Los nuevos artistas del c¨¦sped son los que lo hacen crecer
Hace 10 a?os, el fichaje de Paul Burgess, que lleg¨® del Arsenal para ocuparse del c¨¦sped del Santiago Bernab¨¦u, marc¨® el inicio de un cambio. LaLiga lo formaliz¨® hace tres temporadas en el Reglamento para la Retranmisi¨®n Televisiva: los terrenos de juego deben ser bonitos, seguros para los jugadores y aptos para el buen f¨²tbol. As¨ª se logra
El Real Madrid hizo dos fichajes trascendentales en 2009. Uno, Cristiano Ronaldo, cambi¨® la historia del club. El otro, Paul Burgess, cambi¨® la historia de LaLiga. Burgess, el responsable del c¨¦sped del Arsenal, llegaba para revitalizar el c¨¦sped del Santiago Bernab¨¦u, que sufr¨ªa por la falta de luz solar tras la ¨²ltima ampliaci¨®n. Implant¨® las t¨¦cnicas que le hab¨ªan llevado a ganar cinco veces el galard¨®n de mejor c¨¦sped de la Premier League, entre ellas las luces de crecimiento, un sistema de iluminaci¨®n que da a la planta lo que no puede recibir del sol. El coordinador para de la calidad de los terrenos de juego de LaLiga, Pedro Fern¨¢ndez-Bola?os, recuerda aquella innovaci¨®n como un punto de inflexi¨®n.
LAS REGLAS DEL C?SPED
Este es el esquema que LaLiga ha establecido para cortar las l¨ªneas del c¨¦sped.
1. La mayor¨ªa de los clubes de LaLiga siembran ryegrass ingl¨¦s en sus campos. Algunos lo combinan con otro tipo de c¨¦sped llamado poa pratensis para darle m¨¢s estabilidad. En los climas m¨¢s c¨¢lidos, los expertos utilizan tambi¨¦n bermuda, que aguanta las altas temperaturas sin tanto esfuerzo.
2. Los c¨¦spedes de bermuda pueden tener un largo de entre 15 y 20 mil¨ªmetros, mientras que el ryegrass puede ir desde los 20 a los 30 mil¨ªmetros, seg¨²n el Reglamento para la Retransmisi¨®n Televisiva de 2015.
3. Las l¨ªneas que se ven a lo largo del c¨¦sped (distintos tonos de verde) se producen seg¨²n el sentido en el que se cort¨®. La planta queda inclinada en ¨¢ngulos distintos y eso influye en la manera en la que se refleja la luz. En los campos de LaLiga debe haber nueve l¨ªneas horizontales en cada mitad del campo.
4. La informaci¨®n del estado del c¨¦sped se carga en una aplicaci¨®n de LaLiga llamada Greenkeeper para que el ¨¢rbitro, el club visitante y las dem¨¢s partes implicadas en la organizaci¨®n del partido conozcan al menos 90 minutos antes del pitido inicial c¨®mo estar¨¢ el campo.
5. El riego recomendado antes de un partido es equivalente a una vuelta completa del aspersor en sus respectivas zonas.
El c¨¦sped empezaba a ser tambi¨¦n parte importante del espect¨¢culo. ¡°Hab¨ªa ya un cambio en marcha. Los jugadores estaban pasando de ser artistas a ser atletas. Necesitaban un terreno de juego perfecto¡±, explica Fern¨¢ndez-Bola?os. Desde hace al menos 10 a?os, los artistas son los profesionales que transformaron barrizales en perfectos lienzos verdes. Son, seg¨²n el caso, los responsables del estadio, de mantenimiento, o los greenkeepers.
Sus creaciones, campos enmarcados por las gradas de cada club de LaLiga, son una suerte de declaraci¨®n de principios del f¨²tbol espa?ol. El bal¨®n debe rodar perfectamente, la composici¨®n tiene que resultar est¨¦ticamente atractiva para los espectadores y la superficie, tener el nivel de dureza o blandura justo para evitar lesiones. Los responsables de lograrlo deben luchar contra condiciones clim¨¢ticas adversas, estar pendientes al segundo de la meteorolog¨ªa o dise?ar trucos para ganarle la partida a las sombras, las heladas o los hongos.
Un artista de la gaita y del c¨¦sped
Tambi¨¦n de las islas brit¨¢nicas lleg¨® John Stewart, un escoc¨¦s de 49 a?os nacido en Falkirk, que es el responsable del c¨¦sped de Mendizorroza. Stewart era ya un artista antes de llegar a Vitoria. Su pasi¨®n por la gaita y por el golf lo llev¨®, en 1999, hasta Carolina del Norte. Lo hab¨ªan contratado como gaitero en el Pinehurst Resort, donde aquel a?o se disputaba el Abierto de los Estados Unidos. Conoci¨® a uno de los encargados de cuidar el c¨¦sped del campo de golf que lo convenci¨® para empezar a hacer esta tarea. ¡°Escocia es la cuna del golf¡±, dice. En 20 a?os encaden¨® un curso de especializaci¨®n de mantenimiento de campos de golf en el Elmwood Campus del Colegio Rural de Escocia, un trabajo en Dinamarca, una esposa espa?ola despu¨¦s de un San Ferm¨ªn, una hija, un hijo, la gaita en el funeral del golfista Seve Ballesteros, un cargo en una empresa que manten¨ªa el c¨¦sped de Anoeta y, finalmente, el Alav¨¦s y Mendizorroza desde hace tres a?os.
¡°El tiempo aqu¨ª es muy escoc¨¦s. Pensaba que venir a Espa?a era un chiringuito en la playa. ?Mar¨ªa Jes¨²s, mi mujer, me enga?¨®!¡±, bromea Stewart. De hecho, en Mendizorroza utiliza un tipo de c¨¦sped ingl¨¦s llamado ryegrass, el m¨¢s popular entre los equipos espa?oles. Pero el tiempo de Vitoria no le da tanta risa en la pr¨¢ctica, cuando tiene que cuidar el c¨¦sped del campo del Alav¨¦s. ¡°Sobre todo por las enfermedades¡±, apunta. En invierno hay ocho o nueve grados bajo cero y en verano, 41. "La humedad y el calor pueden traer hongos y cada a?o es m¨¢s complicado prevenirlos porque muchos fungicidas comienzan a estar prohibidos¡±, dice este aficionado del Celtic de Glasgow "y del Alav¨¦s, claro¡±.
El enemigo de Stewart en Mendizorroza es la sombra. El 21 de diciembre, el d¨ªa m¨¢s corto del a?o, de los 7.800 metros cuadrados del campo, 4.000 se escapan del sol. Y pueden congelarse. Para cuidar la temperatura del c¨¦sped, Stewart compr¨® una mantas t¨¦rmicas. ¡°Desde que las tenemos, la temperatura no ha bajado de los cinco grados, as¨ª que casi no las usamos¡±, se lamenta. Cuestiones impredecibles. Con la mitad del campo a la sombra, la estrategia pasa por calcular, por ejemplo, cu¨¢nto abono se le echa a la parte del sol y a la parte oscura. Stewart cuida el c¨¦sped del Alav¨¦s con la ayuda de su compa?ero camerun¨¦s, Gregory. ¡°Una cosa: somos greenkeepers, no jardineros. Solo cuidamos el c¨¦sped, no hacemos otra cosa como flores o arbustos¡±, aclara.
Pionero en tecnolog¨ªa y 27 a?os de experiencia
Todav¨ªa jugaba al f¨²tbol Vicente Alpuente cuando comenz¨® a aprender los gajes del oficio de cuidador de c¨¦sped deportivo. Fue en el Ayuntamiento de El Puig de Santa Mar¨ªa, en Valencia, donde a¨²n era futbolista del equipo local y se preparaba su propio campo. Unas pr¨¢cticas en el Villarreal para graduarse como entrenador de f¨²tbol lo cruzaron en 2006 con el presidente Fernando Roig, quien le propuso encargarse del c¨¦sped del estadio de La Cer¨¢mica, entonces El Madrigal, que estaba a punto de albergar los primeros octavos de final de Champions en la historia del Submarino Amarillo, ante el Glasgow Rangers. ¡°Aqu¨ª empez¨® mi carrera de verdad¡±, dice Alpuente. Luego la complet¨® con un m¨¢ster en c¨¦sped deportivo natural y artificial en la Universidad de Castilla-La Mancha.
¡°Pellegrini fue el primer entrenador con el que trabaj¨¦; era muy exigente con el c¨¦sped¡±, recuerda Alpuente. Su primera reuni¨®n con el entrenador chileno fue unas semanas antes de aquel partido con el Glasgow. ¡°Y fue para llamarme la atenci¨®n, porque hab¨ªa agujeros y el terreno estaba duro¡±, confiesa. ¡°Fue un paso dif¨ªcil, de las instalaciones de un peque?o Ayuntamiento a una entidad donde cada persona busca la perfecci¨®n¡±, admite el jefe del estadio del Villarreal.
Desde entonces, el Villarreal se convirti¨® en uno de los clubes m¨¢s desarrollados en este ¨¢mbito. Hace tres a?os, fue uno de los primeros en instalar c¨¦sped h¨ªbrido en el campo. ¡°Un 2% es cosido, pero no se nota porque est¨¢ sobre todo por debajo, en las ra¨ªces. Se usa para estabilizar la superficie y que no haya desniveles¡±, explica. ¡°Adem¨¢s, drena seis veces m¨¢s porque las fibras hacen de canales. Y no hay arrancamiento, se puede usar m¨¢s horas, permanece inamovible¡±, subraya Alpuente, que cuenta adem¨¢s con luces artificiales de crecimiento o luces ultravioletas para combatir hongos, entre otras tecnolog¨ªas.
Los entrenamientos de los equipos dentro del estadio son un dolor de cabeza para los artistas que cuidan del c¨¦sped. ¡°Los rondos, los ejercicios de posesi¨®n en sectores peque?os desgastan el terreno¡±, indica Alpuente. Las negociaciones con el equipo t¨¦cnico son recurrentes, pero quien tiene la palabra final es el m¨ªster.
Alpuente recuerda uno de sus mejores d¨ªas a cargo del c¨¦sped de La Cer¨¢mica. Luis Enrique (entonces entrenador blaugrana) se quej¨® despu¨¦s de una visita con el Barcelona y el presidente Roig le orden¨® cambiar el c¨¦sped por completo. ¡°Presi, lo podemos salvar¡±, le dijo Alpuente, pero las altas temperaturas de los d¨ªas siguientes le jugaron una mala pasada. En menos de una semana el Villarreal recib¨ªa al Rayo y tuvo que cambiar el c¨¦sped en dos d¨ªas. ¡°Ganamos 4-2 despu¨¦s de ir 0-2 en la primera mitad. Regamos en la segunda parte y no se levant¨® nada de c¨¦sped¡±, recuerda. ¡°Cuando salimos a reparar el campo, tras el encuentro, baj¨® el presidente y me dijo: 'Este partido lo hemos ganado por el c¨¦sped¡±.
Las tres caracter¨ªsticas principales del c¨¦sped
Pedro Fern¨¢ndez-Bola?os, coordinador para la calidad de los terrenos de juego de LaLiga, resume las tres caracter¨ªsticas que debe reunir el c¨¦sped un estadio de la competici¨®n: "No debe ser peligroso para los jugadores, debe botar y rodar bien el bal¨®n y debe ser est¨¦ticamente bonito". El jugador no debe preocuparse por el estado del c¨¦sped, no debe pensar en ¨¦l. Para su seguridad f¨ªsica, el terreno tiene que ceder cuando el futbolista hace un esfuerzo grande, como un giro, o un freno. "Debe ceder el suelo o la hierba, si no cede, ser¨ªa peligroso", comenta Fern¨¢ndez-Bola?os. Por eso es normal ver a personal de mantenimiento en los descansos "arreglar esas peque?as heridas". "Significa que el campo estaba en buen estado", afirma. El Reglamento para la Retransmisi¨®n Televisiva de LaLiga apunta a cumplir estos requisitos y detalla, por ejemplo, la altura m¨¢xima y la m¨ªnima que debe tener el c¨¦sped.
Los expertos denominan resistencia rotacional a esta caracter¨ªstica del c¨¦sped y es uno de los puntos que examinan en las visitas de control que realizan a cada terreno de juego a lo largo del a?o. En las auditor¨ªas tambi¨¦n se eval¨²a la capacidad de drenaje del suelo, el estado de salud de la hierba, el bote correcto del bal¨®n... "A veces los campos est¨¢n muy duros o tienen problemas de infiltraci¨®n", indica Fern¨¢ndez-Bola?os. La infiltraci¨®n, la capacidad de absorber agua, debe ser, como m¨ªnimo, de 50 mil¨ªmetros por hora.
Fern¨¢ndez-Bola?os ha llegado a LaLiga para coordinar y ser el punto de contacto de todos los especialistas del c¨¦sped. Organiza frecuentes capacitaciones, asesora e incluso est¨¢ escribiendo un manual sobre el mantenimiento de los campos con varios de ellos. ¡°En Reino Unido hay much¨ªsima cultura de c¨¦sped. El algo natural. Todos lo tienen; en la casa, en el parque, en la escuela¡ Hay formaci¨®n universitaria de mantenimiento de c¨¦spedes deportivos. En Espa?a no. Estamos cambiando esta cultura poco a poco¡±, indica.
Del mar a la meseta
¡°Desde el campo puedes ver el mar¡±, dice Josep Mart¨ª, un ingeniero agr¨®nomo de 58 a?os, encargado del personal y del c¨¦sped del estadio del N¨¤stic de Tarragona. ¡°Por eso tienes que estar atento a las brisas, a la humedad y a los hongos¡±, apunta. Mart¨ª est¨¢ contratado por Royal Verd, la empresa que cuida el Nou Estadi y los centros de entrenamiento del club.
Por el calor, Mart¨ª recurre a una pr¨¢ctica habitual: utilizar un tipo de c¨¦sped llamado bermuda. ¡°Tolera mejor las altas temperaturas, no necesita ni la mitad del riego que los dem¨¢s y no requiere tratamientos¡±, indica. En octubre, en medio de la competici¨®n, Mart¨ª debe resembrar el campo con la semilla de ryegrass. "La bermuda se duerme y se vuelve amarilla con las bajas temperaturas". Un proceso laborioso y contra reloj que tambi¨¦n hacen cada oto?o Betis, Sevilla, Valencia, Levante, Las Palmas, Tenerife, Mallorca, C¨®rdoba, C¨¢diz, M¨¢laga, Almer¨ªa y Elche. Son d¨ªas de mucho trabajo y exigencia: el campo siempre debe estar listo para el pr¨®ximo partido. En primavera, Mart¨ª vuelve a poner en marcha el proceso de clarificado que consiste en raspar el c¨¦sped y usar productos para revivir a la bermuda. ¡°No tenemos mucha m¨¢s tecnolog¨ªa. En LaLiga 1|2|3 la mayor¨ªa los clubes no puede permit¨ªrselo¡±, se lamenta.
556 kil¨®metros separan al Nou Estadi del N¨¤stic, en Tarragona, de Butarque, el campo del Legan¨¦s, en las afueras de Madrid. El clima seco y las heladas reemplazan a la brisa mar¨ªtima. Royal Verd tambi¨¦n cuida el c¨¦sped pepinero. Alberto Arriaga tiene solo 21 a?os, pero dice que recuerda "aut¨¦nticos patatales cuando era peque?o". Arriaga es t¨¦cnico en aprovechamiento y conservaci¨®n del medio natural. "Al fr¨ªo y a las heladas de Madrid los combatimos con mantas t¨¦rmicas. El c¨¦sped es un ser vivo y debe estar protegido", asegura. Al ser un estadio tan abierto, Butarque ofrece al campo sol y aire todo el d¨ªa. "Eso beneficia el crecimiento de la planta", comenta Arriaga.
Los encargados del c¨¦sped presumen de ser gente feliz. ¡°Un trabajo al aire libre, lleno de motivaciones¡±, remarca Pedro Fern¨¢ndez-Bola?os, de LaLiga. Y enormemente pacientes. ¡°Aqu¨ª aprendes a darte cuenta de que las cosas no vienen de un d¨ªa para el otro¡±, reflexiona Stewart, del Alav¨¦s. ¡°Y cuando las cosas van bien, cuatro horas antes del partido, subo a la grada y en silencio, miro el campo vac¨ªo y pienso: ¡®Lo hemos conseguido¡±.