con una Orquesta Sinf¨®nica del Gran Teatre del Liceu intachable en todas sus secciones (tambi¨¦n en el viento metal), pero poco d¨²ctil a nivel dram¨¢tico. Pons empez¨® con un preludio bomb¨¢stico en exceso y prosigui¨® con una versi¨®n donde antepuso el orden a la emoci¨®n. Pero no escuchamos ¡°cada parte instrumental como si fuese cantada por una voz humana¡±, esa clave que revel¨® Mahler, dentro de una carta de 1896, para avivar toda interpretaci¨®n de Carmen desde el foso.
'Carmen'
Música de Georges Bizet y libreto de Ludovic Halévy y Henri Meilhac. Clémentine Margaine, mezzosoprano (Carmen), Michael Spyres, baritenor (Don José), Simón Orfila, bajo-barítono (Escamillo), Adriana González, soprano (Micaëla), Jasmine Habersham, soprano (Frasquita), Laura Villa, mezzosoprano (Mercédès) Felipe Bou, bajo (Zuniga), Toni Marsol, barítono (Moralès), Jan Antem, barítono (Dancaïre), Carlos Cosías, tenor (Remendado). Coro infantil VEUS Amics de la Unió de Granollers. Coro y Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu. Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: Calixto Bieito (reposición de Lucía Astigarraga).
Gran Teatro del Liceo, 4 de enero. Hasta el 17 de enero.