¡®Mikaela¡¯: atracos olvidables en la nieve

Existe para m¨ª algo l¨ªrico y evocador en cualquier t¨ªtulo de pel¨ªcula, libro o canci¨®n en el que aparezca la palabra nieve. Siempre me suena a infancia. Memoria de la nieve era el precioso enunciado de un libro de poemas que escribi¨® Julio Llamazares hace infinitos a?os. Pero fue terrible comprobar los efectos de las salvajes avalanchas de copos blancos, derribando ¨¢rboles y convirtiendo en intransitables las calles de Madrid cuand...

Existe para m¨ª algo l¨ªrico y evocador en cualquier t¨ªtulo de pel¨ªcula, libro o canci¨®n en el que aparezca la palabra nieve. Siempre me suena a infancia. Memoria de la nieve era el precioso enunciado de un libro de poemas que escribi¨® Julio Llamazares hace infinitos a?os. Pero fue terrible comprobar los efectos de las salvajes avalanchas de copos blancos, derribando ¨¢rboles y convirtiendo en intransitables las calles de Madrid cuando Filomena ejecut¨® su invasi¨®n. El encanto de la nieve se torn¨® en miedo. Aunque, bueno, esa blancura que cae del cielo siempre es muy cinematogr¨¢fica, la vista puede sentirse fascinada.

Y esta anda presente durante todo el metraje de Mikaela. A lo largo de una noche, la anterior a la llegada de esos Reyes Magos que colman las ilusiones de los cr¨ªos. Qui¨¦n pudiera volver a creer en ellos. Ocurre en carreteras de las afueras de Madrid. Unos atracadores eslavos asaltan un furg¨®n goloso. A un polic¨ªa a punto de jubilaci¨®n le pilla accidentalmente esta peligrosa movida en su camino. El resto es bastante previsible, incluido el desenlace. Todo es correcto y olvidable. Nada m¨¢s. Veo y escucho esta muestra de cine de acci¨®n sin padecer ning¨²n sobresalto. No me aburro. Pero tampoco me entusiasmo en ning¨²n momento. Aunque sigo confiando en la notable capacidad visual del director Daniel Calparsoro, en su excelente relaci¨®n con esa c¨¢mara que sirve para contar historias, y me gustar¨ªa que encontrara guiones brillantes, personajes con cuerpo y alma, situaciones atractivas y complejas. Hay cine de atracadores que lleva el sello de obras maestras, pel¨ªculas que amo como Heat y Atraco perfecto. Me gustar¨ªa que ese g¨¦nero resplandeciera tambi¨¦n en el cine espa?ol.

Mikaela es artesanal en el buen sentido, muy correcta. Pero le faltan otras cosas. Calparsoro comenz¨® haciendo cine de autor. El t¨¦rmino me resulta antip¨¢tico, se presta a la autenticidad pero tambi¨¦n a la vacuidad pretenciosa y a la impostura. Y despu¨¦s se especializ¨® en rodar pel¨ªculas y series que llegaran a un p¨²blico amplio. Es leg¨ªtimo. Y est¨¢ dotado del lenguaje para hacerlo. Tiene asegurada la continuidad e imagino que le llueven las propuestas. Pero desear¨ªa que se complementara en un futuro la forma con el fondo. Y ya s¨¦ que esos t¨¦rminos pueden resultar ampulosos o acad¨¦micos. Yo me entiendo.

Calparsoro le ofrece el protagonismo a Antonio Resines en un papel dram¨¢tico que ¨¦l no suele frecuentar. A Resines el gran p¨²blico le identifica como infatigable actor de comedia en el cine y en las series. Tambi¨¦n hace gracia en sus m¨²ltiples apariciones en programas de televisi¨®n y en la publicidad. Es ver¨ªdico que posee el impagable don de caerle bien al p¨²blico, incluida la gente joven. Y, por supuesto, a m¨ª, ya que tengo el lujo de mantener inquebrantable amistad con ¨¦l despu¨¦s de 50 a?os. Y cuando los directores han confiado en su vena dram¨¢tica, ha salido triunfante en misi¨®n tan problem¨¢tica. Resultaba conmovedor en La buena estrella. Tambi¨¦n como el cerebral vengador de la muerte de su hija en La caja 507. Aqu¨ª se mete en la piel de un polic¨ªa que alguna vez se pring¨® con la corrupci¨®n y que va a acabar con m¨ªnimas fuerzas esa noche tan azarosa. Est¨¢ correcto. Todo lo es en Mikaela. Solo eso.