El pulso perdido del patrimonio de Castilla y Le¨®n contra la despoblaci¨®n
La Junta opta por dar ¡°valor econ¨®mico¡± a los bienes m¨¢s importantes entre cr¨ªticas al olvido de monumentos menores
La torre de la iglesia de Villaturiel (Le¨®n), del siglo XVI, y la iglesia rom¨¢nica de La Barbolla (Soria) son dos de los ¨²ltimos bienes patrimoniales de Castilla y Le¨®n que se han derrumbado en los ¨²ltimos meses de un d¨ªa para otro. Nadie, durante a?os, hab¨ªa atendido las quejas sobre su estado. Las grietas se extendieron sobre ambos elementos patrimoniales sin despertar la acci¨®n p¨²blica o privada para arreglarlas o...
La torre de la iglesia de Villaturiel (Le¨®n), del siglo XVI, y la iglesia rom¨¢nica de La Barbolla (Soria) son dos de los ¨²ltimos bienes patrimoniales de Castilla y Le¨®n que se han derrumbado en los ¨²ltimos meses de un d¨ªa para otro. Nadie, durante a?os, hab¨ªa atendido las quejas sobre su estado. Las grietas se extendieron sobre ambos elementos patrimoniales sin despertar la acci¨®n p¨²blica o privada para arreglarlas o intentar combatirlas. La escena se repite por las nueve provincias de la comunidad, tan rica en herencia cultural y arquitect¨®nica como pobre en habitantes y m¨²sculo financiero sobre sus recursos art¨ªsticos.
Los colectivos especializados denuncian este deterioro y reprochan la inacci¨®n de la Junta, que aplica una estrategia de ¡°dar valor econ¨®mico¡± para ¡°sacar m¨¢ximo partido¡± a este legado, centr¨¢ndose en los Bienes de Inter¨¦s Cultural (BIC). Los cr¨ªticos denuncian que esta t¨¢ctica condena al olvido, y al derrumbe, a los inmuebles menos populares o ubicados en zonas despobladas. Adem¨¢s, reclaman que la Iglesia se implique m¨¢s en el cuidado de posesiones centenarias y que ahora no puede sostener.
El an¨¢lisis arroja una primera gran culpable seg¨²n todos los agentes en este desaf¨ªo: la despoblaci¨®n. La Consejer¨ªa de Cultura, las asociaciones en defensa del patrimonio, colectivos de micromecenazgo para recuperar recursos culturales en riesgo o expertos en estos bienes coinciden en que la p¨¦rdida demogr¨¢fica en entornos rurales propicia el abandono de esas iglesias, retablos, palacios o ermitas desperdigadas por la comunidad. ?scar Carranza, portavoz de la Federaci¨®n por el Patrimonio de Castilla y Le¨®n, lo diagnostica as¨ª: ¡°Cuando un bien patrimonial pierde utilidad, como las iglesias en municipios casi vac¨ªos como San Bartolom¨¦ de la Barbolla, hay un deterioro. El propietario, que suelen ser las di¨®cesis, pierde el hilo del mantenimiento y la Junta, al no ser BIC, no da pie a trabajo preventivo¡±.
Carranza reclama que la Consejer¨ªa defienda el patrimonio con ¡°planes de educaci¨®n para que la gente valore lo que tiene, el patrimonio es parte de su identidad¡±. El experto censura tambi¨¦n intervenciones como la de la iglesia de la Vera Cruz en Valladolid, con la c¨²pula derrumbada por negligencias en las obras de restauraci¨®n: ¡°Llegar¨¢ el d¨ªa en que se hunda una iglesia, nos llevemos las manos a la cabeza, y a los dos d¨ªas a esperar a la siguiente. Falta coser una identidad territorial conjunta haciendo copart¨ªcipe a la poblaci¨®n¡±. Los Arzobispados, lamenta, no quieren reconocer m¨¢s iglesias o templos por no poder asumir sus cuidados y a su vez obstaculizan a plataformas vecinales que intentan cuidarlos. As¨ª ha ocurrido en Sarnago (Soria), recalca el soriano Jos¨¦ Mar¨ªa Carrascosa, donde las trabas eclesi¨¢sticas propiciaron que la agrupaci¨®n social se centrara en obtener financiaci¨®n para crear un coworking al no obtener permisos para centrarse en la deteriorada iglesia.
El director general de Patrimonio Cultural de la Junta, Juan Carlos Prieto, admite la complejidad de operar bajo tal crisis demogr¨¢fica: ¡°Es un desaf¨ªo enorme en una comunidad gigante y de patrimonio extraordinario. Hay m¨¢s de 271.000 bienes patrimoniales en Castilla y Le¨®n, con 2.600 BIC que podr¨ªan ser m¨¢s¡±. La Consejer¨ªa trabaja para ¡°poner a funcionar¡± tal cantidad de elementos importantes para sacar ¡°m¨¢ximo partido¡±: ¡°No es tema de cantidad sino de qu¨¦ hacemos con ellos, tienen que ser hitos para atraer visitantes y convertirlos en empleo y valor econ¨®mico¡±. Prieto cita casos como Santa Mar¨ªa la Real (Le¨®n) o Atapuerca (Burgos) como ejemplo de esa relevancia cultural y, preguntado por los elementos de menor calado pero tambi¨¦n rese?ables hist¨®ricamente, reconoce que ¡°todo el patrimonio cultural corre peligros, se ha ido haciendo y renovando desde la historia y no se conservan todos los monumentos desde el Megal¨ªtico, es muy dif¨ªcil que de vez en cuando no haya problemas¡±.
Prieto incide en la tecnolog¨ªa y la monitorizaci¨®n para controlar la evoluci¨®n de los conjuntos, ¡°empezando por los m¨¢s importantes¡±. Pese a centrarse en los BIC, en lugares como Molacillos (Zamora) reclaman que su iglesia, con tal catalogaci¨®n y la protecci¨®n intr¨ªnseca, sea arreglada. El templo permanece cerrado con carteles a la puerta que rezan ¡°Hasta en ruinas sigue siendo un hermoso monumento¡± o ¡°?Hay que actuar ya!¡±. La Junta ha anunciado recientemente 2,9 millones de euros para ¡°la ejecuci¨®n, por parte de las entidades gestoras, de proyectos de gesti¨®n activa sobre el patrimonio cultural y el fomento de la actividad y la profesionalizaci¨®n de dichas entidades gestoras¡±.
Este guion molesta en colectivos peque?os y gran conciencia patrimonial, que se afanan en cuidar o recuperar sus emblemas. Javier Maisterre, de una asociaci¨®n local de Fuenteodra (Burgos, siete habitantes), que a base de movilizaci¨®n ha conseguido dinero para restaurar su iglesia tardog¨®tica, afea esa pol¨ªtica: ¡°Solo quieren invertir en lugares con oportunidad de negocio y desarrollo rural, parece mentira que no sepan la realidad de los pueblos y el patrimonio¡±.
Maisterre expone que en su caso la Iglesia no se implic¨® ¡°al no ser BIC, en muchos casos el propietario es el Arzobispado y en la mayor¨ªa de los pueblos peque?os la iglesia con problemas se acaba cayendo¡±. Ellos se comprometieron mediante los micromecenazgos coordinados por Hispania Nostra, campa?as traducidas en unos 100.000 euros y dos de las tres acciones m¨¢s exitosas de esa plataforma. Tras ese aldabonazo, la Junta y la Diputaci¨®n invirtieron formalmente: ¡°En muchos pueblos el dinero se gasta en pistas de p¨¢del. No somos diferentes, muchos pueblos no hacen lo que podr¨ªan, la mayor¨ªa solo se mueve si tiene una subvenci¨®n teledirigida por el partido que manda en la Diputaci¨®n¡±.
Hasta 427 de los 1.426 bienes espa?oles en peligro, recopilados en la Lista Roja del colectivo Hispania Nostra, se encuentran en Castilla y Le¨®n, lo que supone un 30%. V¨ªctor Antona, miembro de la entidad, admite que sin el latir popular dif¨ªcilmente sobrevivir¨¢ el patrimonio porque ¡°las Administraciones no llegan a todo y tienen que priorizar; o se movilizan ellos o no lo har¨¢ nadie¡±. ¡°Los problemas son el patrimonio privado y mucho es de la Iglesia. No puede ser que el dinero vaya solo donde hay culto, la Administraci¨®n tambi¨¦n tiene que hacerse cargo¡±, a?ade.
La restauradora Autora Galisteo, especializada en retablos de iglesias en Zamora, conoce decenas de ellos amenazados por humedades, grietas y da?os. Galisteo distingue entre los pueblos con cierta poblaci¨®n, donde la conciencia social y algunos convenios de colaboraci¨®n ayudan a mantener los bienes, y los menores, ¡°los grandes olvidados¡±. ¡°Ser¨ªa necesaria una mayor inversi¨®n hacia estas zonas que verdaderamente lo necesitan, el mantenimiento de los templos es dif¨ªcil de asumir¡±, reitera.
El hast¨ªo embarga al soriano David Ortega, que narra en las redes sociales el deterioro de iglesias o palacios que luego, en visitas posteriores, se encuentra derrumbados o expoliados: ¡°Es una ramificaci¨®n de la despoblaci¨®n, que es mucho m¨¢s grave m¨¢s all¨¢ del romanticismo de pueblos vac¨ªos, que antes custodiaban territorios y patrimonios. Hay que buscar nuevas formas de conservaci¨®n, especialmente en una comunidad tan rica culturalmente¡±.
Ortega razona sobre las v¨ªas de crecimiento en una comunidad en declive demogr¨¢fico pero con ocho hitos declarados Patrimonio de la Humanidad (es la regi¨®n que m¨¢s alberga del mundo) y un sinf¨ªn de monumentos en cualquier paraje: ¡°Si nuestra gran riqueza, que es el patrimonio cultural, no se cuida, la rueda de la despoblaci¨®n se hace imparable. Hay que pensar en el patrimonio como palanca de desarrollo¡±.