La salud de Michael Schumacher, un secreto bajo mil llaves cinco a?os despu¨¦s del accidente
La esposa del alem¨¢n guarda silencio sobre el estado de salud del mejor piloto de la historia de la F¨®rmula 1
El precio del chocolate caliente de las m¨¢quinas del Hospital Universitario de la ciudad francesa de Grenoble subi¨® 50 c¨¦ntimos de golpe la primera semana de 2014, probablemente la m¨¢s concurrida de la historia de la cl¨ªnica. El domingo anterior, 29 de diciembre de 2013, a primera hora de la tarde, hab¨ªa ingresado all¨ª un paciente en estado cr¨ªtico que peleaba por mantenerse con vida tras haber sufrido un accidente mientras esquiaba en la estaci¨®n de M¨¦ribel, en los Alpes franceses. Las m¨²ltiples lesiones cerebrales detectadas provocadas por un fuerte golpe contra una roca derivaban en un muy mal pron¨®stico. Su nombre, Michael Schumacher, coincid¨ªa con el del icono mundial del automovilismo moderno, el piloto m¨¢s influyente en la historia de la F¨®rmula 1, siete t¨ªtulos, cinco de ellos consecutivos (2000-2004) con Ferrari. La posibilidad m¨¢s que real de perder repentinamente a un mito equiparable a Michael Jordan o Muhammad Ali, reci¨¦n retirado la temporada anterior (2012) y que en aquel momento ni siquiera ten¨ªa 45 a?os, petrific¨® aquellas navidades a todo el espectro del deporte.
Cinco a?os despu¨¦s de aquella cascada de comunicados m¨¦dicos ¡ªel ¨²ltimo es de septiembre de 2014¡ª que mantuvo al borde del ataque de nervios a buena parte del mundo, la salud del Kaiser, que el 3 de enero cumplir¨¢ 50 a?os, sigue siendo un misterio del que apenas ha trascendido nada, solo conjeturas a partir de un par de testimonios que, de cualquier forma, tampoco permiten hacerse una idea certera de las condiciones en las que se encuentra el expiloto. Esa estanqueidad estuvo a punto de colapsar cuando un ladr¨®n ¡ªtrabajador de una empresa de transportes a¨¦reos medicalizados¡ª se hizo con uno de los archivos m¨¦dicos y lo comenz¨® a ofrecer a algunos medios de comunicaci¨®n por unos 50.000 euros. Poco despu¨¦s de detenerle, al caco se lo encontraron ahorcado en su celda antes de poder prestar declaraci¨®n acerca de lo sucedido.
En junio de 2014 y tras salir del coma, Schumacher fue trasladado a su casa, en Gland (Suiza), una localidad a la orilla del lago Lem¨¢n, entre Lausana y Ginebra, donde un equipo de especialistas le proporciona todos los cuidados que necesita, y que seg¨²n algunas estimaciones supone un desembolso superior a los 200.000 euros mensuales. A mediados del mes pasado, el Daily Mail concluy¨® que el de Kerpen no permanec¨ªa postrado permanentemente en la cama ni requer¨ªa respiraci¨®n asistida, un extremo que no fue desmentido por la familia, en contraste con otras informaciones aparecidas anteriormente.
M¨¢s que una granja, la mansi¨®n es un fort¨ªn pr¨¢cticamente herm¨¦tico en todos los sentidos, en el que Corinna, la mujer del heptacampe¨®n desde 1995, ha impuesto una pol¨ªtica de privacidad total en t¨¢ndem con Sabine Kehm, la portavoz. Sorprende que en todo este tiempo no haya trascendido nada de lo que ocurre all¨ª dentro, circunstancia que se explica a partir de una estrategia basada en dos l¨ªneas. En primer lugar, las personas que se encargan de Schumacher reciben una retribuci¨®n acorde con la responsabilidad que se les exige ¡ªen 2017, Forbes cifr¨® el patrimonio de la familia en 880 millones de euros¡ª. Por otro lado, los pocos amigos que pueden sucumbir a la tentaci¨®n de hablar m¨¢s de la cuenta ya hace tiempo que dejaron de ser amigos. Entre estos ¨²ltimos, por ejemplo, figura Willy Webber, el agente que descubri¨® al piloto y que le represent¨® hasta 2010.
El c¨ªrculo de confianza establecido por Corinna se reduce a los parientes m¨¢s cercanos y a contadas excepciones fuera de ella. Al margen de los hijos de ambos, Mick y Gina Maria, a menudo, se puede ver salir de la casa a Rolf y a Ralph, padre y hermano de Schumi, respectivamente. Otro de los que diariamente pasa por all¨ª es Kai Schnapka, el entrenador personal que acompa?¨® al germano en su ¨²ltima etapa en activo, con Mercedes (2010-2012), y que se ocupa de la parte fisioterap¨¦utica de la recuperaci¨®n.
?Y qu¨¦ viene ahora?
De la infinidad de lazos trenzados con la F1, solo dos personas han reconocido p¨²blicamente haber sido invitados a Gland. Se trata de Ross Brawn, quien fuera director t¨¦cnico de Ferrari (1997-2006) y quien convenci¨® al alem¨¢n para que volviera a competir en 2010 con Mercedes, y de Jean Todt, actual presidente de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) y m¨¢ximo responsable deportivo de la Scuderia desde 1994 y hasta 2007. De hecho, el franc¨¦s vio junto a su expupilo el ¨²ltimo Gran Premio de Brasil de F1, en noviembre. ¡°Es cierto que vi junto a Michael aquella carrera, pero siempre he sido muy cuidadoso con lo que comento con la prensa¡±, dijo en unas declaraciones que recogi¨® Auto Bild.
Fue precisamente Todt quien involuntariamente propici¨® una de las mayores revelaciones relacionadas con el estado de Schumacher, al solicitar al arzobispo Georg G?nswein, confidente del papa em¨¦rito Benedicto XVI que fuera a visitarle, algo que ocurri¨® en 2016 aunque no trascendi¨® hasta el mes pasado. ¡°Me sent¨¦ frente a ¨¦l, lo toqu¨¦ con ambas manos y lo mir¨¦. Su cara, como todos sabemos, es la t¨ªpica cara de Michael Schumacher; solo se ha vuelto un poco m¨¢s rellena¡±, declar¨® G?nswein a la revista Bunte. ¡°Siente que a su alrededor hay gente que lo ama, que se preocupa por ¨¦l y, gracias a Dios, mantiene alejado al p¨²blico demasiado curioso. Una persona enferma necesita discreci¨®n y comprensi¨®n¡±, a?ad¨ªa el arzobispo, que medi¨® para que Corinna, Mick y Gina Maria recibieran audiencia por el papa Francisco, en el Vaticano, hace dos veranos.
?Y qu¨¦ viene ahora? Pues la incertidumbre que ha rodeado el caso en el ¨²ltimo lustro es la misma que se prev¨¦ de ahora en adelante, a la espera de cualquier actualizaci¨®n m¨¦dica que se haga p¨²blica en cualquier direcci¨®n. Kehm desminti¨® hace unos meses que los Schumacher se estuvieran planteando un cambio de aires rumbo a Mallorca, donde este verano adquirieron una mansi¨®n que perteneci¨® a Florentino P¨¦rez, presidente del Real Madrid, y por la que pagaron alrededor de 30 millones de euros.
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