Miguel ?ngel Jim¨¦nez: ¡°Yo soy yo, y ya est¨¢¡±

Miguel ?ngel Jim¨¦nez entr¨® en el circuito del golf profesional hace 26 a?os, cuando a¨²n jugaban a gran nivel Jack Nicklaus o Seve Ballesteros; compiti¨® con el mejor Tiger y a punto estuvo de derrotarle un par de veces; ahora lidia con McIlroy o Ricky Fowler, que podr¨ªan ser sus hijos. Gan¨® en 2014, a los 50 a?os, el Open de Espa?a, lo que le convirti¨® en el ganador m¨¢s viejo de la historia del circuito europeo. La idea de inmortalidad y felicidad que transmite se agranda al conocer su vida privada, que no esconde, su pose, su imagen.

Pregunta. Mucha gente se pregunta c¨®mo un malague?o de 51 a?os ha acabado casado con una austriaca 10 a?os m¨¢s joven con la que solo se entiende en ingl¨¦s. Y a todo el mundo le sorprende la frescura con que lo suele contar¡­

Respuesta. Es lo l¨®gico, mi franqueza, ?por qu¨¦ vamos a esconder las cosas? ?Quieres que te cuente c¨®mo enamor¨¦ a Susanne?

P. Por supuesto.

R. Estaba jugando con John Daly y Martin Wiegele en el Open de Austria en 2011, era septiembre y cuando iba a la salida, al tee del uno, veo a una rubia despampanante con un culo precioso y un pantal¨®n blanco. Y le digo a mi caddie: ¡®Quiero saber d¨®nde est¨¢ todo el tiempo, en cada momento¡¯. La estuve viendo todo el torneo en el campo, pero despu¨¦s de entregar la tarjeta no la vi m¨¢s. Y luego, cuando fui a entrenar despu¨¦s de comer, tropezamos por ah¨ª y empezamos a charlar, y a partir de ah¨ª, todo eso, una cena, quedamos un fin de semana, una charla, estuvimos conoci¨¦ndonos y hasta hoy. De ah¨ª a Viena, y al amor.

P. ?Esta forma tan propia de contar las cosas, extra?a en un deportista, forma parte quiz¨¢s de eso que hace que le hayan etiquetado en EE UU como el tipo m¨¢s interesante del golf mundial? ?Le cuadra esa imagen?

R. La gente est¨¢ buscando siempre un por qu¨¦ a las cosas. Yo intento ser natural. Ya ves. Fumo y no voy a ocultar que fumo [y le da una profunda calada, sabrosa, a un Cohiba gordo como una estaca]; bebo, y no voy a ocultar que bebo [pero no tiene un whisky a mano, su bebida favorita junto al buen tinto, para demostrar el placer que le proporciona]. Soy humano. Son productos que se fabrican, dan puestos de trabajo, se venden, generan impuestos y placer a unos s¨ª y a otros no, pero estos disfrutan de los impuestos que por ellos todos pagamos. Y luego todos se quejan; yo no. Y si me coge una c¨¢mara fumando, ?qu¨¦? ?Est¨¢ prohibida la venta? El que no quiera mirarme que no me mire. Yo no tengo que educar a nadie. He educado a mis hijos [ambos, Miguel ?ngel, de 20 a?os, en una universidad en Florida, y V¨ªctor, de 18, en M¨¢laga, juegan al golf] y que cada uno eduque a los suyos. M¨¢s contaminan los gases de los coches, y m¨¢s da?o hacen las inyecciones para engordar animales o los matabichos en los cultivos¡­ Y nadie se queja.

P. Pero antes, los golfistas fumaban mucho m¨¢s, hasta en el campo.

R. Y siguen fumando. Yo dej¨¦ de fumar en el campo cuando dej¨¦ los cigarrillos, pero no por miedo a lo que piense la gente, eso no me importa. Yo soy yo y ya est¨¢. Cada uno debe hacer de uno mismo lo que uno piense que tiene que ser, nada m¨¢s.

Si me coge una c¨¢mara fumando, ?qu¨¦? Fumo y bebo y no voy a ocultarlo

P. ?Entiende que haya gente que piense que su coleta, su pose, es puro postureo, como se dice ahora?

R. S¨ª, claro. Pero las cosas vienen de m¨¢s lejos. Yo me dej¨¦ la coleta porque necesitaba cambiar la imagen. Estaba en un momento de mi vida un poco as¨ª, as¨ª, jugando regular, y necesitaba hacer un cambio. Me dej¨¦ crecer el pelo y ya estaba con los puros, cambi¨¦ la imagen, cambi¨¦ el chip y empec¨¦ a ir bien. Empec¨¦ a jugar mejor despu¨¦s del bache que tuve y a ganar de nuevo. Y hay, desde entonces, una definici¨®n de Miguel ?ngel Jim¨¦nez con su coleta y su puro, sus RayBan y sus ejercicios de estiramientos p¨²blicos en los que muestro mi flexibilidad. ?Y por qu¨¦ voy a tapar mi imagen? Si es la imagen que a la gente le gusta tambi¨¦n, y a m¨ª tambi¨¦n, claro. Es lo que hay, aunque estoy perdiendo pelo y me salen calvas, y me lo tengo que te?ir. No, no es color natural. Pero mientras haya pelo, tendremos la coleta.

P. Y curiosamente, en EE UU, donde son de tendencia prohibicionista con los llamados vicios y los jugadores extranjeros no son muy bien admitidos, todo esto le hace ser m¨¢s querido¡­

R. Quiz¨¢s caigo bien por mi desparpajo, porque no pretendo ocultar nada y soy como soy, y no me meto en otras historias, luego juego bien y hago buenos resultados, y a la gente le gusta.

P. ?Tambi¨¦n le gusta a la gente que usted sea de los antiguos, de los jugadores que no golpean con el palo, sino que dibujan golpes? ?Se puede decir que para usted una madera es un pincel y para los dem¨¢s una brocha?

Me gusta jugar? como demanda el campo, el hoyo y el golpe

R. Jejeje, pues s¨ª. Es una buena definici¨®n. Me gusta jugar como demanda el campo, como demanda el hoyo, como demanda el golpe. Me gusta jugar y mover la bola, que es lo b¨¢sico. Los jugadores hoy en d¨ªa es todo la pegada y la potencia y patear bien. Hay lo que hay. Yo no voy a ganar m¨¢s metros a los 51 a?os.

P. Como comenz¨® de caddie y los tees eran un art¨ªculo de lujo, seguramente usted ser¨¢ capaz de usar el driver sin tee¡­

R. S¨ª, claro. Y ahora tambi¨¦n le doy, solo que con una madera tres, con los materiales de ahora, sale la bola como un tiro y no merece la pena. Antes, con las bolas m¨¢s blanditas, como no se hac¨ªan las distancias de hoy y hab¨ªa que tirar m¨¢s de maderas, y con la bola m¨¢s blandita era posible levantarla y controlarla m¨¢s o menos. Pero ahora ya no se puede. Es muy, muy dif¨ªcil.

P. ?Le gustar¨ªa que se volviera a jugar con drivers de madera?

R. El otro d¨ªa en el Masters apareci¨® Sandy Lyle con unos palos de hickory [la dura madera con que se fabricaban entonces los drivers, que ahora son de titanio y otro metales] que ten¨ªan 100 a?os, y estuvimos prob¨¢ndolos en el campo de pr¨¢cticas. Y los ¨²nicos que le d¨¢bamos a la pelota ¨¦ramos ¨¦l y yo. Hab¨ªa unos que le daban pero eran incapaces de poner la bola en el aire, y otros, al verlo, no se atrevieron a probarlo. Es otro concepto de golf. La bola sale ahora demasiado r¨¢pido del palo y con el material que tenemos para darle efectos hay que esforzarse mucho m¨¢s que antes. La bola ahora es muy dura, con un n¨²cleo hardcore para sacar m¨¢s distancia, y dentro no tienen nada que se mueva; antes la bola era de goma y el n¨²cleo era l¨ªquido, y la pod¨ªas mover, cortarla, abrirla...

Quiz¨¢s caigo bien por mi desparpajo. Luego juego bien y a la gente le agrada

P. Hay menos arte y apenas quedan artistas, pero la afici¨®n no decrece. ?Qu¨¦ tiene el golf que siga atrayendo tanto?

R. Lo bueno que tiene el golf es que es un deporte en el que no necesitas a nadie para hacerlo. Tu reto es siempre el campo de golf, aunque est¨¦s jugando con los amigos. Cualquier jugador de cualquier nivel puede jugar contra cualquier jugador de cualquier nivel. Y ocupa el tiempo libre que cada vez tiene m¨¢s gente.

P. ?C¨®mo influye el p¨²blico en su juego? En el golf el protagonista recibe r¨¢pidamente la reacci¨®n de los aficionados a sus golpes, silencio o aplausos. ?Qu¨¦ se siente ante los silencios?

R. Sabes ya que ese golpe no ha sido bueno. No la has dejado cerca del hoyo y la gente no aplaude, pero eso no deprime. Nosotros sabemos perfectamente qu¨¦ es lo que ocurre con un palo en la mano. Despu¨¦s de tantos a?os, sabes que has dado un buen golpe cuando pegas a la pelota, y sabes que te has quedado cerca por los aplausos.

P. Parece que ya lo ha conseguido todo en la vida, tiene un Ferrari, una mujer a la que ama, dinero... ?Qu¨¦ le mueve a seguir jugando? ?El dinero? ?La gloria?

R. Mi aspiraci¨®n cuando juego cada semana es ganar cada semana. Todav¨ªa me siento competitivo, no estoy muerto para el golf. Es lo que me motiva a seguir. Hace falta una motivaci¨®n, un empuje, para salir de casa, y ese empuje es ganar, dejar tu nombre sellado ah¨ª. Yo no me aburro entrenando. No me canso de seguir buscando el golpe perfecto, si no, lo habr¨ªa dejado ya, y este es mi a?o 27 en el Tour.

P. Si le dijeran que puede ganar un grande, ?cu¨¢l elegir¨ªa?

R. El Open. Es el torneo m¨¢s viejo del mundo. Es el Open¡­ Todo el mundo tiene oportunidad de jugarlo pasando las previas. El Open es el Open. Y no olvides que los primeros ganadores, en el siglo XIX, eran muchas veces caddies.