¡°Nadie pone la tele para escucharnos a ninguno de nosotros. El d¨ªa que dejemos de contar un partido, lo har¨¢n otros y no pasar¨¢ absolutamente nada¡±. Por mucho que Carlos Mart¨ªnez (Madrid, 1964) intente pasar desapercibido, 30 a?os de presencia ininterrumpida retransmitiendo los partidos de la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol han hecho que miles de aficionados s¨®lo puedan relacionar las jugadas de los encuentros m¨¢s importantes con su voz. Siempre est¨¢. ¡°Solo me he perdido dos en todo este tiempo¡±, asegura. Mart¨ªnez ha cumplido m¨¢s de 1.000 partidos narrando la competici¨®n nacional y alcanzar¨¢ esta temporada los 100.000 minutos en el canal Movistar LaLiga poni¨¦ndole voz a la LaLiga Santander. El secreto del narrador televisivo m¨¢s importante de las ¨²ltimas d¨¦cadas para seguir al pie del ca?¨®n es una suerte de adicci¨®n a lo imprevisible del deporte rey: ¡°A¨²n no soy capaz de saber qu¨¦ va a pasar en el minuto siguiente¡±, afirma.
Contra viento y marea, Mart¨ªnez, escalador aficionado, es desde 1990 la voz que ¡°pone la m¨²sica a la pel¨ªcula¡± del f¨²tbol espa?ol. Lo fue incluso la tarde de 1991 en la que un ¡°descomunal dolor de muelas¡± lo hab¨ªa confinado en el hospital de Cruces de Bilbao. ¡°Sal¨ª de all¨ª dos horas antes medio anestesiado, pero en condiciones de retransmitir uno de los partidos m¨¢s vibrantes que recuerdo: el 0-6 del Dream Team de Johann Cruyff al Athletic¡±, cuenta, ya consagrado como un referente. Junto a compa?eros de Movistar+, como Enrique Pastor y Juanma de la Casa, o a colegas como Jordi Dom¨ªnguez, de GOL Televisi¨®n, los espectadores pueden disfrutar de estos profesionales imprescindibles para dar emoci¨®n al juego de la oferta futbolera de este curso: diez partidos de LaLiga Santander (nueve de pago en Movistar +, Orange TV, MiTele Plus o Jazztel y uno en abierto en GOL) y los once de LaLiga SmartBank (once de pago en Movistar +, Orange, MiTele o Jazztel y dos que tambi¨¦n se retransmiten en abierto en GOL).
"Disfruto narrando a jugadores que te levantan de la silla cuando est¨¢s trabajando"
Carlos Mart¨ªnez, la voz de El Partidazo y presentador del programa El D¨ªa Despu¨¦s, jura que nunca fue el t¨ªpico ni?o con el magnet¨®fono en la mano que se monta una retransmisi¨®n en el sal¨®n de casa. ¡°Lo siento, pero esa no es mi historia¡±, dice. Hab¨ªa narrado alg¨²n que otro partido de baloncesto en la Cadena SER, pero su verdadera relaci¨®n con el f¨²tbol comenz¨® en el verano del 90. Para el estreno de Canal+ la direcci¨®n, con Alfredo Rela?o a la cabeza, adquiri¨® una serie de encuentros de verano con la idea de rodar al equipo. ¡°El primero, un Athletic Club-Real Betis por el Trofeo Colombino era ya en un sitio m¨ªtico, el estadio del decano del f¨²tbol espa?ol, el Recreativo de Huelva¡±, recuerda Mart¨ªnez con la ilusi¨®n intacta del mismo ¡°imberbe de 24 a?os¡± que narr¨® aquel partido y miles m¨¢s ¡°por puro azar¡±. Jos¨¦ ?ngel de la Casa, el legendario narrador de f¨²tbol de Televisi¨®n Espa?ola, iba a hacer el encuentro con Jorge Valdano, pero no hab¨ªa recibido a tiempo la excedencia para trabajar en otro medio. ¡°Me cit¨® a almorzar y me dijo que en lugar de hacer el inal¨¢mbrico [a pie de campo] iba a tener que narrar el partido. De lo contrario me habr¨ªa pasado tal vez 10 a?os con el inal¨¢mbrico¡±, cuenta Mart¨ªnez. ¡°Hab¨ªa que tener cojones para poner a un ni?o como yo para el estreno de un nuevo canal de pago¡±, afirma.
Jordi Dom¨ªnguez (Barcelona, 1981) ama el deporte desde peque?o. De ni?o y hasta los 25 jug¨® al baloncesto como su hermana Silvia, internacional y medallista ol¨ªmpica con Espa?a. Su t¨ªo Llu¨ªs fue el causante de su facete futbolera. ¡°?l me llevaba al campo a los seis o siete a?os¡±, recuerda Dom¨ªnguez. ¡°Falleci¨® antes de verme narrar LaLiga y siempre que lo hago pienso en ¨¦l porque me habr¨ªa gustado que me escuchara¡±, dice. Dom¨ªnguez prepara los partidos de manera meticulosa: recita de memoria las alineaciones y los dorsales tres o cuatro veces antes de los partidos y est¨¢ al tanto de todo lo futbol¨ªstico y extrafutbol¨ªstico que sucede en torno al encuentro. ¡°Necesito tener la confianza cuando entro en la cabina de que tengo dominados todos los detalles. Si hay una pancarta dirigida a un jugador tengo que saber por qu¨¦ y para eso tengo que estar al d¨ªa¡±, afirma el narrador de GOL, que tambi¨¦n accede a aplicaciones para aprender a pronunciar los nombres o ve res¨²menes en idioma original para mejorar la fon¨¦tica. ¡°Intento acercarme al m¨¢ximo que pueda a la pronunciaci¨®n original para no castellanizar. Igual que a nosotros no nos gusta c¨®mo un locutor ingl¨¦s dice Azpilicueta¡±, resume.
"Lo primero que hago al llegar a un estadio es preguntar por el agua. Bebo cuatro o cinco botellas durante un partido"
Juanma de la Casa lleva la narraci¨®n en los genes. Mientras su padre Jos¨¦ ?ngel, durante a?os una de las grandes voces de las retransmisiones en televisi¨®n, entraba en la memoria colectiva del pa¨ªs con el m¨ªtico gol de Se?or en el 12-1 de la selecci¨®n frente a Malta, el peque?o lo emulaba en casa: primero le puso voz a los partidos de chapas y m¨¢s tarde a los videojuegos. A los 19 a?os dej¨® su puesto como extremo izquierdo y se meti¨® de lleno en el periodismo. Primero en la radio y m¨¢s tarde en la televisi¨®n en Movistar+. All¨ª recuerda que el primer partido que relat¨® fue un Paris Saint Germain contra el Metz, de la liga francesa. ¡°Fue un l¨ªo, todos los jugadores me parec¨ªan iguales¡±, bromea. En los ¨²ltimos a?os, es el narrador de los partidos de LaLiga SmartBank, donde vivi¨®, dice, su retransmisi¨®n m¨¢s memorable fue en los ¨²ltimos minutos del duelo entre la UD Las Palmas y el C¨®rdoba CF por el ascenso en 2014.
La actividad de los narradores durante la temporada es intensa: algunos de ellos triplican el n¨²mero de encuentros de un futbolista de ¨¦lite. Enrique Pastor (Madrid, 1969), que tambi¨¦n hace f¨²tbol internacional, cuenta que esta semana le tocan siete: uno el lunes, otro el martes, otro el viernes y dos el s¨¢bado y el domingo. Calcula que al cabo del a?o relata m¨¢s de 300, la mayor¨ªa de los cuales se hacen desde los estudios. Entre cuatro paredes y frente a varias pantallas, el ¨²nico secreto para sentir y transmitir al aficionado esa vibraci¨®n que sienten los apasionados al juego es subirse al m¨¢ximo los cascos. Sin embargo, para meterse en la atm¨®sfera del partido no hay nada comparable a vivirlo en el estadio: ¡°La diferencia es abismal¡±, explica el periodista.
"Me pongo el sonido ambiente al m¨¢ximo para meterme m¨¢s en el partido cuando narro en el estudio"
Enrique Pastor es un apasionado del deporte desde peque?o: ¡°El fin de semana segu¨ªa los programas que arrancaban a lo mejor a las 12 de la ma?ana y pod¨ªa estar ocho o nueve horas frente al televisor¡±, recuerda el narrador, que en su infancia y adolescencia practic¨® atletismo y baloncesto. M¨¢s tarde, termin¨® la carrera de Periodismo, pas¨® por la radio y cuando en Canal+ le hicieron una prueba de narraci¨®n supo que all¨ª es donde se sent¨ªa m¨¢s c¨®modo. ¡°Contar una historia que se est¨¢ produciendo en directo me llam¨® poderosamente la atenci¨®n¡±. Desde 1997 ha puesto voz a los encuentros de los principales torneos europeos y otras ligas m¨¢s ex¨®ticas, como la rumana, la rusa o la turca, adem¨¢s de grandes torneos de otras disciplinas, como Wimbledon o Roland Garros. Su momento m¨¢s especial, cuenta, fue vivir el partido posterior al fallecimiento de Luis Aragon¨¦s en el Vicente Calder¨®n.
Tanto Pastor como Juanma de la Casa (Madrid, 1979) no pueden salir a micr¨®fono sin un esquema hecho a mano con las alineaciones y el dibujo t¨¢ctico de los equipos. Esa es su principal herramienta para identificar los jugadores desde una distancia considerable. Cuando es imposible advertir el n¨²mero de la camiseta, un peinado particular o una cinta en el pelo, el color de las botas o su manera de correr es la ¨²nica forma de distinguir a los futbolistas. Otra cosa ya es pronunciar correctamente su nombre: ¡°A Juli¨¢n Cerd¨¢ Vicente, un jugador m¨ªtico de la segunda categor¨ªa, lo llamaba Juli cuando jugaba en el Elche y en el Alcorc¨®n. Pero un d¨ªa me dijo que se pronunciaba con g valenciana. As¨ª que en el Alav¨¦s ya fue ¡®Yuli¡¯¡±, cuenta De la Casa, que recuerda c¨®mo otro referente de la narraci¨®n deportiva, Sixto Miguel Serrano, llam¨® directamente al club para saber c¨®mo se pronunciaba correctamente el nombre Heerenveen, un equipo de la primera divisi¨®n holandesa.
"Necesito tener la confianza cuando entro en la cabina de que tengo dominados todos los detalles"
Jordi Dom¨ªnguez comenz¨® narrando partidos del C.F Monta?esa, un equipo de un barrio de Barcelona, en 2000. ¡°Hab¨ªa un ambiente muy chulo en el estadio¡±, recuerda. Dom¨ªnguez creci¨® rodeado de deportistas. Su hermana Silvia fue medallista ol¨ªmpica con la selecci¨®n de baloncesto espa?ola. Estudi¨® periodismo deportivo en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y entr¨® a GOL en 2009, ¡°para presentar programas y muy de vez en cuando narrar ligas internacionales como la belga o la rusa¡±, cuenta. En 2013/2014 narr¨® su primer partido de LaLiga Santander. ¡°Sol¨ªa hacerlo cuando faltaba alguien¡±, dice. Hasta que un verano, al director, que por casualidad escuchaba un partido de la liga rusa le gust¨® su narraci¨®n y lo mand¨® a relatar f¨²tbol espa?ol. Los encuentros que m¨¢s disfruta son los derbis vascos entre el Athletic Club y la Real Sociedad. De ellos destaca ¡°lo que se percibe desde las gradas con aficionados de ambos equipos conviviendo juntos sin que haya ning¨²n tipo de enfrentamiento¡± .
Mart¨ªnez afirma que lo ¨²nico que no puede faltarle en cabina son ¡°Julio y Michael¡±. Julio es Maldonado Maldini y Michael es Robinson, comentaristas de El Partidazo, con quienes ha formado uno de los grupos m¨¢s emblem¨¢ticos de la televisi¨®n espa?ola. ¡°Soy un desastre. No voy ni siquiera con un boli. Durante mucho tiempo se lo rob¨¦ a Michael, pero ahora con las tabletas nadie lo lleva¡±, dice Mart¨ªnez que tambi¨¦n prescinde de los cuadernos con estad¨ªsticas. ?Por qu¨¦? ¡°Pues he llegado a la conclusi¨®n de que si un dato o una historia me han llamado la atenci¨®n y lo recuerdo, entonces eso le va a interesar al espectador. Si no me interesaron a m¨ª, que estoy loco por esto, ?por qu¨¦ le van a interesar al se?or que va a ver el partido esta tarde? Creo en una manera natural de narrar las cosas¡±, explica.
De la Casa, que comparte retransmisiones desde tiempo con Ra¨²l Ruiz, exfutbolista reconvertido a comunicador de ¨¦xito en Movistar+, dice que se forja una relaci¨®n especial: ¡°Con ¨¦l hay una gran amistad detr¨¢s de las c¨¢maras¡°. Ruiz ha a?adido aventura a su ruta de miles y miles de kil¨®metros por los campos de la divisi¨®n de plata, convertido en un fiel escudero que casi le hace llegar tarde a un partido del Real Betis o el que tiene la ocurrencia de colocarse una nariz de payaso en un partido en el Carranza, en pleno Carnaval de C¨¢diz: ¡°Narrando ha contado chistes, refranes populares, pero poco a poco se ha ido calmando¡±, bromea.
Dom¨ªnguez forma dupla con la periodista Natalia Arroyo desde 2013. ¡°Nos conocemos bien. Cuando me ve que estoy resfriado o estoy sufriendo con la voz, me da m¨¢s apoyo, me da sus segundos. Es importante la sincronizaci¨®n con tus comentaristas¡±, explica.
Para que sus voces resistan todos la cuidan como si fuera oro y beben m¨¢s de dos litros de agua por partido. Dom¨ªnguez lanza un consejo: ¡°Cada uno es consciente de hasta d¨®nde puede llegar. Una clave es no intentar elevar el tono por encima de lo que tu voz te permite. Sabes que si vas a 120 gritando cada jugada como si fuera la ¨²ltima desde el primer pitido no vas a llegar al tiempo de descanso¡±.
La inmensidad del juego y la mezcla de sentimientos de millones de aficionados marcan el estilo de las retransmisiones. ¡°Esta es una televisi¨®n de pago¡±, dice Mart¨ªnez. ¡°Y la gente paga para pas¨¢rselo bien. Dar¨ªa para una tesis sociol¨®gica que la gente pagara para ponerse a sufrir delante de la pantalla¡±, opina el narrador. ¡°Por eso somos una tele amable. Intentamos tener un poco de sordina al d¨ªa malo. Pasan tantas tantas y tantas cosas a lo largo de la competici¨®n. Ese dramatismo, ese v¨¦rtigo de estar en el precipicio conviene mantenerlo a raya porque esto cambia muy r¨¢pido" argumenta. ¡°Aunque siempre habr¨¢ alguien que te va a decir que por qu¨¦ has hecho como si fuera un funeral en un gol de su equipo y otro que va a pensar que te has dejado la vida narrando el mismo tanto¡±, cuenta. Cantar un gol es el momento m¨¢s preciado para los narradores, el instante para el que reservan los cartuchos de cada fin de semana. ¡°No tengo una manera de hacerlo, creo que siempre lo hago diferente. Aunque no es lo mismo uno que le rebota a un t¨ªo en la nuca y entra de mala manera que otro que es una belleza absoluta y te deja loco¡±, agrega Mart¨ªnez.
El equilibrio, ¡°el periodismo de toda la vida¡±, antes que todo. ¡°A nosotros no nos tienta el periodismo de camiseta. Somos mucho m¨¢s de futbolistas¡±, analiza. ¡°Y yo disfruto narrando a jugadores que te levantan de la silla cuando est¨¢s trabajando. Te puedes imaginar de qui¨¦n estamos hablando¡±, cuenta, y luego de una breve pausa, agrega: ¡°Maradona, Messi, Butrague?o, Cristiano, pero tambi¨¦n Cazorla, Valer¨®n, Silva y gente que no ha tenido tanto nombre, pero s¨ª mucha magia¡±.
Convertido en una figura clave de la memoria sentimental de todo aficionado al f¨²tbol espa?ol, Mart¨ªnez ha cambiado los aut¨®grafos que empez¨® firmando en los noventa por los selfies o las notas de voz. ?l sabe que el f¨²tbol le dio la vida pero sigue insistiendo en que el papel de los periodistas es secundario, que ellos solo ¡°tocan el tambor¡± de un deporte que ¡°es magia, que se invent¨® a la perfecci¨®n¡±: ¡°Salir en la tele no tiene ning¨²n m¨¦rito. ?Pero ninguno es ninguno, eh!¡±.
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