C¨®mo afrontar el mayor bulo de la tragedia de Valencia
El aparcamiento de Bonaire se ha convertido en el s¨ªmbolo de la mentira, pero tambi¨¦n era sin duda un foco de inter¨¦s informativo
Este es el en¨¦simo texto sobre bulos acerca de la tragedia de Valencia que publica EL PA?S. La secci¨®n de Tecnolog¨ªa puso en ellos el foco desde el primer d¨ªa para explicar c¨®mo afectan al trabajo de los servicios de emergencias o c¨®mo explican sin ning¨²n rigor las causas de la cat¨¢strofe. Adem¨¢s, se han publicado numerosas columnas de opini¨®n ¨Dsolo en la edici¨®n impresa del mi¨¦rcoles coincidieron cinco¨D, informaciones sobre c¨®mo los amplifican las influencers y un podcast sobre c¨®mo se propagan en las redes. En el desastre provocado por las riadas, con 212 fallecidos en la Comunidad Valenciana, ha emergido tambi¨¦n un potente s¨ªmbolo de la mentira, el aparcamiento de Bonaire, en el municipio valenciano de Aldaia, al que el peri¨®dico ha dedicado varias informaciones.
Aunque parezca contradictorio denunciar el bulo y a la vez informar de los hechos en los que se basa, casi siempre se dan puntos de confluencia entre la verdadera informaci¨®n y las falsedades, pues estas parten de situaciones reales en las que no llega r¨¢pidamente una explicaci¨®n, como ocurr¨ªa en este caso, y aportar claridad es un trabajo period¨ªstico vital. Por eso, me quiero detener en cu¨¢l ha sido el tratamiento que ha dado EL PA?S a lo sucedido en Bonaire.
Entre la riada y la primera inspecci¨®n del interior del garaje pasaron seis d¨ªas. Antes de que los equipos de rescate hubieran podido siquiera drenar el agua para que se pudiese entrar en el aparcamiento, las redes sociales ya rebotaban miles de mensajes que recog¨ªan falsos testimonios que hablaban de numerosos muertos en su interior.
¡°Cuando hay falta de confianza en las fuentes oficiales, lo que ocurre es que son sustituidas a trav¨¦s de canales alternativos¡±, explica Ra¨²l Magall¨®n, profesor de comunicaci¨®n de la Universidad Carlos III de Madrid, quien critica la ausencia de informaci¨®n oficial durante los primeros d¨ªas sobre lo ocurrido en la Comunidad Valenciana. ¡°La desinformaci¨®n m¨¢s eficaz se da en momentos de incertidumbre y falta de control, y el desastre de Valencia reun¨ªa todos esos elementos¡±, a?ade.
Ferran Bono, coordinador de EL PA?S en la Comunidad Valenciana, recuerda que la probabilidad de que hubiese v¨ªctimas en el interior del aparcamiento no era una conjetura descabellada por su tama?o, pues tiene 5.700 plazas, de las que cerca de la mitad se hallan en la planta subterr¨¢nea. ¡°Sin duda, era una noticia y hab¨ªa que estar pendiente¡±, explica. Por eso, desde que se conoci¨® la magnitud de la tragedia, la delegaci¨®n de EL PA?S estuvo atenta a ese lugar. ¡°Fuimos varias veces¡±, explica, para comprobar el trabajo de los equipos de rescate, al igual que al aparcamiento de otro centro comercial, MN4, tambi¨¦n inundado.
Al mismo tiempo, como se?alaba antes Magall¨®n, ning¨²n interlocutor oficial ofrec¨ªa informaci¨®n que permitiera descartar ninguna posibilidad. En esa situaci¨®n de incertidumbre, la expectaci¨®n crec¨ªa. Y con ella la propagaci¨®n de mentiras. Lo preocupante es que, de m¨®vil en m¨®vil, saltaron a la televisi¨®n convencional. De las redes sociales a los plat¨®s, especialmente en una de las cadenas m¨¢s importantes de Espa?a, donde se confundi¨® la opini¨®n con informaci¨®n y los rumores con los hechos.
Es en estos momentos cuando el periodismo debe ejercer una resistencia activa a los bulos. Parece obvio, pero se produce cierta tensi¨®n en el seno de una Redacci¨®n, porque por muy diversos canales llegan mensajes del p¨²blico, que demanda a los medios que se hagan eco y, si no se hace, acusan a los periodistas de intentar ocultar informaci¨®n. Resistirse exige mucho autocontrol, especialmente en una industria que mide parte de su ¨¦xito en clics de lectores, oyentes o espectadores.
Sin embargo, solo es posible publicar aquello que se ha comprobado. Por eso, los reporteros de EL PA?S en Valencia hicieron lo correcto: ir al lugar de los hechos a hacer su trabajo. Varias noticias dieron cuenta de los preparativos y, despu¨¦s, de c¨®mo un dispositivo especial, con unos 50 miembros, cuatro m¨¢quinas de bombeo y un kayak, entraba el pasado domingo por la noche en el aparcamiento.
Tambi¨¦n se recogi¨® en las informaciones de EL PA?S que el inter¨¦s era tan grande que en el exterior aguardaban numerosos periodistas, muchos de ellos extranjeros, y que la palabra Bonaire hab¨ªa sido tendencia mundial en la red social X. Estas noticias se limitaron a describir lo que pasaba, sin hacer suposiciones y, subraya Bono, nunca especularon con posibles cifras de v¨ªctimas.
Cuando se ha podido revisar por completo el aparcamiento, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la polic¨ªa cient¨ªfica, encargadas de la inspecci¨®n oficial, no han encontrado cad¨¢veres, como explic¨® en una rueda de prensa el director general de la Polic¨ªa, Francisco Pardo: ¡°Afortunadamente, no han aparecido v¨ªctimas mortales¡±.
Un reproche que puede hacerse a la cobertura del peri¨®dico es que este desenlace no se llev¨® a un titular, sino que supuso apenas un p¨¢rrafo dentro de una noticia m¨¢s extensa, una decisi¨®n que tiene que ver con el r¨¢pido desarrollo de los acontecimientos, pues cuando por fin hubo una versi¨®n oficial sobre lo ocurrido, la actualidad iba por otros derroteros.
Parad¨®jicamente, el bulo no ha quedado zanjado. El periodista de EL PA?S Javier Salas ha contado que no ha dejado de expandirse, con nuevas versiones en plataformas como Telegram, X o WhatsApp, en las que se siembran dudas sobre la comprobaci¨®n oficial. Es un s¨ªntoma, dice Salas, de c¨®mo las redes de intoxicaci¨®n tienen su propia agenda. Su objetivo no es informar, sino destruir la credibilidad de las autoridades, acus¨¢ndolas de ocultar la dimensi¨®n de la tragedia para enga?ar a los ciudadanos. Lo grave es que lo hacen sin pruebas. Como dijo el rey Felipe VI a varios j¨®venes en su visita a Paiporta el pasado domingo, tras ser recibido a gritos y con barro: ¡°Hay personas interesadas en que el enfado crezca para que haya caos¡±.
Frente a la confusi¨®n, el periodismo profesional es m¨¢s imprescindible que nunca. Animo a la Redacci¨®n a ejercerlo con rigor y a seguir desenmascarando los bulos. No es solo una preocupaci¨®n de EL PA?S. La Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid (APM) llam¨® el martes a la ¡°responsabilidad de los periodistas que informan sobre las consecuencias de la dana¡±, en una nota en la que critica a los ¡°numerosos desaprensivos que lanzan informaciones falsas y rumores¡± en las redes sociales. Tambi¨¦n la federaci¨®n que agrupa las asociaciones de periodistas de Espa?a (FAPE) critic¨® en un comunicado la proliferaci¨®n de informaci¨®n que no respeta el rigor, ni los c¨®digos deontol¨®gicos y record¨® que la informaci¨®n veraz es un derecho de los ciudadanos. Tan vital para una democracia, que est¨¢ recogido como derecho fundamental de todos los espa?oles en la Constituci¨®n.
Para contactar con la defensora puede escribir un correo electr¨®nico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duraci¨®n al n¨²mero +34 649 362 138 (este tel¨¦fono no atiende llamadas).