Camela: ¡°Hemos cantado peleados y sin hablarnos¡±
?ngeles Mu?oz y Dioni Mart¨ªn, cu?ados y compa?eros en el grupo de tecnorumba, celebran su 30? aniversario con una gira de m¨¢s de 90 fechas y el respeto de muchos de quienes antes los ignoraban
Quedamos en el ¨²nico hueco libre que ten¨ªan esta semana entre bolo y bolo de verano. Y nos vemos en la productora de Camela, un bajo en pleno barrio de Chamber¨ª de Madrid que eligieron por su espacioso patio de vecinos, donde, adem¨¢s de los acogedores muebles de jard¨ªn, reluce un peque?o huerto con unos tomates hermos¨ªsimos en plena saz¨®n. No es mala met¨¢fora de su confeso deseo de no perder sus tomas de tierra. Dioni ya espera cuando llegamos y...
Quedamos en el ¨²nico hueco libre que ten¨ªan esta semana entre bolo y bolo de verano. Y nos vemos en la productora de Camela, un bajo en pleno barrio de Chamber¨ª de Madrid que eligieron por su espacioso patio de vecinos, donde, adem¨¢s de los acogedores muebles de jard¨ªn, reluce un peque?o huerto con unos tomates hermos¨ªsimos en plena saz¨®n. No es mala met¨¢fora de su confeso deseo de no perder sus tomas de tierra. Dioni ya espera cuando llegamos y ?ngeles acude poco despu¨¦s acompa?ada de una amiga que le atusa el pelo y le retoca el maquillaje para las fotos. Luego, charlamos en una salita: ellos, juntos en un lado de la mesa, y yo enfrente, como en un careo de juzgado. Es divertido observar, en su lenguaje verbal y no verbal, c¨®mo se replican uno a otro, con esa confianza de familia de toda la vida que a veces da gloria y otras, no tanto. Dioni, locuaz, entusiasta, extrovertid¨ªsimo, remata cada frase con lo que parece su muletilla estrella: ¡°y esto y lo otro¡±. ?ngeles, m¨¢s reservada, habla m¨¢s con los ojos que con la boca, pero se le entiende todo.
Si hoy es lunes, esto es...
?ngeles (?): Madrid. Casa. Sabemos que estamos en casa porque podemos hacer las cosas que hace todo el mundo: comprar, ir al m¨¦dico, descansar. Tengo un calendario donde voy apuntando cada viaje y cada gala y est¨¢ acribilladito de fechas. De aqu¨ª, me voy pitando al m¨¦dico.
Llevan 30 a?os en la carretera, a raz¨®n de 100 bolos al a?o. ?Qu¨¦ necesidad, a estas alturas?
Dioni (D): El primer a?o hicimos 138, y, desde entonces, no hemos bajado de 90-100. Es cansado, pero, cuando est¨¢s a punto de salir y oyes al p¨²blico que ha pagado por verte se te quita el cansancio, y esto y lo otro, y te entran unas ganas locas de salir al escenario. No hemos dejado nunca de sentir esa adrenalina.
?: Es que esto es nuestra profesi¨®n. Nos dedicamos a esto. Por supuesto que, si no gan¨¢ramos dinero, no podr¨ªamos vivir de esto, pero hemos sido, y somos, uno de los grupos m¨¢s asequibles para contratar. Hacemos capitales, pueblos grandes, peque?os, pedan¨ªas. Vamos a todas las plazas. No hemos subido nuestro cach¨¦. Queremos ser un grupo para todos los p¨²blicos y todos los bolsillos.
En 30 a?os viajando y actuando juntos, y siendo cu?ados, habr¨¢n tenido sus m¨¢s y sus menos.
?: Pues claro, yo veo a Dioni m¨¢s que a mi hermana, que es su mujer. Hemos salido muchas veces a cantar peleados y sin hablarnos y el p¨²blico no se ha dado cuenta. Discutimos porque ¨¦l es muy cabez¨®n y yo soy muy cabezona. Ahora estamos m¨¢s calmados. Si tenemos que decirnos algo, nos lo decimos con sinceridad y buenas maneras y ya est¨¢. Ser¨¢ la madurez.
D: Date cuenta de que cuando empezamos yo ten¨ªa 24 a?os y ella 19, ¨¦ramos dos chavales, ahora, somos dos se?ores, y esto y lo otro, pero, aunque estuvi¨¦ramos rega?ados y no estuvi¨¦ramos de acuerdo en alguna cosa, nuestra obligaci¨®n y deseo es disfrutar, divertirse y hacer disfrutar a la gente.
?Notan ahora m¨¢s respeto que antes entre los medios?
D: Desde hace unos seis a?os, nos pasan cosas que nos ten¨ªan que haber pasado hace 20. Nosotros nunca hemos dicho que no a una entrevista, curr¨¢bamos antes igual que ahora, y ahora nos est¨¢ llegando un reconocimiento general al que no est¨¢bamos acostumbrados.
?Qu¨¦ pas¨® hace seis a?os?
?: Creo que van pasando las generaciones, en los medios y en la vida, hay mucha gente de la que estaba en esos medios que ya no est¨¢, llega gente nueva con otra mentalidad y a lo mejor sin aquellos prejuicios. A nosotros, por ejemplo, nunca nos hab¨ªan llamado de Los 40 Principales, y ahora nos llaman, y vamos encantados de la vida. No tenemos ning¨²n rencor con eso. Nosotros somos los mismos y seguimos aqu¨ª despu¨¦s de 30 a?os. Algunos de quienes no apostaban por Camela ya no est¨¢n, pero no pasa nada.
?Les duelen las cr¨ªticas?
?: Para nada, tenemos el culo pelao. Lo que nos ha importado siempre es la opini¨®n del p¨²blico. Mira, por ejemplo, nosotros, habiendo vendido millones de discos no tenemos ni siquiera una nominaci¨®n a un Grammy. Pero tenemos al cari?o del p¨²blico. Ese es el verdadero premio de la m¨²sica, el que no est¨¢ comprado y es de verdad. Ha habido medios que nos ha llamado y respetado siempre, pero otros, no. La aut¨¦ntica fuerza nos la han dado nuestros seguidores. Si no, no estar¨ªamos aqu¨ª. Nosotros vamos por el mundo dando alegr¨ªa y tocando los corazones de la gente.
Hay ganadores de Grammy cuyas canciones no recuerda la gente. Las suyas se las saben de memoria.
?: Eso s¨ª es un orgullo. Nos llena de alegr¨ªa. La gente se viene arriba, y nosotros tambi¨¦n. Ojal¨¢ dejar ese legado. Que la gente se sepa las canciones y las siga cantando cuando ya no estemos.
?No creen que, en ese desprecio de algunos hacia su m¨²sica y ustedes, hay cierto clasismo?
D. Somos de un barrio humilde. Igual algunos pensaban que todo nuestro p¨²blico era de extrarradio y eso no es as¨ª. Siempre ha habido de todo y esto y lo otro. Mira, ahora que se habla del Orgullo gay, pues se puede decir que, como algunos, muchos fans de Camela estaban en el armario. Les gustaba Camela, pero no lo dec¨ªan, o lo dec¨ªan con la boca chiquitita. Como si hubi¨¦ramos matado a alguien.
?: Igual que ese desprecio no nos quitaba el sue?o, ahora estamos agradecidos por el ¨¦xito, pero sin fliparnos. Nunca hemos levantado los pies del suelo.
?Qu¨¦ hay en el suelo?
?: Pues hormig¨®n duro, duro, duro, donde todos pisamos, todos caminamos por el mismo suelo. Las estrellas est¨¢n en el universo y nosotros solo somos artistas, tenemos la suerte de dedicarnos a lo que nos apasiona. Pero todos somos importantes. El panadero deja de hacer pan y yo cojo una depresi¨®n que me muero.
D: Eso no quita para que, al menos a m¨ª, me guste que me reconozcan. Siempre hemos sido accesibles. Hago una vida normal, estoy en el barrio, si voy a una tienda, o a un bar, y me reconocen, yo firmo aut¨®grafos y me hago fotos encantado, porque eso me retroalimenta, pero seguimos siendo conscientes de la vida cotidiana de la gente.
?No se han cambiado de barrio? Alg¨²n lujo se dar¨¢n.
D: Vivo en mi barrio de siempre. Como viajo tanto, para m¨ª el lujo es ir al parque con mis nietos. Yo podr¨ªa tener coche de alta gama, pero tengo un Dacia alem¨¢n que me cost¨® 18.000 euros y tiene 16 a?os. No soy cochero.
?: Yo vivo feliz, tengo mi gente y mis amigos de siempre, no me los he perdido. Eso, para m¨ª es un lujo, hay otros artistas que se meten como en una burbuja y dejan de ser ellos, eso es una pena porque se pierden lo bonito. Estamos agradecidos, pero no flipados. Yo s¨ª que tengo un Mercedes. La gente se cree que nos hemos forrado, pero siempre hemos tenido un cach¨¦ superasequible, por eso hacemos tantos bolos, para que la gente pueda ir a vernos.
Los llaman de los festivales m¨¢s ¡®indies¡¯. ?Les halaga?
?: Los m¨¢s indies, en su d¨ªa, fuimos nosotros. No empezamos de cero, sino de bajo cero. Ahora estamos de moda, bienvenida sea. Nosotros estamos igual de a gusto en todas partes.
Pues ahora son un grupo cl¨¢sico. ?Cu¨¢ndo notaron ese cambio en la mirada de los otros?
?: Pues mira, ahora que lo dices, a m¨ª me emociona much¨ªsimo que nos est¨¢ haciendo entrevistas gente que nunca nos hab¨ªa entrevistado y a veces nos piden disculpas por no haberlo hecho y habernos juzgado de otra manera sin conocernos. Gente como Jordi ?vole o Buenafuente, que nos llev¨® a su ¨²ltimo programa en Movistar y nos dijo que no se perdonaba no habernos llamado antes.
Pues ya puestos, yo tambi¨¦n les pido disculpas, porque tambi¨¦n he pecado de esa soberbia.
?: Pues muchas gracias [se emociona]. Ya te digo que nos pasa muchas veces y me llega al alma porque es muy bonito. Hay gente que no lo llega a decir nunca, aunque lo sienta. Yo tambi¨¦n me equivoco muchas veces en la vida y pido perd¨®n.
?Hay una ¡®f¨®rmula Camela¡¯?
?: No tenemos el secreto de la Coca Cola. Creo que es la m¨²sica, el empaste de las voces, el hablar de cosas que nos pasan a todos. Un estilo propio que creamos nosotros y que era totalmente diferente. Todo eso y el cari?o y la energ¨ªa de la gente al cantar las canciones todos juntos es lo que nos ha mantenido. No hay otra explicaci¨®n.
?Los Camela escuchan a Camela?
?: Yo no, necesito desconectar. Oigo a Dire Straits, veo mucho cine, leo.
D: Yo oigo mucho flamenco, es lo que m¨¢s me ha gustado de siempre.
Actuando tanto, no tendr¨¢n nunca ¡®mono¡¯ de escenario.
D: Yo s¨ª. Cuando acabas una gira est¨¢s tan cansado que est¨¢s tan a gusto en tu casa, pero, luego, cuando a la semana ya has recargado las pilas, me empiezo a poner nervioso, esto y lo otro.
?: Claro, t¨² cargas las pilas mucho antes porque no cocinas, no haces la compra, no lavas la colada.
D: Bueno, pero me pego unas caminatas que flipas por el barrio: cinco kil¨®metros seiscientos metros todos los d¨ªas, y voy al gimnasio. Y al cine: la ultima que vi fue El planeta de los simios y La sociedad de la nieve, de nuestro amigo Jota Bayona, el director que nos hace los v¨ªdeos.
No tendr¨¢n el Grammy, pero s¨ª v¨ªdeos dirigidos por el ganador de varios Goya y, casi, del Oscar.
D: Y lo mejor es que Jota es el mismo chico de siempre, con la misma ilusi¨®n, el mismo cari?o por el cine y por los v¨ªdeos y esto y lo otro. Es igual rodeado de estrellas, o trabajando con nosotros y esto y lo otro. Es uno de los nuestros.
'SUE?O CONTIGO'
Quien no sepa continuar esta frase cantando no ha estado en una fiesta popular en los últimos 30 años. La canción así titulada y otros himnos como Cuando zarpa el amor han hecho de Camela uno de los grupos más cantados y bailados en verbenas, bodas, celebraciones y karaokes de España. María de los Ángeles Muñoz y Dioni Martín (Madrid y Badajoz; 48 y 53 años, respectivamente) son sus caras, sus voces y sus almas. Sus melodías, a veces frenéticas: otras, melancólicas; siempre adhesivas, cautivaron a un público que los idolatraba, en igual medida que, a otros, les incomodaba. Eso ha cambiado. Han caído prejuicios y los chavales de 19 y 24 años que empezaron a componer y a cantar por su afición a la música en el humilde barrio de San Cristóbal de Los Ángeles, donde se conocieron, son hoy dos veteranos profesionales de la música a los que se los rifan desde las fiestas de Ayuntamientos de pueblo hasta festivales independientes. Este año cumplen tres décadas haciendo venirse arriba a todos los públicos. Ellos nunca han dejado de estarlo.