El Bar?a se resume en Messi
El delantero azulgrana resuelve con tres goles a bal¨®n parado, dos de falta y uno de penalti, un partido anodino ante el alica¨ªdo Celta
La figura de Messi se agranda mientras se encoge el Bar?a. No es que el 10 mejore con la edad, ahora que ha cumplido ya 32 a?os, sino que hoy le alcanza con las jugadas a bal¨®n parado para marcar las diferencias en un equipo que muta tanto que es irreconocible incluso para el Camp Nou. El rosarino marc¨® tres goles el mismo d¨ªa en que el presidente Bartomeu hablaba del Bar?a post-Messi. El barcelonismo no quiere ni imaginar c¨®mo ser¨¢ su equipo sin el capit¨¢n despu¨¦s de los sufridos partidos vividos contra el Levante, el Slavia o el Celta. Aunque se han dado los tres resultados, el juego ha comprometido por igual al Bar?a.
El Barcelona se sostiene en la zurda de Messi. La pierna del argentino es tan delicada como precisa, sus tiros salen de forma f¨¢cil y natural hasta la escuadra de las porter¨ªas, imposibles para los porteros como Rub¨¦n Blanco. Los compa?eros se agachan y los rivales se dan la vuelta para contemplar c¨®mo el bal¨®n cae dulce y suave a un costado del arco para disfrute del Camp Nou. Messi se repite felizmente para el Bar?a mientras en el club se habla de actualizar el juego del equipo y de rejuvenecer la plantilla siempre que sea posible con Valverde.
Aseguran en el Bar?a que no hace falta de momento ninguna revoluci¨®n sino que va bien con una transici¨®n bien manejada porque al fin y al cabo se pretende tambi¨¦n de dar continuidad a la directiva actual despu¨¦s de las elecciones de 2021. Las opciones de cualquier precandidato pasan porque el equipo compita y, de momento, el Bar?a es l¨ªder de LaLiga y de su grupo europeo de la Champions porque de momento se ha cruzado con equipos en situaci¨®n precaria como el Celta.
Aunque est¨¢ peleado con el gol, el Celta ha cambiado de entrenador para intentar recuperar su identidad futbol¨ªstica con la vena cruyffista: ?scar Garc¨ªa se sent¨® en el mismo banquillo celeste que antes ocuparon Unzu¨¦, Eusebio, Luis Enrique y Stoichkov. Todos mantienen de alguna manera su v¨ªnculo con el Bar?a. El estreno de ?scar qued¨® grabado en la alineaci¨®n; apost¨® por una zaga con tres centrales y, adem¨¢s, dio entrada a Sisto por el exazulgrana Denis Su¨¢rez. A la vista del Camp Nou pareci¨® un equipo organizado y valiente, al menos por contraposici¨®n al discontinuo, variable y desestructurado Barcelona, hasta que compareci¨® Messi.
Valverde cambi¨® a medio equipo porque a diferencia del Celta le ocupa el juego y no solo las ¨¢reas, tan sobrado de delanteros y defensas que en el banquillo se quedaron Lenglet, Luis Su¨¢rez y Demb¨¦l¨¦. El t¨¦cnico busca sin parar, toca las l¨ªneas, pone y quita jugadores de la alineaci¨®n y cambia de plan durante el partido, a veces condicionado por el despliegue del contrario y en ocasiones por las lesiones ¡ªla de Semedo es la n¨²mero 12¡ª, siempre pendiente de las circunstancias, tambi¨¦n si juega en el Camp Nou. A menudo, da la sensaci¨®n de que se siente sorprendido e improvisa, desconfiado como se muestra su Bar?a.
El f¨²tbol azulgrana es tan inestable y negado que el equipo se encomienda permanentemente a Messi. No sabe jugar sin el 10. Y al rosarino todav¨ªa le quedan recursos para resolver los partidos, aunque sea a bal¨®n parado, para desdicha de Rub¨¦n Blanco. Messi fue el protagonista en el ¨¢rea del Celta y tambi¨¦n en la del Bar?a cuando el ¨¢rbitro le sancion¨® con una falta inexistente y una tarjeta que provocaron el tanto de Olaza. No ten¨ªan los azulgrana m¨¢s futbolista que Messi porque ya nadie es capaz de adivinar qui¨¦n es el mediocentro ¡ªsi Busquets, De Jong o Sergi Roberto¡ª, ni tampoco de qu¨¦ sirve alinear a Griezmann.
El franc¨¦s no para de correr ni de tirar desmarques en un equipo desincronizado y que juega al pie, sin velocidad de bal¨®n ni profundidad, pendiente de jugadas espor¨¢dicas y naturalmente de los movimientos de Messi. Alrededor del 10 al menos se dan situaciones extraordinarias en un equipo tan vulgarizado como el Bar?a. Leo transform¨® un penalti por manos de Aidoo despu¨¦s de un centro de Junior cuando el Celta somet¨ªa con su presi¨®n al Bar?a; anot¨® de falta directa cuando se anunciaba el descanso; y repiti¨® al regresar a la cancha en un tiro libre que cerr¨® el partido: 3-1. No hubo m¨¢s jugador que Messi y, por momentos, Demb¨¦l¨¦, sustituto de Ansu Fati, que acab¨® aburrido por el f¨²tbol del Bar?a. El gol de Busquets pareci¨® un accidente en un partido tan parado que qued¨® a merced de las sublimes acciones de estrategia del 10. El Bar?a se resume en un francotirador: Messi.
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