Ken Follett sobre el musical ¡®Los pilares de la tierra¡¯: ¡°Me parec¨ªa una locura que hicieran esto¡±
El autor brit¨¢nico asiste en Madrid al estreno de la adaptaci¨®n de su ¡®best seller¡¯, la primera que se realiza en los escenarios, en la Gran V¨ªa
Cuando Ken Follett escribi¨® Los pilares de la tierra, no imaginaba que su historia vender¨ªa cerca de 200 millones de ejemplares y se convertir¨ªa en uno de los libros m¨¢s vendidos de la historia. Tampoco imaginaba que se adaptar¨ªa a la radio, la televisi¨®n y al mundo de los videojuegos. Pero si hay algo que no alcanzaba a sospechar, incluso con su novela ya convertida en un fen¨®meno mundial, era estar sentado en mitad de la escenograf¨ªa que recrea su mundo en un espect¨¢culo musical. Y es que su f¨¢bula, ambientada en el siglo XII y con una trama que entremezcla la violencia feudal con los conflictos de poder entre nobleza e Iglesia, tiene como pieza central la construcci¨®n de una enorme catedral que se destruye en mitad de la historia y se vuelve a construir. ¡°Me parec¨ªa una locura que hicieran esto. Estoy aqu¨ª sentado, vi¨¦ndolo todo hecho, y pienso: ¡®?De verdad escrib¨ª esto?¡±, contaba Follett este martes en medio de los pilares con figuras religiosas y las vigas de madera que enmarcan la primera adaptaci¨®n musical en el mundo de Los pilares de la tierra, una producci¨®n de Beon Entertainment que estrena este mi¨¦rcoles en el teatro EDP en la Gran V¨ªa madrile?a.
Tan impensable como para Follett fue para Federico Barrios que un ¡°loco¡±, el productor Dar¨ªo Regattieri, lo invitara a dirigir la obra. ¡°Es un reto muy grande cuando haces un proyecto as¨ª, de una novela tan larga y tan interiorizada en la mente de las personas, manteniendo su esencia¡±, cuenta Barrios. M¨¢s all¨¢ de c¨®mo materializar la construcci¨®n de la catedral, el espect¨¢culo ten¨ªa que resumir las casi 1.000 p¨¢ginas de la novela y los 47 a?os de historia que en ellas suceden, en dos horas y media de teatro. El equipo creativo hab¨ªa decidido arriesgarse con la construcci¨®n de su particular catedral: un musical desde cero, una propuesta original, no muy habitual en la cartelera de los musicales en Madrid, plagada de r¨¦plicas de Broadway. Y esta, como la catedral del escritor ingl¨¦s, tuvo tambi¨¦n su particular derrumbe.
Dar¨ªo Regattieri es todo lo que se espera cuando se piensa en un productor de teatro musical. Su cabeza va a 1.000 kil¨®metros por hora y se nota. ¡°Lo primero de todo, ?puedo coger tu bolsa?¡±, dice con la bolsa ¡ªm¨¢s bien una mochila¡ª ya en la mano, al recibir al periodista en una cafeter¨ªa la semana pasada. ¡°D¨¦jame ponerla en la silla, que si no, se va el dinero¡±, sigue, con un acento extranjero (nacido en Suiza y de padres italianos). Y termina su frase de bienvenida: ¡°Las bolsas nunca se ponen en el suelo¡±. ?l es el encargado de pagar las facturas a fin de mes y el que invirti¨® m¨¢s de cuatro millones de euros para la creaci¨®n del espect¨¢culo. Cuando habla de dinero, parece conocerlo m¨¢s que nadie. ¡°La verdad es que s¨ª estamos locos. Nos metimos en la boca del le¨®n. Hacer una producci¨®n as¨ª no es dif¨ªcil, no. Es lo que le sigue¡±, dice. De ¨¦l y de Iv¨¢n Mac¨ªas, el compositor del musical, surgi¨®, en 2017, la idea de escenificar la novela. Una idea que, en un principio, no recibi¨® la aprobaci¨®n del autor.
¡°Es que no nos conoc¨ªa¡±, dice Mac¨ªas. ¡°Fuimos a preguntar y recibimos lo que esper¨¢bamos, un no¡±. Pero la negativa no impidi¨® que comenzara con el trabajo. Al contrario, lo impuls¨®: ¡°Me puse a componer y trabajar durante horas y luego volvimos, con la propuesta mucho m¨¢s aterrizada y con gran parte de la m¨²sica hecha¡±. De ese trabajo, a¨²n sin saber si se llevar¨ªa a escena, salieron m¨¢s de una decena de canciones, ahora grabadas con una orquesta y que, a partir de este mi¨¦rcoles, ser¨¢n interpretadas por siete m¨²sicos en directo. As¨ª resume el compositor su proceso creativo: ¡°Lo que hago es hacer una lectura muy profunda del texto e identifico las emociones de los personajes. Trato de sentir lo que sent¨ªa el autor al escribir el texto y lo que sienten los lectores al leerlo. El siguiente paso es quedarse con las emociones, quitar las palabras y pasar esas emociones a la m¨²sica. A partir de ah¨ª se hace la dramaturgia¡±. Y esa m¨²sica es la base del espect¨¢culo. Follett acept¨® despu¨¦s del segundo contacto. ¡°Creo que entendi¨® que ¨¦ramos muy respetuosos con su obra. Escuch¨® la m¨²sica y conect¨® inmediatamente con el proyecto. Vio verdad y respeto¡±, asegura Mac¨ªas.
A la m¨²sica le puso letras F¨¦lix Amador, encargado tambi¨¦n de controlar la duraci¨®n del espect¨¢culo sin perder la esencia en la dramaturgia. Un reto que, seg¨²n explica, aumentaba porque ¡°no hay un solo protagonista, sino siete. Y muchos otros personajes importantes¡±. Su secreto para lograrlo: centrarse en los personajes y en sus historias. Con la dramaturgia lista, la obra se program¨® para estrenarse en 2020. Pero la catedral simb¨®lica que constru¨ªan, ya en obras avanzadas, vio su techo destruirse con la llegada de la pandemia.
¡°Cerramos y lo echamos todo para atr¨¢s, esperando mejores tiempos¡±, cuenta el productor. M¨¢s adelante, Beon, ya con las restricciones sanitarias terminadas, decidi¨® montar otro musical, de menor presupuesto y de m¨¢s f¨¢cil realizaci¨®n: El m¨¦dico, tambi¨¦n una adaptaci¨®n de otro best seller hom¨®nimo, este de Noah Gordon. Reflejo de un gusto particular que la productora tiene por las producciones originales. ¡°Queremos ser exportadores¡±, dice Regattieri. Este a?o, siete despu¨¦s de que empez¨® a trabajarse en Los pilares de la tierra, la producci¨®n empez¨®, por fin, a materializarse. Pero la inc¨®gnita principal, lo que m¨¢s dudas despertaba al inicio, segu¨ªa sin resolverse: ?c¨®mo se construye una catedral en escena?
Ricardo S. Cuerda, el escen¨®grafo a cargo del espect¨¢culo, lo tiene claro: ¡°Es imposible construir una catedral en un teatro¡±. Pero tambi¨¦n ofrece una soluci¨®n. ¡°Hay que hacerlo con elementos simb¨®licos que mantengan la emoci¨®n que genera esa construcci¨®n¡±, cuenta. Pero su trabajo, m¨¢s all¨¢ de la soluci¨®n creativa para superar ese reto, implica mucho m¨¢s. ¡°Todos hablan de la catedral, pero suceden mucho m¨¢s cosas. Hay peleas, la coronaci¨®n de un rey, mercados, castillos, mucho m¨¢s¡±, dice Cuerda. Su escenograf¨ªa no solo se refleja en la caja del escenario, sino que sale al patio de butacas. Ha convertido toda la sala en una construcci¨®n del siglo XII, ayud¨¢ndose tambi¨¦n de una tecnolog¨ªa 360? que, con proyecciones en las paredes, contribuye a la creaci¨®n del ambiente.
De la catedral g¨®tica, lo que s¨ª se ha materializado en el teatro EDP es un gran roset¨®n multicolor que arranca un ¡°Oh, wow¡± de Ken Follett al verlo. El antes esc¨¦ptico escritor, todav¨ªa sin ver el espect¨¢culo, ya hace la primera valoraci¨®n: ¡°Es un gran momento para m¨ª, es un testimonio de la historia que he escrito, la confirmaci¨®n de que puede ser transformada a un medio completamente diferente. Pero es mi historia todav¨ªa, me ha tocado el coraz¨®n¡±. Pero la inevitable incertidumbre que conlleva una producci¨®n nueva como esta no abandona todav¨ªa al equipo creativo. ¡°Acojona, s¨ª. Y adem¨¢s en el mundo del musical sucede que, si tiene ¨¦xito, es gracias a la producci¨®n, y si no, es culpa del director¡±, reflexiona Federico Barrios. Su productor comparte la incertidumbre: ¡°No sabemos c¨®mo va a reaccionar la gente, eso es as¨ª. Y en esto no bastan la ganas y el trabajo, hay que tener un retorno econ¨®mico¡±. Eso no evita, sin embargo, que su mente de productor, antes de saber qu¨¦ pasar¨¢, ya piense en el futuro. ¡°Te lo digo desde ahora, queremos exportar este producto. Nuestra meta es llegar a Broadway y lo conseguiremos¡±, asegura.