La emoci¨®n popular que venci¨® al riesgo art¨ªstico
La victoria ha sido de las mayor¨ªas, de la caricia, de la equidad social, de una historia que a todos nos afecta, del pinchazo de emoci¨®n un tanto subrayado pero incuestionable
Desde el nacimiento de los Goya, como tambi¨¦n ocurre en los Oscar, no pocas veces su premio final ha estado basado en la dicotom¨ªa entre el s¨®lido cine popular que agrada a todos, y el ¨ªmpetu del cine art¨ªstico que, por su complejidad narrativa, no alcanza el coraz¨®n de una parte de los espectadores ni de los votantes. C¨®mo no recordar los galardones a la mejor pel¨ªcula para La sociedad de la nieve en detrimento de Cerrar los ojos...
Desde el nacimiento de los Goya, como tambi¨¦n ocurre en los Oscar, no pocas veces su premio final ha estado basado en la dicotom¨ªa entre el s¨®lido cine popular que agrada a todos, y el ¨ªmpetu del cine art¨ªstico que, por su complejidad narrativa, no alcanza el coraz¨®n de una parte de los espectadores ni de los votantes. C¨®mo no recordar los galardones a la mejor pel¨ªcula para La sociedad de la nieve en detrimento de Cerrar los ojos; de Vivir es f¨¢cil con los ojos cerrados frente a Can¨ªbal, y, el m¨¢s exagerado, el de Campeones frente a El reino y Entre dos aguas. Y aunque tambi¨¦n se hayan dado los casos contrarios, como el sorpres¨®n del triunfo de La soledad (apenas tres goyas, por siete de El orfanato), en esta gala de 2025 ha vuelto a ocurrir. Las m¨¢s creativas, novedosas y arriesgadas en lo art¨ªstico eran Segundo premio y La estrella azul. Sin embargo, la victoria ha sido de las mayor¨ªas, de la caricia, de la equidad social, de una historia que a todos nos afecta, del pinchazo de emoci¨®n un tanto subrayado pero incuestionable. Goya a la mejor pel¨ªcula para El 47, ¡®ex aequo¡¯ con La infiltrada. Manolo Vital, el ya c¨¦lebre inspirador de la primera, nos ha gritado: ¡°?Se?ores!, ?y esto qu¨¦ es?¡±.
Las quinielas m¨¢s experimentadas empezaron a derrumbarse en la primera curva con el asombroso laurel al mejor actor de reparto para Salva Reina, magn¨ªfico, pero con un papel mucho m¨¢s corto y menos relevante que el de los favoritos de su categor¨ªa, lo que empez¨® a augurar una noche de ensue?o para El 47. Despu¨¦s s¨ª se fueron cumpliendo, con justicia, los galardones interpretativos para Eduard Fern¨¢ndez (por Marco, aunque hubiera ganado exactamente igual por El 47, en un a?o maestro para ¨¦l), Clara Segura, Laura Weissmahr y Pepe Lorente, pero acabaron con otra sorpresa: la de Carolina Yuste venciendo a la esperada Emma Vilarasau. Segundo premio se llev¨® los que m¨¢s claramente deb¨ªa llevarse: los de sonido y montaje (aunque el prodigio de Takuro Takeuchi se qued¨® sin el de fotograf¨ªa, en beneficio del gran trabajo de Edu Grau por La habitaci¨®n de al lado); y, por supuesto, ese milagro de direcci¨®n al alim¨®n entre Isaki Lacuesta y Pol Rodr¨ªguez, en unas circunstancias en principio imposibles por culpa de la tr¨¢gica enfermedad de la hija de Lacuesta y de la productora Isa Campo. Como en la letra de la canci¨®n de Los Planetas que le da t¨ªtulo, ¡°es imposible que hayas olvidado / lo que los dos pod¨ªamos hacer¡±, Segundo premio, que, durante meses, durante a?os, aspir¨® a convertirse en pel¨ªcula maldita, a no poder realizarse por culpa de distintos imponderables, queda de todos modos para la historia del cine espa?ol como el torrente de imaginaci¨®n po¨¦tica, sonora y visual que es.
No era un a?o para que una sola pel¨ªcula arrasase, y se ha cumplido, en una gala con estupendas actuaciones musicales, una discreta presentaci¨®n de Maribel Verd¨² y Leonor Watling, y el shock final del hist¨®rico empate. En cierto sentido, el reparto resulta (casi) ejemplar. En otra cosecha excelente, con producciones para todos los gustos y en estilos radicalmente opuestos, y en el que obras tan vigorosas como La virgen roja, Los destellos, La casa, Volver¨¦is y La habitaci¨®n de al lado se hab¨ªan quedado fuera del quinteto final a mejor pel¨ªcula, el triunfo de El 47, tras los aplausos recibidos al final de innumerables proyecciones en las salas, y de La infiltrada, la m¨¢s taquillera, supone el refrendo del mejor cine popular. El de una sociedad abierta a todos, que quiere recordar a los mejores, a los que abrieron caminos para los m¨¢s desfavorecidos y lucharon contra la barbarie. Aunque, en este caso, haya sido en perjuicio del cine que verdaderamente abre nuevos trayectos para el arte.