Un f¨®rmula 1 a pedales vuela sobre el mar a 50 nudos

Las im¨¢genes chocan por incongruentes. Un catamar¨¢n vuela sobre el agua a casi 50 nudos (80 kil¨®metros por hora) apoy¨¢ndose en dos como patitas de insecto tan fr¨¢giles aparentemente llamadas foils. En cubierta, el timonel mueve la rueda enorme, y acciona los botones que grad¨²an la altura de los foils y su inclinaci¨®n y mueven, de un lado a otro la wing, el ala de avi¨®n de 25 metros y 445 kilos de peso, surcada por un sistema hidr¨¢ulico que permite mover sus piezas de fibra de carbono y pl¨¢stico, clavada vertical en el centro del barco. Delante del timonel, alineados como en una prueba de persecuci¨®n por equipos, cuatro navegantes sobre bicicletas clavadas en el casco pedalean sin cesar, sus cabezas, protegidas con cascos, inclinadas sobre los brazos que aferran el manillar.

Tan concentrados est¨¢n en su acci¨®n los pedalistas que hasta da la impresi¨®n que de su velocidad depende la del barco, que la frecuencia de sus pedaladas hace dispararse los nudos, lo que no es exactamente err¨®neo. De la potencia de sus ciclistas, de hecho, dependen en gran parte las posibilidades del Nueva Zelanda de recuperar la Copa del Am¨¦rica, el gran trofeo de las regatas, cuya 35? edici¨®n se disputar¨¢ entre el 17 y el 27 de junio en Hamilton (Bermudas). Para llegar all¨ª y desafiar al actual poseedor de la copa, el Oracle de Estados Unidos, el barco neozeland¨¦s debe imponerse en las eliminatorias, la llamada Louis Vuitton Cup, que disputan seis catamaranes desde el pasado s¨¢bado en las mismas aguas.

Los ciclistas son el motor del catamar¨¢n, la energ¨ªa que con su bombeo mantiene durante los 20 minutos que suele durar una regata match race (un mano a mano entre dos barcos) circulando y a toda presi¨®n, a 150 bars, el aceite del sistema hidr¨¢ulico, la fuerza que con sus cilindros y pistones permite la m¨¢xima rapidez para mover los foils y la wing. El timonel, Peter Burling, y el patr¨®n, Glenn Ashby, que se encargan de decidir la trayectoria y las ce?idas seg¨²n los vientos y de manejar el foque, la peque?a vela triangular, completan la tripulaci¨®n de seis que maneja los llamados f¨®rmula 1 del mar. Nueva Zelanda es el ¨²nico de los disputantes que se ha decidido por que sean ciclistas los que bombeen aceite sin parar, mientras que los otros cinco mantienen el sistema tradicional, de que sean los marinos de pie y a brazo partido los que den velocidad a los manubrios. Solo Oracle, despu¨¦s de comprobar que Nueva Zelanda funcionaba, est¨¢ experimentando con un ciclista a popa y tres a pie moviendo a brazo el molinillo.

¡°Es una decisi¨®n acertada por varias razones¡±, explica el arquitecto naval Juan Kouyoumdjian, quien establecido en Valencia, ha dise?ado barcos para la Copa Am¨¦rica. ¡°Aunque finalmente la victoria se decidir¨¢ por peque?os detalles de dise?o de los aparejos, el sistema hidr¨¢ulico es m¨¢s importante que el barco en s¨ª. Con los medios anteriores, a mano, siempre se produc¨ªa un d¨¦ficit de creaci¨®n de potencia. La acumulaci¨®n hidr¨¢ulica con aceite vegetal es m¨¢s eficaz con las piernas. Adem¨¢s del aumento de potencia, en ce?ida, el viento aparente [la suma del viento real m¨¢s el creado por el propio barco: pueden juntarse un viento en contra de 20 nudos con una velocidad del barco de 25 o 30] empieza a ser tan grande que la aerodin¨¢mica cobra importancia. Y es m¨¢s aerodin¨¢mico el barco con los navegantes casi tumbados en cubierta, como los ciclistas, quienes, adem¨¢s, tienen las manos libres para ayudar en la gesti¨®n del foque y de los foils¡±.

Cuando vuela sobre los dos foils y apoy¨¢ndose para equilibrarse y poderse guiar en los dos timones que tambi¨¦n se pueden elevar, el barco la resistencia del agua a su avance se reduce en comparaci¨®n a cuando lo hace apoy¨¢ndose en las quillas. El foil, que es como el pie de la pata de fibra de carbono que surge de la quilla (la pata en s¨ª se llama daggerboard) tiene el tama?o de una mesa de despacho, y sobre esa superficie se levanta un barco que con tripulaci¨®n alcanza casi los 3.000 kilos. El funcionamiento es sencillo. El agua pasa por encima y por debajo del foil, que cuando cambia su inclinaci¨®n, su ¨¢ngulo de ataque, como el ala de un avi¨®n, logra que el agua fluya por encima m¨¢s r¨¢pido que por debajo. La presi¨®n en la parte superior es inferior a la parte inferior, con lo que logra que el barco se eleve.

¡°Y una vez que est¨¢ en alto es cuando hay que tener capacidad para manejar el foil a toda velocidad y hacerle mover todo lo que se quiera para mantener la elevaci¨®n ¨®ptima en cada momento. El desaf¨ªo de los foils reside en que cuanto m¨¢s inestables est¨¦n, m¨¢s r¨¢pido se navega. Solo los puedes controlar movi¨¦ndolos mucho, unas dos veces por segundo, y hay que tener siempre a tope la bomba presi¨®n¡±, explica Iker Mart¨ªnez, navegante espa?ol, doble campe¨®n ol¨ªmpico y unos meses timonel del catamar¨¢n Luna Rossa en la Copa Am¨¦rica de 2013. ¡°Tres de los tripulantes son marinos que se ha hecho ciclistas, han perdido peso [el m¨¢ximo ahora para los seis triplantes es 525 kilos, 87,5 de media: antes, cuando eran todo brazos y torso, se mov¨ªan en 100 kilos] y han redistribuido la musculatura, as¨ª que no tendr¨¢n la potencia de un ciclista profesional que es capaz de generar m¨¢s de 300 vatios durante 20 minutos, pero aun as¨ª, logran un 60% m¨¢s de potencia que a brazo. El bombeo tiene que ser constante porque en el circuito de aceite siempre hay p¨¦rdidas, y ellos lo mantienen". Adem¨¢s, cuentan con un pistard, un velocista neozeland¨¦s con apellido apropiadamente belga, Simon van Velthooven, medallista ol¨ªmpico en keirin, capaz de alcanzar picos m¨¢ximos de 2.000 vatios ¨¦l solo para los momentos cr¨ªticos.

Iker Mart¨ªnez es un gran aficionado al ciclismo, y sale a mantenerse y entrenar en bicicleta, pero no est¨¢ totalmente a favor de los pedales en la cubierta del catamar¨¢n. ¡°Nadie las ha usado antes y es un riesgo que corre Nueva Zelanda¡±, dice el marino guipuzcoano. ¡°Creo que las poleas movidas a brazo son m¨¢s fiables, y, adem¨¢s, las bicis retrasan las maniobras a los marinos cuando tienen que pasar r¨¢pido al otro casco del barco¡±. Para Mart¨ªnez, que intentar¨¢ clasificarse para los Juegos de Tokio 2020 en clase Nacra 17, un catamar¨¢n con tripulaci¨®n mixta que tendr¨¢ foils, el problema mayor de las bicicletas es su falta de fiabilidad. "Y no, si llego a ir a los Juegos, no usar¨¦ una bicicleta para mover los foils...", advierte. "En ese barquito no hay d¨®nde anclarla".

¡°Son verdaderos f¨®rmula 1 los AC50 [nombre de la clase de barcos], son muy r¨¢pidos y muy eficientes, pero tambi¨¦n, como los f¨®rmula 1 de automovilismo, son muy dif¨ªciles de manejar. Creo que no habr¨¢ en el mundo m¨¢s de 10 timoneles que lo puedan hacer¡±, dice Kouyoumdjian, quien, pese a estar a favor del uso de las bicicletas para generar potencia, quiere que la Copa Am¨¦rica vaya un paso m¨¢s all¨¢: ¡°La reglamentaci¨®n proh¨ªbe el uso de motores el¨¦ctricos o de otro tipo para el funcionamiento del sistema hidr¨¢ulico, pero eso es una r¨¦mora. Si quieren la velocidad m¨¢xima y que los marinos puedan hacer de marinos y no de meros generadores de potencia, deber¨ªan permitir los motores el¨¦ctricos para mover foils, tim¨®n y wing¡­ Todos ganar¨ªamos¡±.

Y desaparecer¨ªa para siempre, la imagen, que podr¨ªa ser hasta rom¨¢ntica o evocadora de maravillas sin fin, de unos ciclistas haciendo volar un barco sobre el mar.