C¨®mo compaginar estudio y vivienda con un presupuesto reducido
Un piso sin funci¨®n espec¨ªfica es una f¨®rmula cl¨¢sica, a la japonesa, que requiere un orden: para evitar sentenciar el uso con mobiliario u ornamentos y conseguir mantenerlo flexible
?C¨®mo se consigue un espacio ¨²til alejado de cualquier tipolog¨ªa? Los arquitectos del estudio Pach¨®n Paredes han trabajado con la indefinici¨®n. Y han construido un piso-estudio al que han bautizado como espacio no binario, justamente porque se mantiene indefinido: ¡°Es un lugar que debido a su indefinici¨®n tipol¨®gica y funcional, tanto espacialmente como de mobiliario o detalles constructivos, permite y facilita al usuario interpretarlo y adaptarlo libremente, no comprometiendo la libertad de su uso¡±. Su objetivo era que un piso asumi...
?C¨®mo se consigue un espacio ¨²til alejado de cualquier tipolog¨ªa? Los arquitectos del estudio Pach¨®n Paredes han trabajado con la indefinici¨®n. Y han construido un piso-estudio al que han bautizado como espacio no binario, justamente porque se mantiene indefinido: ¡°Es un lugar que debido a su indefinici¨®n tipol¨®gica y funcional, tanto espacialmente como de mobiliario o detalles constructivos, permite y facilita al usuario interpretarlo y adaptarlo libremente, no comprometiendo la libertad de su uso¡±. Su objetivo era que un piso asumiera usos relacionados con lo laboral, lo dom¨¦stico y lo deportivo, sin comprometer ninguno de ellos.
Part¨ªan de un piso de 100 metros cuadrados compartimentado en nueve estancias. La torre de 15 alturas, en la que se encuentra el piso, fue levantada a finales de los a?os cincuenta por el equipo de la obra sindical (liderado por Moreno Barber¨¢, y compuesto por Cano Lasso, De la Joya o Benlloch La Roda). Ubicada en Madrid R¨ªo, la torre form¨® parte de un experimento urban¨ªstico llamado ¡°La colonia de San Antonio¡± y hoy ofrece unas vistas inigualables de la ciudad. Con esas vistas como patrimonio, los dos j¨®venes arquitectos part¨ªan de un cl¨¢sico: c¨®mo compaginar estudio y vivienda con un presupuesto reducido (690 euros el metro cuadrado) la soluci¨®n fue la resta, es decir, la elecci¨®n. Dejar el lugar inacabado para que la indefinici¨®n sirviera para acoger cualquier uso. As¨ª, el piso es, fundamentalmente, un lugar cambiante. Por eso est¨¢ bastante vac¨ªo. Es un despacho sin m¨¢quinas ¨Dvisibles¨D y una casa sin sof¨¢ ¡ªvisible¡ª. Un gimnasio con ba?os y vistas de lujo y un escenario para fiestas despejado, acabado en crudo con tuber¨ªas visibles y acabados rudos pero abrigado por armarios y zonas de trabajo de madera.
In¨¦s Garc¨ªa Pedrosa y Luis Pach¨®n hablan de una estructura visible y de una planta de cruz latina. ¡°Los espacios no son herederos de su funci¨®n, sino de otra serie de cuestiones relacionadas con la estructura, la energ¨ªa, el tiempo o su libertad de interpretaci¨®n¡±, explican. El aire, la luz natural y las vistas llenan esa cruz latina, un espacio que permanece ¡°libre¡± esto es: no definido, modulado en cinco cuadrantes de dimensi¨®n similar, con distintas posibilidades de orientaci¨®n como si de un escenario se tratara. Los cuadrantes inversos a la cruz latina engloban los espacios ¡°programados¡±, de uso m¨¢s fijo, y por eso permanecen cerrados.
Tambi¨¦n el mobiliario y los materiales son indefinidos, ¡°no binarios¡±, dicen ellos. La isla de la cocina funciona a su vez como ¡°banco de trabajo¡± o mesa de corte y maquetas y como barra de bar cuando llegan amigos (¡°por eso no baja hasta el suelo y se entiende como una mesa m¨¢s¡±, explica In¨¦s). La mesa central circular tambi¨¦n tiene triple funci¨®n como mesa de comedor, mesa de reuniones y mesa de juegos. Hasta los armarios de esa zona est¨¢n enfrentados guardando el ocio (los juegos) y el ¡°neg-ocio¡± (la impresora, las muestras, la papeler¨ªa, etc.). Ese cuadrante central carece mobiliario. Est¨¢ ¡°amueblado¡± con una alfombra amarilla de lin¨®leum porque es una zona libre de paso donde puede hacerse yoga ¡ª¡±apoy¨¢ndose en las bandejas de tramex, donde colgamos gomas y accesorios de gimnasia¡±¡ª o ampliar el comedor a?adiendo a la mesa circular (seis personas) el cabecero de la cama para formar una mesa cuadrada para ocho personas que, con las dos mesas alargadas de delante de la ventana, podr¨ªa alojar hasta 14 personas. Es decir, adem¨¢s de una casa no binaria, o de libre uso, este es, sobre todo, un espacio puzle, flexible, combinable, reinventable.
?Sacrifica entonces la comodidad? ?D¨®nde est¨¢ el sof¨¢? ¡°El cuadrante del sal¨®n cuenta con una mesa baja, unas butacas y unos pufs que sirven de zona de reuniones y de zona de descanso cuando vemos una pel¨ªcula¡±, explica In¨¦s. De hecho, tampoco hay televisi¨®n, solo un proyector ¡ªcolocado en el tramex, la estanter¨ªa de rejilla que sirve como acabado ventilado y aqu¨ª hace tambi¨¦n las veces de estante¡ª. Tienen, explican finalmente, un sof¨¢ modular en una de las habitaciones, ¡°cuando vamos a recibir a muchos amigos, lo sacamos¡ Es decir, el elemento ¡®sof¨¢¡¯ puede ser tambi¨¦n un elemento h¨ªbrido, presente en lo dom¨¦stico y cada vez m¨¢s en lo laboral¡±. Esta casa de quita est¨¢ milim¨¦tricamente pensada y, sin embargo, parece inacabada. Ofrece mucha libertad y multiplica sus usos, eso s¨ª, no es apta ni para perezosos ni para desordenados.