Un capit¨¢n del Ej¨¦rcito de EE UU en el balonmano espa?ol
Su pa¨ªs paga la ficha del jugador del Ademar Le¨®n Andrew Donlin, oficial de las Fuerzas A¨¦reas norteamericanas, para que progrese y mejore el nivel de su selecci¨®n
Andrew Donlin, de 28 a?os, es capit¨¢n de las Fuerzas A¨¦reas de Estados Unidos tras graduarse en 2015 en la academia militar de Colorado. Sin embargo, el pasado verano inici¨® en Le¨®n una nueva mili a las ¨®rdenes del sargento Manolo Cadenas. Esta, de balonmano. El Ademar, uno de los cl¨¢sicos de este deporte en Espa?a, lo fich¨® en una rocambolesca operaci¨®n y con unas condiciones in¨¦ditas en la Liga Asobal por iniciativa de su entrenador, un viejo zorro de los banquill...
Andrew Donlin, de 28 a?os, es capit¨¢n de las Fuerzas A¨¦reas de Estados Unidos tras graduarse en 2015 en la academia militar de Colorado. Sin embargo, el pasado verano inici¨® en Le¨®n una nueva mili a las ¨®rdenes del sargento Manolo Cadenas. Esta, de balonmano. El Ademar, uno de los cl¨¢sicos de este deporte en Espa?a, lo fich¨® en una rocambolesca operaci¨®n y con unas condiciones in¨¦ditas en la Liga Asobal por iniciativa de su entrenador, un viejo zorro de los banquillos, de 65 a?os, que nunca para quieto.
Cadenas acababa de estrenar su tercera etapa en el club cuando viaj¨® a Per¨² a los Juegos Panamericanos en calidad de seleccionador argentino. All¨ª, en los pasillos del hotel de Lima, se cruz¨® con Donlin, ¡°un armario¡±, como ¨¦l lo define, de 2,02 metros y 115 kilos. Lo hab¨ªa visto en la pista y no le hab¨ªa llamado la atenci¨®n, pero s¨ª su presencia. ¡°Aqu¨ª no tenemos gente tan grande, nos falta talento f¨ªsico. As¨ª que yo, como conozco a todo el mundo, fui a su entrenador, Robert Hedin, un sueco que fue jugador en los noventa, y le pregunt¨¦ por qu¨¦ no lo utilizaba m¨¢s¡±, relataba el t¨¦cnico en un local de Le¨®n hace dos semanas, antes de que el coronavirus congelara la vida y el deporte. ¡°Me respondi¨® que le faltaba mucho por progresar, pero que me lo pod¨ªa llevar gratis a Espa?a. Viendo nuestros presupuestos tan bajos, aprovech¨¦ la oportunidad y cuatro d¨ªas despu¨¦s ya estaba aqu¨ª¡±.
Al oficial Drew, como es conocido en el vestuario, le paga todo su pa¨ªs: el sueldo, el alojamiento y dem¨¢s gastos. Un estatus muy particular para un jugador que se desempe?a en la posici¨®n de pivote; que empez¨® en el balonmano a una edad muy tard¨ªa, a los 19 a?os en la academia militar; y que presenta una nacionalidad tan ex¨®tica para este deporte como la estadounidense. Es el primero de esta latitud en una Liga Asobal cuyos clubes deben buscar soluciones imaginativas para aliviar sus estrecheces econ¨®micas.
Donlin forma parte de un programa del Comit¨¦ Ol¨ªmpico de Estados Unidos para colocar a jugadores en campeonatos importantes con el objetivo a largo plazo de elevar el bajo nivel de la selecci¨®n, a galaxias de la ¨¦lite. A cambio, se hace cargo de todos los costes y el equipo de destino no pone un euro. Desde Atlanta 96 no disputa unos Juegos, y entonces solo pudo hacerlo como anfitri¨®n. En 2028 volver¨¢ a hacerlo en Los ?ngeles y, al menos para tratar de competir, ha fichado como director deportivo a una leyenda sueca, Staffan Olsson, y se ha agarrado a este curioso sistema de becas.
De la decena de jugadores que se encuentran en Europa bajo este paraguas, Drew es el mejor situado. La temporada pasada compiti¨® en el filial del Bayern Dormagen, de la Segunda alemana, y esta campa?a dio el triple salto al segundo clasificado de la competici¨®n espa?ola. A ¨¦l le gustar¨ªa continuar, pero el Ej¨¦rcito, donde aspira a ascender a major a medio plazo, puede comprometer su futuro en este plan de desarrollo. ¡°Es mi segundo a?o y hay una posibilidad de alargar, aunque deben decidir los jefes. Yo me quedar¨ªa¡±, dice entusiasta en un castellano ortop¨¦dico. ¡°Es un sue?o estar aqu¨ª. Estoy aprendiendo mucho con Manolo. Es muy duro, pero me gusta entrenar duro¡±.
Cadenas confirma la mentalidad castrense y el sentido de la obediencia de este corpach¨®n. ¡°?l se ilusion¨® mucho y, para m¨ª, que siempre me ha gustado formar, es un reto averiguar si se puede ense?ar a jugar a balonmano a edades tan tard¨ªas. Si un t¨ªo tiene ganas, quiero saber si con eso y un entrenamiento adecuado soy capaz de mejorarlo¡±, explica el preparador del Ademar Le¨®n. ¡°Por sus caracter¨ªsticas, nos puede ayudar como pivote y en el centro de la defensa. Y es m¨¢s f¨¢cil adiestrar a alguien en esas posiciones que en otras m¨¢s espec¨ªficas. De momento¡±, admite, ¡°los resultados son bajos, pero hay que darse m¨¢s tiempo¡±. En lo que llevamos de curso, acumula dos goles en 17 partidos de Liga.
Donlin, nacido en Minnesota, nunca se hab¨ªa movido en una cancha del 40x20 hasta que entr¨® en la Academia de las Fuerzas A¨¦reas con 18 a?os. ¡°El balonmano me gust¨® porque es una combinaci¨®n de otros deportes que ya hab¨ªa practicado. Es r¨¢pido como el baloncesto, y tiene muchos pases y tiros como el b¨¦isbol y el f¨²tbol americano¡±, se?ala. Ese fue su estreno, ya mayor de edad, y a partir de ah¨ª fue compitiendo en las ligas nacionales durante su formaci¨®n militar y, tras graduarse, en su destino de Los ?ngeles, donde trabaj¨® ¡°con programas sobre sat¨¦lites¡±. En 2016 debut¨® en la selecci¨®n y hace dos a?os se march¨® a Alemania en este singular Erasmus que ahora le tiene encantando de la vida en Le¨®n, de soldado raso, haciendo la instrucci¨®n del balonmano. Desde hace unos d¨ªas, confinado como todos y entrenando en solitario en casa. Ning¨²n drama para un capit¨¢n del Ej¨¦rcito de Estados Unidos.