La historia de Cuti Carabajal, el cham¨¢n del folclore argentino de ¡®La estrella azul¡¯
El m¨²sico, quien interpreta el papel de su hermano fallecido, es una de las voces m¨¢s importantes de la tradici¨®n sonora argentina y act¨²a este martes en Madrid
Atocha es un hervidero de personas con prisa a primera hora de la ma?ana de un lunes de octubre, pero Cuti Carabajal, ajeno al fren¨¦tico tr¨¢nsito de la vida contempor¨¢nea, est¨¢ tranquilamente sentado en una cafeter¨ªa. ¡°Hola, se?or periodista¡±, saluda con una sonrisa dulce y acogedora. Las prisas no van con este argentino de 77 a?os que tocar¨¢ este martes 22 de octubre en la sala Galileo de Madrid y est¨¢ detr¨¢s del cham¨¢n musical que protagoniza La estrella azul, ...
Atocha es un hervidero de personas con prisa a primera hora de la ma?ana de un lunes de octubre, pero Cuti Carabajal, ajeno al fren¨¦tico tr¨¢nsito de la vida contempor¨¢nea, est¨¢ tranquilamente sentado en una cafeter¨ªa. ¡°Hola, se?or periodista¡±, saluda con una sonrisa dulce y acogedora. Las prisas no van con este argentino de 77 a?os que tocar¨¢ este martes 22 de octubre en la sala Galileo de Madrid y est¨¢ detr¨¢s del cham¨¢n musical que protagoniza La estrella azul, la aclamada pel¨ªcula sobre la historia de Mauricio Aznar, l¨ªder del grupo M¨¢s Birras y que, tras una b¨²squeda existencial y art¨ªstica por Argentina, muri¨® a los 36 a?os por una sobredosis el 2 de octubre de 2000 en Zaragoza.
¡°La idea de la pel¨ªcula me pareci¨® b¨¢rbara¡±, reconoce Cuti Carabajal, m¨²sico en la vida real y que, de hecho, interpreta a su hermano Carlos Carabajal en la pel¨ªcula. Carlos fue el verdadero maestro musical que, a finales de los noventa, acogi¨® a Mauricio Aznar ¡ªinterpretado por Pepe Lorente¡ª cuando viaj¨® hasta la regi¨®n argentina de Atahualpa con la idea de conocer a Atahualpa Yupanqui. ¡°La historia de Mauricio es como la de Jacinto Piedra, muy conocido en Buenos Aires. Un muchacho libre, cantante, que andaba por las calles en bicicleta. Siempre iba con un pantal¨®n colorado y cantaba de maravilla¡±, se?ala Cuti Carabajal, quien reconoce que le da ¡°pena¡± no haber conocido en persona al cantante de M¨¢s Birras. Sin embargo, Aznar nunca dio con Yupanqui, aunque, por el camino, se top¨® con Carlos Carbajal, un anciano m¨²sico en horas bajas que le acogi¨® en su familia y le ense?¨® los misterios del folclore de la provincia de Santiago del Estero. ¡°Yo hago de mi hermano Carlos en la pel¨ªcula¡±, cuenta Cuti. ¡°Pens¨¦ que ten¨ªa que actuar como era ¨¦l. Eso es, ten¨ªa que ser una persona divertida, simple, natural, que siempre se daba con todo el mundo. No ten¨ªa una postura dif¨ªcil ni rara, como tantos artistas en Argentina¡±.
Fuera de posturas raras y dif¨ªciles, Cuti Carabajal, quiz¨¢ al igual que su hermano, desprende paz, a pesar del traj¨ªn matutino de Atocha. Le acompa?a un aura propia de personas que saben por donde pisan y no necesitan subirse a trenes en marcha, movidos por tendencias o modas. Cuti es continuador del legado de su hermano Carlos, al que muchos llamaban ¡°padre de la chacarera¡±. ¡°La chacarera es una danza con una coreograf¨ªa y, al bailarla, hay que respetarla. Eso inhibe a muchos¡±, explica el m¨²sico. ¡°Mi hermano invent¨® un rasguido nuevo, distinto, ¨¢gil. Lo hizo con gusto y contagi¨® mucho a los int¨¦rpretes de Santiago. Fue favorable para todos porque las nuevas generaciones de m¨²sicos le copiaron sin problema. Salieron muchas cosas en lo musical y lo po¨¦tico. Es una m¨²sica que nace con la familia. Desde chicos, la hemos tocado en casa¡±.
La chacarera suena con alegr¨ªa y naturalidad en La estrella azul, una historia que, fuera de los t¨ªpicos biopics, se convierte en una inmersi¨®n existencial por encontrar la inspiraci¨®n. Como dice Javier Macipe, director de la pel¨ªcula y quien, como Mauricio Aznar, hizo el mismo camino de b¨²squeda para encontrar las huellas que marcaron al cantante y compositor de M¨¢s Birras en su viaje: ¡°Esta pel¨ªcula es un Karate Kid musical por lo que tiene de mundo interior. Porque es, en el fondo, la historia de c¨®mo alguien est¨¢ buscando la luz¡±.
Luz es una palabra que podr¨ªa asociarse al anciano Cuti Carabajal, quien da peque?os sorbos a su caf¨¦ y forma parte de una familia de ¡°12 hermanos y ninguna mujer¡±. ?l, como Carlos y otros hermanos, se dedic¨® a la m¨²sica con el fin de llevar esas canciones que sonaban y se bailaban en los patios de Santiago. ¡°Mi hermano Agust¨ªn viv¨ªa en Buenos Aires y se separ¨® de Los Cantores de Salavina, un conjunto muy famoso. Al separarse, busc¨® a tres de nuestra familia para su nuevo conjunto: a mi hermano Ra¨²l, a un sobrino y a m¨ª. Ah¨ª empec¨¦¡±, rememora. ¡°Entonces, all¨¢ por los a?os sesenta, para hacer algo importante en la m¨²sica, hab¨ªa que hacerla en Buenos Aires. Estaban todos los estudios y medios de comunicaci¨®n. Viajamos en el tren estrella del norte, en el que todos los provincianos del norte ¨ªbamos a buscar a trabajo a la capital. Trabajos de alba?iles, carpinteros¡ Pero nosotros aparecimos con nuestras guitarras¡±. Tambi¨¦n toc¨® con Los Manseros Santiague?os, otra formaci¨®n muy exitosa. ¡°Conocidos en Argentina como los Rolling manseros¡±, se?ala Javier Macipe, quien acompa?a a Cuti en Atocha y, despu¨¦s de su actuaci¨®n en las fiestas del Pilar en Zaragoza, tambi¨¦n lo har¨¢ en el concierto del 22 de octubre en la sala Galileo, un evento con dos pases ¡ªa las 18.30 y a las 21.00¡ª.
¡°Soy un folclorista¡±, asegura Cuti Carabajal entre risas. ¡°Muchos han usado el folclore para ir a otra m¨²sica que no es igual, m¨²sica muy comercial¡±, se?ala y, despu¨¦s, nombra a los grandes compositores del folclore argentino al que rinde tributo en sus canciones como Oscar Vall¨¦s, Ariel Petrocelli, Le¨®n Benar¨®s y Pablo Ra¨²l Trullenque. ¡°Busco la inspiraci¨®n en mi casa. Tranquilo y solo. Leer poemas ya me trae inspiraci¨®n. Hay poemas que ya vienen con m¨²sica¡±. Y sentencia: ¡°Una cosa es el productor y otra el campesino. El folclore defiende al campesino porque es una persona humilde y trabajadora. Nuestras canciones siempre est¨¢n del lado de ese hombre o esa mujer que trabaja¡±.