Una vivienda mod¨¦lica
La luz tamizada de los secaderos de tabaco y el sonido del agua circulando por una acequia. Este es un ejercicio de escucha y cultura para responder al anhelo de los clientes por recuperar la vivencia de su lugar de infancia
Esta es una vivienda mod¨¦lica. Luminosa, ventilada y amplia, dignifica la sencillez. En Albolote, Granada, los arquitectos Paloma Baquero y Juan Antonio Serrano (Serrano+Baquero) han construido una casa que se toca y se siente antes de llegar a verse. M¨¢s que con un programa concreto, los proyectistas han trabajado con sensaciones: ideas que remiten a la infancia de los clientes. As¨ª, el frescor de la sombra de los chopos, los juegos de luz y el paisaje rotundo y sencillo de los se...
Esta es una vivienda mod¨¦lica. Luminosa, ventilada y amplia, dignifica la sencillez. En Albolote, Granada, los arquitectos Paloma Baquero y Juan Antonio Serrano (Serrano+Baquero) han construido una casa que se toca y se siente antes de llegar a verse. M¨¢s que con un programa concreto, los proyectistas han trabajado con sensaciones: ideas que remiten a la infancia de los clientes. As¨ª, el frescor de la sombra de los chopos, los juegos de luz y el paisaje rotundo y sencillo de los secaderos de tabaco son las referencias que nuevos materiales y una vegetaci¨®n distinta tratan de evocar. En eso consisti¨® el encargo de esta vivienda: en arraigarla junto a un olivar que traza un puente agr¨ªcola hasta la infancia en la vega de Granada de la pareja de clientes.
La parcela, a los pies del Tajo Colorao, era estrecha y adem¨¢s estaba sujeta a una servidumbre de paso para poder llegar hasta la acequia que hay en uno de los lados y realizar las labores de mantenimiento que precisa. Lejos de ver en esa condici¨®n un problema, los arquitectos incorporaron el sonido del agua al programa. Baquero y Serrano cuentan que fue la suma de esos recuerdos, pero tambi¨¦n la estrechez del solar, lo que les llev¨® a recuperar la imagen de los secaderos de tabaco como inspiraci¨®n.
Establecido el orden longitudinal, la casa comenz¨® a desplegarse en una gran p¨¦rgola, celos¨ªas y tragaluces. La luz queda ahora tamizada por todos esos elementos. El ladrillo, y el hormig¨®n, construyen en el exterior y tambi¨¦n en el interior la huella de la mano, una memoria habla en los muros de la casa. El ladrillo cer¨¢mico y las celos¨ªas y ranuras para la ventilaci¨®n tambi¨¦n remiten al paisaje de los secaderos y, a la vez, funcionan como forma pasiva de ventilaci¨®n.
En la casa hay muros opacos, cubiertas con diversas inclinaciones y ventanas que esquivan el calor y enmarcan las vistas. Tambi¨¦n hay vistas cruzadas, el aire y la luz pueden atravesar toda la vivienda. Lo mismo que hace el sonido del agua circulando por la acequia que ha quedado elevada y ahora acompa?a, a quien entra en la el jard¨ªn, hasta la alberca.
M¨¢s all¨¢ de exprimir el solar y arraigarse en el lugar, esta vivienda busca resucitar vivencias. Quiere ser un legado del a?orado campo de la infancia de los clientes y refleja la recreaci¨®n de una atm¨®sfera soleada, seca, directa y, en su sencillez, luminosa. Es una vivienda legado, una arquitectura que suma recuerdos y necesidades para actualizar la tradici¨®n.
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