La noche eterna de Messi

Alc¨¢ntara pas¨® a la posteridad como El Romperredes. Samitier fue conocido como L'Home Llagosta. A Kubala se le recuerda por sus goles serenos y exactos. Cruyff era El As Volador. Laudrup fue un dandi por sus croquetas. Y los tantos de Romario eran de reclinatorio. Ha habido muchos y buenos delanteros en el Barcelona. El m¨¢s goleador desde 1955 era C¨¦sar con 232. Hasta que ayer le super¨® Messi con 234. La Pulga es la s¨ªntesis de los mejores nueves,falsos y verdaderos, que ha tenido el Bar?a. Atacante por excelencia, a sus 24 a?os, resulta imposible medir cu¨¢l ser¨¢ su impacto futbol¨ªstico. Ahora mismo es el mejor jugador del mundo y aspira a serlo de todos los tiempos.

Messi no repara en los r¨¦cords porque no es un atleta, sino un futbolista que solo atiende al timbre del recreo y a la emoci¨®n propia del juego con independencia de la alineaci¨®n. Nadie domina los tiempos como el argentino, que no solo super¨® la marca de C¨¦sar, sino que ayud¨® al Barcelona a salir de un apuro despu¨¦s de desperdiciar una ventaja de dos goles. No era el mejor d¨ªa precisamente para concesiones despu¨¦s del empate del M¨¢laga en Madrid. Jug¨® bien el Granada y el Bar?a flirte¨® con el drama durante un ratito despu¨¦s de mucha diversi¨®n. Nadie apreci¨® las ausencias de cinco titulares hasta que empat¨® Siqueira y tuvo que volverse a calzar las botas Messi: no par¨® hasta el triplete.

Ni siquiera la lluvia y el viento, fuerte y fr¨ªo, siempre desagradable para el futbol y ayer cambiante como la misma primavera reci¨¦n estrenada, alter¨® de salida el guion de un partido que llegaba como un regalo para el Barcelona. Hab¨ªa ganas de homenajear a Basora y Cuenca y Tello fueron extremos dignos del equipo de les cinc Copes. Messi ten¨ªa la posibilidad de alcanzar a C¨¦sar como m¨¢ximo artillero en la historia del club y no solo bati¨® el registro, sino que tambi¨¦n particip¨® en los cinco goles: meti¨® tres, asisti¨® a Xavi en el 1-0 y Tello emboc¨® un rechazo de Julio C¨¦sar a tiro de La Pulga en el 4-2. Hasta la visita del Granada fue muy bien recibida porque evocaba la llegada de Cruyff.

La carga sentimental y deportiva de la jornada favorec¨ªa un triunfo reparador para los azulgrana despu¨¦s de tres meses de penitencia por la dictadura del Madrid. A la espera del partido de hoy en El Madrigal, los futbolistas y los aficionados celebraron acostarse por una noche a cinco puntos del l¨ªder cuando hubo momentos en que la diferencia fue de 13. Aunque Guardiola asegura que su equipo no ganar¨¢ la Liga, el barcelonismo disfruta de momento con la presi¨®n que le ha puesto al Madrid. El d¨ªa invitaba a una fiesta en el Camp Nou, y el equipo respondi¨® a las expectativas con una funci¨®n tan irregular como convincente. Incluso sin Iniesta, Busquets ni Cesc jug¨® bien el Bar?a.

El partido se puso demasiado f¨¢cil para los azulgrana y se abandonaron

A poco de empezar, despu¨¦s de una pifia de Alves en los morros de Vald¨¦s, Cuenca centr¨® la pelota de izquierda a derecha, Messi la amortigu¨® con la cabeza en el segundo palo, como si fuera la reencarnaci¨®n de C¨¦sar, y Xavi la remat¨® a bote pronto, medio mordida y favorecido por el viento, imposible para Julio C¨¦sar. Xavi ya cuenta 10 goles en la Liga, 14 en la temporada. Y, poco despu¨¦s, volvi¨® a aparecer Cuenca por la izquierda, cruz¨® el bal¨®n hac¨ªa la derecha y Messi lo engatill¨® sin pararlo con el interior de su zurda a la base del poste izquierdo del portero. El mejor gol posible para celebrar que atrapaba a C¨¦sar.

El partido se puso demasiado f¨¢cil para el Barcelona. Los azulgrana se abandonaron nada m¨¢s regresar al campo despu¨¦s del descanso y encajaron dos goles con la misma facilidad y en el mismo tiempo que antes los hab¨ªa marcado: Mainz salt¨® m¨¢s que Piqu¨¦ en una falta lateral y el ¨¢rbitro castig¨® con penalti una entrada de Alves a Benitez. No perdon¨® Siqueira: 2-2. Lesionado Adriano, los barcelonistas perdieron el sitio y el oremus por momentos hasta que reapareci¨® Messi, acompa?ado por Tello e Iniesta, refuerzos de ¨²ltima hora para retomar el hilo de un encuentro que se hab¨ªa complicado sorprendentemente por la desidia del Bar?a y el buen hacer del Granada.

Tras la igualada a dos, perdieron el sitio, pero entonces reapareci¨® La Pulga

Asistido por Alves, Messi tir¨® el desmarque mientras la zaga rival hac¨ªa mal el desmarque, atemper¨® el cuero con la zurda y lo pic¨® sobre el portero en una vaselina deliciosa. Habilitado por Iniesta, m¨¢s tarde tir¨® a reventar y el meta rechaz¨® el bal¨®n, que qued¨® listo para el gatillo del infalible Tello (siete tantos). Y, al final, de nuevo a pase de Alves, recort¨® al guardameta en un gran escorzo y cruz¨® a la red: 34 goles en la Liga, 54 en la temporada ¡ªr¨¦cord en su curr¨ªculo personal¡ª y 234 en su historial en el Barcelona. Ni siquiera la expulsi¨®n de Alves, torpe en la defensa, como Piqu¨¦, y el nuevo penalti transformado por Siqueira mancillaron la solemne actuaci¨®n de La Pulga. El de ayer era el partido de Messi.

Nada ni nadie, ni el ¨¢rbitro, ni el juego ni las dem¨¢s actuaciones particulares o globales, pudieron discutir el protagonismo del 10 del Barcelona que juega de falso nueve, el mejor delantero de la historia del club y puede que, con el tiempo, de la historia. Messi se dio el homenaje que exig¨ªa una efem¨¦ride de la magnitud de batir el r¨¦cord de C¨¦sar. Una actuaci¨®n para la eternidad.