Gracie Abrams acaricia el alma de sus fans en Madrid

Lazos grandes, medianos y peque?os. Lazos por todas partes: en el pelo, como estampado en la ropa y como complemento en pendientes y anillos. Un accesorio que ya se ha convertido en el sello personal de Gracie Abrams (Los ?ngeles, 25 a?os) y con el que sus seguidores ¡ªen su mayor¨ªa chicas¡ª inundaron los aleda?os y el interior del Palacio Vistalegre de Madrid. No llevarlos te hace parecer un extra?...

Lazos grandes, medianos y peque?os. Lazos por todas partes: en el pelo, como estampado en la ropa y como complemento en pendientes y anillos. Un accesorio que ya se ha convertido en el sello personal de Gracie Abrams (Los ?ngeles, 25 a?os) y con el que sus seguidores ¡ªen su mayor¨ªa chicas¡ª inundaron los aleda?os y el interior del Palacio Vistalegre de Madrid. No llevarlos te hace parecer un extra?o, alguien ajeno a la ola de fanatismo que genera esta joven, y que ella lleva en el vestido elegido para una gran noche. La capital espa?ola fue la primera de las paradas de su gira The Secret Of Us, con la que recorrer¨¢ otros pa¨ªses europeos en las pr¨®ximas semanas, como Francia, Portugal o Alemania. Eso no ha impedido que seguidores, llegados de todas las partes del continente, hiciesen las maletas para acudir al arranque de una serie de conciertos que prometen ser su confirmaci¨®n como fen¨®meno del pop actual.

Los nervios por el inicio del concierto del domingo eran palpables en el ambiente. Los 8.500 asistentes preparaban las gargantas para lo que estaba por llegar con las canciones que sonaron como antesala del repertorio de la protagonista ¡ªno faltaron Taylor Swift (su mentora) o Billie Eilish¡ª. Para intentar calmar ese estado de impaciencia generalizada, el equipo de Gracie Abrams coloc¨® en el escenario, de manera estrat¨¦gica, varillas de incienso con el objetivo de crear un ambiente ¨²nico, especial y de relax.

Las luces se apagaron, los gritos retumbaron en el ambiente, la banda apareci¨® en el escenario y los m¨®viles autom¨¢ticamente se prepararon para la salida de la estadounidense, hija del famoso productor y director de cine J. J. Abrams. La voz de la artista sonaba, pero no hab¨ªa ni rastro de ella en el escenario. Los ojos de los presentes se mov¨ªan de un lado a otro para buscar de donde proced¨ªa la voz. Entonces las luces iluminaron el centro del decorado y una sombra cobr¨® protagonismo interpretando Felt Good About You, la primera de las 24 canciones que cant¨®, sin descanso, durante las casi dos horas de espect¨¢culo.

La conexi¨®n con su p¨²blico fue inmediata y el clima se transform¨® en un espacio ¨ªntimo y de cercan¨ªa. Las canciones de Abrams, donde relata cada una de sus vivencias y sentimientos, emulan una conversaci¨®n consigo misma, pero tambi¨¦n con sus seguidores, que ya las han hecho suyas. A partir de ese momento, solo exist¨ªa la artista y las 8.500 almas ¡ªque coreaban las letras incluso m¨¢s alto que ella¡ª que le acompa?aban. No necesita excentricidades porque ella sola, y su inseparable variedad de guitarras, son suficientes para encandilar a una masa que quiere y necesita m¨¢s de ella.

Si por algo se caracteriza Abrams, adem¨¢s de la sensibilidad de sus letras, es por la cercan¨ªa con su p¨²blico. Una caracter¨ªstica fundamental en estos tiempos donde el consumo musical r¨¢pido puede hacer que un d¨ªa est¨¦s en lo m¨¢s alto y al siguiente ya nadie se acuerde de ti. Mir¨® a los ojos a sus fans, interactu¨® con ellos, salud¨® una y otra vez a la grada y les envi¨® besos constantemente. ¡°Hola. Soy Gracie¡±, se present¨® como si nadie de los all¨ª presentes supiese qui¨¦n es y no llevasen meses esperando este d¨ªa. ¡°Esta ciudad es muy importante porque me siento muy querida. Est¨¢is cantando muy alto¡±, explic¨® tras interpretar las cuatro primeras canciones.

Su voz es hipn¨®tica, casi como un susurro. Sabe lo que genera y tambi¨¦n sabe que sus seguidores han encontrado en sus letras un refugio al que acudir. ¡°He creado un espacio en el que podamos sentir todo. Van a ser dos horas donde vamos a estar juntos o conectar con los sentimientos que tenemos, distraernos de la vida, bailar, cantar o llorar. Esto es un lugar seguro para ello¡±, quiso recordar a sus seguidores.

Aunque la locura por Gracie Abrams se desat¨® en 2024 gracias al disco The Secret Of Us, la compositora lleva lanzando sus temas desde 2019. Parte de este ¨¦xito se lo debe a Taylor Swift, quien confi¨® en ella para ser la telonera de su gira The Eras Tour y con quien ha colaborado en Us, tema que ha estado nominado a los premios Grammy. En esta gira interpreta las canciones que le han dado la fama, pero tambi¨¦n recuerda las composiciones que le abrieron las puertas a la industria musical. Cuando los acordes de 21, Camden o Rockland ¡ªalgunas de sus primeras canciones ¡ªempezaron a sonar, el gent¨ªo estall¨® en un ahogado grito que confirm¨® que no solo quer¨ªa escuchar sus ¨²ltimos ¨¦xitos.

No habl¨® en espa?ol, solo dijo en repetidas ocasiones ¡°Te quiero¡±, ¡°Os amo¡± y ¡°Les quiero¡± a su p¨²blico en ingl¨¦s. Pero no hizo falta m¨¢s. La emoci¨®n inund¨® una y otra vez tanto a la protagonista de la velada como a sus seguidores. Tambi¨¦n hubo tiempo para recoger algunos de los regalos que los asistentes prepararon para ella. ¡°?Esto es para m¨ª? ?C¨®mo te llamas?¡±, pregunt¨® a una chica que se encontraba en las primeras filas y que, por lo tanto, llevaba horas de espera. Siempre atenta y pendiente, se mostr¨® tan natural que sorprendi¨® incluso a los que dicen conocerla como si de una amiga se tratase.

La realidad es que ha conseguido crear una hermandad que une a personas que aparentemente no tienen nada que ver, m¨¢s all¨¢ de su gusto musical. El final de la pista, donde se encontraban los fans que buscaban pas¨¢rselo bien sin el agobio del bullicio, se convirti¨® en un lugar donde los abrazos iban y ven¨ªan, las manos permanec¨ªan unidas y la gente se consolaba en los momentos de vulnerabilidad ante la emoci¨®n de escuchar los notas de la canci¨®n deseada.

Tras hacer un recorrido por su corta discograf¨ªa, se traslad¨® al segundo escenario, ubicado en mitad de la pista y de donde surgi¨® una habitaci¨®n ¡ªla de su adolescencia, donde compuso las primeras canciones¡ª. Aqu¨ª fue donde pudo sentir m¨¢s de cerca el calor del p¨²blico y tambi¨¦n le sirvi¨® para inmortalizar en tres polaroids lo vivido esa noche. Siguiendo una de las se?as de identidad de Swift en su ¨²ltima gira, tambi¨¦n ella quiere que cada concierto sea diferente e interpretar una canci¨®n nueva en cada una de las citas en un set ac¨²stico.

Pero nada se parece a The Eras Tour, y tampoco lo intenta. Demuestra que no hacen falta constantes cambios de vestuario para sorprender, ni un incre¨ªble escenario, ni tampoco un juego de luces propio de los grandes acontecimientos. Ella quiere que sus conciertos sean algo ¨ªntimo y especial.

Las canciones m¨¢s esperadas, como no pod¨ªa ser de otro modo, las interpret¨® al final del concierto. Us, Free Now, That¡¯s So True ¡ªa la que debe su ¨¦xito gracias a viralizarse en TikTok¡ª y Close To You pusieron el punto final a una velada que fue como una monta?a rusa de emociones y donde hubo tiempo para bailar, llorar y sentir. El espectador no solo consigui¨® salir de all¨ª con una bonita sensaci¨®n de libertad, sino tambi¨¦n de haber visto en directo a una estrella que acaba de nacer y que todav¨ªa tiene mucho potencial que demostrar.