Casas m¨ªnimas y prefabricadas: una propuesta arquitect¨®nica frente al v¨¦rtigo inmobiliario
El estudio TINI replantea las necesidades y los objetivos constructivos, adem¨¢s de la cuesti¨®n de d¨®nde habitar

Todav¨ªa no exist¨ªa, pero hab¨ªa razones para creer que iba a funcionar. Todo el mundo estaba encerrado para frenar la pandemia. La mayor parte, sin balc¨®n, terraza ni campo. Hasta ese momento, TINI solo era una idea; una representaci¨®n gr¨¢fica de casas prefabricadas en una p¨¢gina web que contaba con tres cabezas: los arquitectos Pilar Cano-Lasso e Ignacio de la Vega, y el consultor Ricardo de Zulueta. Suficiente para aparecer en todas las publicaciones de arquitectura y consolidarse como una alternativa optimizada ¡ªen tiempo, espacio y procesos¡ª a la edificaci¨®n tradicional.
Empezaron a pensar en ello en 2018. Al principio, la casa de sus sue?os iba a tener ruedas; ser¨ªa m¨¢s peque?a y estaba enfocada a un turismo de campo, pero con comodidades. Hoy, de la nave de Plasencia donde fabrican los m¨®dulos salen despachos para el jard¨ªn, estudios de pintura, casas de invitados, bodegas y primeras y segundas viviendas. Con el sonido de una sierra como m¨²sica de fondo, la pareja de arquitectos relata c¨®mo est¨¢n hechas y d¨®nde ir¨¢n destinadas. Todas est¨¢n construidas con materiales locales y solo tardan 60 d¨ªas en estar listas.
El mayor proyecto al que se han enfrentado se est¨¢ armando en otra nave. All¨ª aparece el esqueleto de la casa de Menorca, un proyecto de 300 metros cuadrados encargado por un arquitecto para el que est¨¢n construyendo 10 m¨®dulos que se montar¨¢n escalonados sobre una roca. Otro proyecto mucho m¨¢s peque?o, con su interior hecho de ramas compactas, descansa en un terreno al norte de Madrid para ser instalado en Mundaka (Bizkaia).

El objetivo es que sean casas personalizadas, que sustituyan a la autopromoci¨®n y donde el proceso y el precio final est¨¦n m¨¢s controlados. TINI parte de dos modelos est¨¢ndar de 23 metros cuadrados (desde 44.600 euros) y 34 (desde 51.900). A partir de ah¨ª, los combinan para construir espacios m¨¢s grandes. ¡°Nosotros tenemos el sistema. Y nos adaptamos a lo que sea, est¨¦tica y funcionalmente¡±, explica Ignacio de la Vega. Esa personalizaci¨®n tambi¨¦n implica la asunci¨®n de la normativa de la regi¨®n, que cambia seg¨²n la comunidad aut¨®noma: en el norte, la cubierta tiene que ser inclinada; en Menorca, el acabado debe ser blanco.
Porque no solo hay diferencias est¨¦ticas dependiendo del entorno; tambi¨¦n en materia de permisos. Seg¨²n Ricardo de Zulueta, ¡°la construcci¨®n actual va a desaparecer. Hay muchas cosas del proceso que no tienen sentido¡±, dice en referencia a los embrollos burocr¨¢ticos. ¡°Queremos integrar el producto y los servicios relacionados con ¨¦l. Hacer un proceso muy sencillo para el cliente final¡±. Se trata de reducir a cero el proceso que implica construir tu vivienda, que supone buscar parcela, pedir permisos, encontrar arquitecto, supervisar el dise?o, conseguir un constructor y un aparejador. ¡°Comprar una casa es tan dif¨ªcil que la gente opta por comprarse un piso¡±.
Hablan desde la experiencia. Los tres socios son treinta?eros. La pareja de arquitectos de TINI ha comprado una parcela para construir su propio proyecto. ¡°Con lo que cuesta esta casa y el terreno, en Madrid solo te compras un piso peque?o, con mala calidad de vida¡±, se?ala De la Vega. ¡°Es un problema para la gente joven, porque no tienes medios para comprar¡±, a?ade Cano.
Su apuesta pretende solucionar ese problema. El de las personas entre 30 y 40 a?os que buscan vivienda en las afueras de la ciudad. ¡°Ah¨ª nosotros tenemos un hueco muy importante. Ayudar a este tipo de cliente es nuestra responsabilidad¡±, apunta De Zulueta.

Pilar Pascual tiene 57 a?os, naci¨® en Santander y se crio en Aranda de Duero. La casa TINI que posee en una parcela en Barajas de Melo (Cuenca) es su refugio en medio de la naturaleza. Su m¨®dulo es autosuficiente y est¨¢ alimentado con placas solares.
Toda la maquinaria de funcionamiento de TINI tiene por filosof¨ªa el m¨ªnimo impacto sobre el entorno natural. ¡°Algo que est¨¢ muy vinculado a la fabricaci¨®n y el tama?o de las viviendas. Tener un proceso superestudiado hace que consumas y desperdicies menos¡±, explica la arquitecta. La estructura est¨¢ optimizada para que sea lo menos pesada posible. ¡°No solo por el transporte, sino para utilizar en la construcci¨®n la menor cantidad posible de material¡±, a?ade su pareja. Estos arquitectos a¨ªslan las casas con solo 16 cent¨ªmetros de cinco materiales, uno de ellos utilizado en las c¨¢maras frigor¨ªficas. Por contra, De la Vega menciona y critica las construcciones desmedidas complementadas con t¨¦cnicas de eficiencia energ¨¦tica. ¡°Es hacer algo muy poco ecol¨®gico y meterle todo lo que sea para a continuaci¨®n intentar neutralizarlo¡±, explica.
¡°Tiene que haber una reflexi¨®n sobre la cantidad de espacio necesario para vivir; nuestro consumo de recursos tiene que disminuir¡±, zanja la arquitecta. La filosof¨ªa de la empresa encaja con su p¨²blico. Ese modo de vida empuj¨® a Pilar Pascual a invertir en este tipo de construcci¨®n. ¡°Con mucho menos podemos ser felices. No hace falta m¨¢s que un ba?o, una cama buena, una cocina y dos armarios¡±, cuenta esta clienta, que se encuentra en una etapa de descubrimiento. ¡°He pasado mis primeros 50 a?os acumulando cosas. Los pr¨®ximos 50 quiero desprenderme de todo eso, ese es mi objetivo. Y esto es la prueba de que se puede¡±.

Hace tiempo que la sostenibilidad, lo verde y lo ecol¨®gico empezaron a desvirtualizarse por los excesos del ma¨¢keting hacia el p¨²blico m¨¢s concienciado. ¡°A la gente se le olvida lo b¨¢sico. Todo lo sostenible ya estaba inventado, pero se ha ido a tecnolog¨ªas sofisticadas cuando no hay nada m¨¢s sostenible que tener un ¨¢rbol que d¨¦ sombra en verano y deje pasar los rayos del sol en inverno¡±, recuerda.
Durante la charla en un peque?o despacho de una de sus naves, los tres socios recuerdan el camino recorrido. Desde la entrega del primer proyecto, han instalado 13, lo que representa un total de 40 m¨®dulos. El primer a?o crearon una ¨²nica instalaci¨®n por valor de unos 70.000 euros. Su objetivo este ejercicio es cerrar con unas ventas de cuatro millones de euros. ¡°A veces no nos lo creemos¡±, reconoce De Zulueta, que recuerda sus inicios justo previos al confinamiento. ¡°No ten¨ªamos un duro¡±. Montaron la sociedad con 3.000 euros. Ahora acaban de cerrar sus dos primeras instalaciones en el extranjero: en Suecia y Suiza.
El contexto es muy favorable. La covid ha puesto en valor el entorno natural, el espacio y el teletrabajo. ¡°Se han desarrollado tecnolog¨ªas en la construcci¨®n tradicional, pero nadie ha redefinido lo que es la construcci¨®n. Nadie ha partido de cero para buscar un proceso m¨¢s eficiente¡±, resume el consultor. Ellos s¨ª.
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