Martin Parr, fot¨®grafo: ¡°Cuando aparece el absurdo del mundo, disparo¡±
El gran cronista de la clase media, a la que ha retratado con mucho humor en sus im¨¢genes, fue la estrella invitada al festival internacional de fotograf¨ªa Fujikina en Barcelona. Sigue en activo porque ¡°siempre queda una buena foto por hacer¡±
El ingl¨¦s Martin Parr, nacido en Epsom, de 72 a?os, est¨¢ considerado uno de los fot¨®grafos documentales m¨¢s importantes del ¨²ltimo medio siglo. Presidente de la agencia Magnum entre 2013 y 2017, fue la estrella invitada del Fujikina en Barcelona, itinerante festival fotogr¨¢fico internacional que desde hace a?os se celebra en diferentes ciudades del mundo: Nueva York, To...
El ingl¨¦s Martin Parr, nacido en Epsom, de 72 a?os, est¨¢ considerado uno de los fot¨®grafos documentales m¨¢s importantes del ¨²ltimo medio siglo. Presidente de la agencia Magnum entre 2013 y 2017, fue la estrella invitada del Fujikina en Barcelona, itinerante festival fotogr¨¢fico internacional que desde hace a?os se celebra en diferentes ciudades del mundo: Nueva York, Tokio, Estocolmo, Berl¨ªn, Arl¨¦s... organizado por la corporaci¨®n Fujifilm. El fin de semana del 16 y 17 de noviembre, el Teatre Nacional de Catalunya acogi¨® conferencias de fot¨®grafos que mostraron sus trabajos, entre ellos Parr, al que vieron unas 400 personas, casi todos j¨®venes; talleres, paseos fotogr¨¢ficos con profesionales y demostraciones de los productos de la marca japonesa. Parr ha perfilado una obra de mirada humor¨ªstica, ir¨®nica, hacia la sociedad del ocio y el consumo, enfocada sobre todo en la clase media. Su estilo es reconocible, colores brillantes y saturados con los que dibuja un mundo kitsch.
Parr fue tambi¨¦n noticia en Barcelona porque el pasado mi¨¦rcoles se estren¨®, en la inauguraci¨®n del Festival de Cine Documental sobre Arte (Dart), I Am Martin Parr, un documental sobre este autor, a quien su abuelo aficion¨® a la c¨¢mara cuando era un chaval. Parr estudi¨® fotograf¨ªa en M¨¢nchester, pero se decepcion¨® pronto, as¨ª que comenz¨® a trabajar en sus proyectos. Aunque empez¨® en blanco y negro, se pas¨® al color a comienzos de los ochenta. ¡°Ya no hab¨ªa vuelta atr¨¢s¡±, dice de esa decisi¨®n. Sus fotos se han expuesto en los principales museos del mundo. En el Fujikina (cuya organizaci¨®n invit¨® a este periodista), EL PA?S fue el ¨²nico medio espa?ol que le entrevist¨®. Parr tiene fama de no gustarle demasiado las entrevistas, aunque en la conferencia posterior a esta, se mostr¨® locuaz y respondi¨® con simpat¨ªa las cuestiones del p¨²blico: ¡°La reina [Isabel II] era la ¨²nica persona en todo el mundo que pod¨ªas fotografiar por detr¨¢s y reconocerla¡±, dijo cuando puso una imagen suya de la monarca de espaldas en una celebraci¨®n de su cumplea?os.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha hecho del humor, de la iron¨ªa, la se?a de identidad de su fotograf¨ªa?
Respuesta. Porque para m¨ª el mundo es un lugar absurdo. Y en mi trabajo reflejo lo que veo, aquello con lo que me encuentro, y cada d¨ªa me encuentro con el absurdo.
P. ?Qu¨¦ ventajas tiene contar as¨ª la realidad, con esa clase de humor?
R. El humor la hace accesible. Quiero que la gente se quede con aquello que quiera de lo que est¨¢ viendo en mis fotos.
P. ?Qu¨¦ supone para usted que sus im¨¢genes hagan sonre¨ªr o incluso re¨ªr a quien las observa?
R. Me parece bien porque ese es el prop¨®sito de mi trabajo, reflejar mi punto de vista, reflejar que el mundo es absurdo.
P. ?Qu¨¦ busca cuando toma una fotograf¨ªa?
R. Bueno, coloco la c¨¢mara de manera intencionada en un lugar concreto, busco momentos, ritmos, y cuando aparece el absurdo del mundo, disparo. [Luego dir¨ªa en su charla que lo que persigue con sus fotos ¡°son reacciones, no cambiar mentalidades ni actitudes¡±].
P. Le ha interesado sobre todo la clase media, en las playas, por ejemplo.
R. Las playas son distintas seg¨²n el pa¨ªs en el que uno se encuentre. Uno identifica h¨¢bitos de comportamiento diferentes. En la India est¨¢n vestidos en la playa, mientras que en Brasil es justo todo lo contrario. Me atraen las playas porque es el lugar al que la gente va a relajarse, en sus momentos de descanso, durante sus vacaciones, y ah¨ª encuentro una contradicci¨®n, una tensi¨®n. Porque, por una parte, est¨¢n sin arreglar, no se preocupan por su imagen, pero por otra muestran una cierta contenci¨®n.
P. ?Ha podido hacer fotos estos d¨ªas en Barcelona?
R. Ya tengo un proyecto dedicado a Barcelona. Ahora no tendr¨¦ tiempo, si me quedara m¨¢s por aqu¨ª, por supuesto, saldr¨ªa con la c¨¢mara. Mi trabajo sobre Barcelona est¨¢ dedicado al turismo. Tambi¨¦n lo est¨¢n mis proyectos sobre Benidorm, M¨¢laga...
P. Hablando de playas, seguro que le han comentado que hubo un fot¨®grafo espa?ol, ya fallecido, Carlos P¨¦rez Siquier, con un estilo muy parecido al suyo.
R. S¨ª, s¨¦ qui¨¦n es Carlos P¨¦rez Siquier y, s¨ª, conozco su trabajo y lo respeto mucho.
P. ?Qu¨¦ reflexi¨®n le merece la cantidad de im¨¢genes que nos rodean cada d¨ªa y las que nos hacemos con los m¨®viles? Tiene un libro sobre este tema, Muerte por selfi, de 2019, hecho en la India.
R. Le puse ese t¨ªtulo porque vi en la Wikipedia que hab¨ªa una gran cantidad de personas que mor¨ªan al a?o cuando intentaban hacerse un selfi. Esto lo explico en el libro. Y como el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de muertes por esta causa es la India, si el tema de mi libro iba a ser ese, ten¨ªa que ir necesariamente a la India. Esto es una locura, la verdad. Hoy, por ejemplo, se han hecho selfis conmigo unas 15 personas [a las que se sumar¨¢n unas cuantas m¨¢s, entre ellas el entrevistador]. Y no s¨¦ qu¨¦ har¨¢n con ellos, a lo mejor los borran de sus tel¨¦fonos. En mi caso, si hago una foto que quiero hacer, la conservo, la descargo desde mi iPhone, pero la mayor¨ªa de la gente no hace eso.
P. ?Cree que con las redes sociales su trabajo de d¨¦cadas atr¨¢s, que fue criticado por colegas suyos, ahora se comprende mejor?
R. Entiendo que, como resultado de esta proliferaci¨®n de fotograf¨ªas debido a la tecnolog¨ªa y a que llevo muchos a?os trabajando, hace que se tomen mis fotograf¨ªas m¨¢s en serio. Mi objetivo es que mis im¨¢genes sigan siendo atractivas, diferentes.
P. Ha publicado un centenar de libros de fotograf¨ªa. ?Por qu¨¦ ha dicho en alguna ocasi¨®n que el fotolibro est¨¢ subestimado en la historia de la fotograf¨ªa?
R. Normalmente, la historia de la fotograf¨ªa la han escrito acad¨¦micos, que no entienden el trabajo pr¨¢ctico de los fot¨®grafos. Para un fot¨®grafo, hacer un libro es la m¨¢xima expresi¨®n de su trabajo, en tanto que es una declaraci¨®n de intenciones.
P. ?C¨®mo ha combinado los encargos comerciales, como los de moda, por ejemplo, con los proyectos personales para poder tener estabilidad econ¨®mica?
R. Ha sido f¨¢cil. He hecho encargos de moda, que son trabajos comerciales, bien pagados. Le piden a Martin Parr que haga proyectos de moda y no tiene inconveniente en hacerlos.
Mientras escucha las preguntas, Parr da golpecitos en la mesa con un cl¨ªnex, a veces levanta la mirada por la cantidad de gente que ha acudido al festival. De repente, deja de dar esos golpecitos y mira los folios de su interlocutor.
¡ª?Todo eso son preguntas? (r¨ªe).
¡ªNo, no, son notas m¨ªas y frases que usted ha dicho...
P. Usted presidi¨® la c¨¦lebre agencia Magnum, en la que hab¨ªa ingresado en 1994. ?C¨®mo sobrevive hoy Magnum con tanta competencia?
R. La mayor¨ªa de las agencias de fotograf¨ªa han cerrado. Creo que el mayor activo de Magnum es su archivo fotogr¨¢fico, que incluye, entre otros, mis trabajos sobre la vida cotidiana, adem¨¢s de otras muchas realidades, guerras, conflictos, que han documentado otros fot¨®grafos de Magnum desde hace 75 a?os.
P. En 2017 cre¨® la Fundaci¨®n Martin Parr, en Bristol, que apoya a fot¨®grafos y organiza eventos, talleres, exposiciones...
R. El objetivo de la fundaci¨®n es ofrecer un espacio para que fot¨®grafos brit¨¢nicos que han sido subestimados o no lo suficientemente valorados puedan publicar sus trabajos.
P. ?C¨®mo hace Martin Parr para mantener el reto de seguir fotografiando despu¨¦s de tantos a?os?
R. Siempre queda una buena foto por hacer, siempre hay una fotograf¨ªa pendiente, y uno vive con esa esperanza, la de hacer esa pr¨®xima foto.