¡®Dejad que el r¨ªo fluya¡¯: el activismo sami que no rompe el hielo
Bienintencionada pero sin demasiada garra, esta pel¨ªcula noruega rescata la lucha de los ind¨ªgenas de Laponia en los a?os setenta
Impulsada por un fen¨®meno Disney como Frozen, la historia de los ind¨ªgenas sami empez¨® a calar en la cultura popular hace no tanto. Detr¨¢s quedaba un reguero de silencio y desgracia alrededor de un pueblo n¨®mada, originario del norte de Escandinavia, que viv¨ªa de la pesca y de la caza y pastoreo de renos. El relato de este pu...
Impulsada por un fen¨®meno Disney como Frozen, la historia de los ind¨ªgenas sami empez¨® a calar en la cultura popular hace no tanto. Detr¨¢s quedaba un reguero de silencio y desgracia alrededor de un pueblo n¨®mada, originario del norte de Escandinavia, que viv¨ªa de la pesca y de la caza y pastoreo de renos. El relato de este pueblo de Laponia est¨¢ salpicado de violencia y racismo. En el siglo XVII, m¨¢s de 300 mujeres samis fueron ejecutadas acusadas de brujer¨ªa y su religi¨®n pagana, con un importante culto a las diosas, fue sepultada por la cristiana. Los cantos a los animales y a la naturaleza formaban parte de una sociedad cuyo n¨²cleo de poblaci¨®n m¨¢s grande resiste hoy en Noruega.
Dejad que el r¨ªo fluya abre una puerta interesante a la hist¨®rica tragedia que rodea a este pueblo, pero su retrato de la toma de conciencia de una joven sami sabe a poco. La pel¨ªcula, bienintencionada, no acaba de amarrar ni su contexto hist¨®rico y ni su asunto central: el ¨ªntimo trauma y la culpa por no querer ser quien eres. La historia y el punto de vista abren posibilidades que Ole Gi?ver, director y guionista de esta pel¨ªcula de producci¨®n noruega, no acaba de encauzar, sin lograr imprimir suficiente peso a un relato dram¨¢tico marcado por los complejos de raza y el tr¨¢gico destino de los sami.
La historia se centra en una joven que de forma azarosa decide embarcarse en la lucha para frenar la construcci¨®n de una planta hidroel¨¦ctrica en el r¨ªo Alta, en Finnmark, un lugar clave para la vida animal de Laponia. Esos hechos nos remiten a los a?os setenta y al despertar de una temerosa y t¨ªmida joven profesora que se debate entre la necesidad seguir adelante y la llamada de sus or¨ªgenes, marcados desde la primera secuencia por la fatalidad. Ole Gi?ver introduce un personaje clave, un primo activista, cuya importancia en el relato no acaba de encontrar su sitio.
Dejad que el r¨ªo fluya apunta maneras, pero fluir no fluye, y finalmente no logra ir m¨¢s all¨¢ de la reivindicaci¨®n de las ropas tradicionales sami, que se presentan como met¨¢fora de los miedos y complejos de un pueblo que es objeto de burla por los vivos colores y ornamentos de sus indumentarias. Lamentablemente, la pel¨ªcula deja escapar esos s¨ªmbolos y paradojas de una historia de racismo n¨®rdico.
Dejad que el r¨ªo fluya
Dirección: Ole Giæver.
Intérpretes: Ivar Beddari, Bernt Bjørn, Maria Bock, Gard Emil Elvenes.
Género: drama. Noruega, 2023.
Plataforma: Filmin.
Duración: 118 minutos.
Estreno: 9 de febrero.