El balonmano sigue en los huesos

"Venimos de comer jabugo y ahora solo hay chistorra". Al entrenador del Balonmano Benidorm, Zupo Equisoain, un volc¨¢n en la pista, le puede todav¨ªa la melancol¨ªa cuando piensa en qu¨¦ ha quedado la liga Asobal. De la ¨¦poca dorada, de la que ¨¦l fue protagonista como t¨¦cnico del San Antonio de Pamplona, ya solo quedan las raspas. La crisis econ¨®mica se lo comi¨® todo. La selecci¨®n espa?ola se alz¨® campeona de Europa a principios de este a?o, su tercer podio continental consecutivo, pero la competici¨®n dom¨¦stica sigue braceando en mitad del Pac¨ªfico, castigada por la escasa inversi¨®n. Aunque sus peores momentos ya pasaron, a¨²n es impensable una vuelta a los tiempos felices.

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Presupuestos reducidos, estructuras semiprofesionales, jugadores y entrenadores nacionales que se van, estrellas extranjeras que no vienen, poco seguimiento medi¨¢tico y, quiz¨¢s lo peor, un campe¨®n conocido de antemano. Salvo en el Bar?a, las heridas contin¨²an siendo serias. Los triunfos de Espa?a dan fe del talento y la buena formaci¨®n, pero falta un torneo potente que canalice esa materia prima. Lo hubo, domin¨® Europa y el hundimiento financiero se lo trag¨®. "A?os, a?os y a?os vamos a necesitar para recuperar lo que ten¨ªamos", sentencia resignado Equisoain.

?Cu¨¢nto vale una liga cuyo ganador se sabe desde el primer d¨ªa de la pretemporada? El Bar?a lleva ocho t¨ªtulos consecutivos y, en lo que va de campa?a, ha ganado sus partidos por una media de 15 goles de diferencia. El pasado abril, el Granollers acab¨® con una racha cul¨¦ de cuatro a?os y 11 meses sin perder. ¡°Es complejo vender la Asobal¡±, admite Jota Hombrados, portero del Guadalajara todav¨ªa a sus 46 a?os. "Yo sigo a mi edad en primera l¨ªnea porque ahora la preparaci¨®n f¨ªsica de muchos rivales no es tan buena ya que no pueden dedicarse solo al balonmano¡±, explica. ?l levant¨® cinco Copas de Europa con tres equipos diferentes durante la larga etapa de bonanza, entre los noventa y esta d¨¦cada, en la que cinco conjuntos (Teka, San Antonio, Ciudad Real, Bidasoa y Barcelona) se adjudicaron 14 Champions. Ni el f¨²tbol ni el baloncesto tienen tantos campeones diferentes. Sin embargo, tres de esos clubes desaparecieron y el cuarto, el Bidasoa de Ir¨²n, cay¨® varios cursos a la Divisi¨®n de Plata. V¨ªa libre para el Bar?a. "No recuerdo otro momento en el que un ¨²nico equipo pueda ganar la liga", apunta Juan Carlos Pastor, el entrenador que hizo en 2005 a la selecci¨®n campeona del mundo por primera vez.

Todos ans¨ªan un nuevo conjunto en Madrid. El recurso de la vieja rivalidad entre las dos grandes ciudades para reanimar un deporte en los huesos. ¡°El balonmano, no solo el Bar?a, necesita un club en Madrid. Y si se llama Real Madrid o Atl¨¦tico, mejor¡±, reclama David Barrufet, guardameta legendario del Palau y actual director deportivo de la secci¨®n azulgrana. ¡°En realidad, nos gustar¨ªa tener seis o siete oponentes de m¨¢ximo nivel, como antes, pero eso hay que trabajarlo poco a poco. Creo que se est¨¢n tomando decisiones adecuadas¡±, a?ade.

Por historia y tradici¨®n, las miradas se dirigen m¨¢s hacia el Atl¨¦tico, cuyo equipo (1947-94 y 2011-13) gan¨® 11 Ligas, 12 Copas y dos subcampeonatos europeos. ¡°Hay mucha gente en ello, oficial y extraoficialmente, pero estas cosas no son sencillas¡±, cuenta el presidente de la Asobal, Adolfo Aragon¨¦s. Uno de los que m¨¢s lo desean es Hombrados, portero por la tarde y presidente de la Federaci¨®n Madrile?a por la ma?ana. ¡°No queremos que venga un gur¨² y ponga seis millones en dos a?os¡±, avisa. ¡°Lo importante es aumentar el n¨²mero de practicantes, crear una masa social que pueda respaldar un proyecto. Y eso ahora est¨¢ lejos¡±.

La Asobal es hoy una liga de ciudades peque?as y medianas. De los 75 municipios m¨¢s poblados, solo siete tienen un equipo en la m¨¢xima categor¨ªa (Barcelona, Valladolid, Pamplona, Santander, Logro?o, Le¨®n y Alcobendas). La asistencia media a los pabellones no alcanza los 1.500 espectadores. Todo en la liga es reducido, excepto la distancia entre el Barcelona y el resto, as¨ª que el ¨¦xodo a otros pa¨ªses se ha convertido en habitual. De los 19 campeones europeos del pasado enero, apenas siete compet¨ªan en Espa?a, y de ellos cinco lo hac¨ªan en el Palau Blaugrana. ¡°Antes el jugador no quer¨ªa y no ten¨ªa que marcharse. Ahora hay necesidad. O te ficha el Bar?a o el joven que busca progresar se tiene que ir¡±, indica Viran Morros, que en verano cambi¨® el conjunto azulgrana por el imperio del Par¨ªs Saint-Germain, el club con el mayor presupuesto del mundo (17 millones). "Mi caso fue distinto. Me fui porque no me quer¨ªan. O me iba fuera o me retiraba", aclara.

Francia es, para todos, el modelo a seguir porque sufri¨® una crisis similar y sali¨® de ella como un cohete. En tres lustros, los clubes de la Primera Divisi¨®n han triplicado el presupuesto total (de 20 millones a 71) con una media actual (5 millones) que quintuplica a la Asobal (1,1). ¡°Me gustar¨ªa disponer de sus mismos recursos. Envidio la importancia que le dan al deporte¡±, tercia el seleccionador, Jordi Ribera. Este curso se encuentran all¨ª casi 25 emigrados.

El Niza, una entidad del furg¨®n de cola de Segunda con seis espa?oles en n¨®mina, tiene el presupuesto m¨¢s bajo de su categor¨ªa (867.730 euros) que, sin embargo, no dista tanto del promedio espa?ol, una cantidad en realidad inflada por la inversi¨®n del F¨²tbol Club Barcelona. ¡°Se van all¨ª porque tienen la seguridad de cobrar¡±, explica Pastor, que tambi¨¦n tuvo que hacer las maletas en 2013, al Pick Szeged h¨²ngaro, empujado por la crisis. "Si no hubiera sido por que el Valladolid era mi club y ten¨ªa a la familia cerca, me habr¨ªa ido antes. Si quieres jugar o entrenar a nivel profesional, te debes ir", confiesa. Su caso es com¨²n: nueve de los 28 clubes de la Champions est¨¢n dirigidos por espa?oles.

Un pa¨ªs formador

"Retrocedimos ocho o diez a?os. Fuimos v¨ªctimas del pinchazo inmobiliario y ¨¦ramos dependientes de lo p¨²blico", admite el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, Francisco Bl¨¢zquez. Tras tocar fondo con la desaparici¨®n del Ciudad Real -el megaproyecto del constructor Domingo D¨ªaz de Mera- y de su heredero el Atl¨¦tico, el dinero disponible ha ido creciendo, aunque d¨¦cima a d¨¦cima, insuficiente para grandes desembolsos. En este escenario, los j¨®venes han encontrado la palanca para saltarse varios escalones de la cadena de aprendizaje y jugar en la liga con la mayor¨ªa de edad reci¨¦n cumplida. ¡°Nos hemos convertido en un pa¨ªs formador¡±, se?ala Ribera. Un semillero que deber¨ªa favorecer a la selecci¨®n, el estandarte del balonmano nacional en los ¨²ltimos a?os, gatillazo de R¨ªo 2016 aparte.

¡°El talento y el conocimiento no los hemos perdido¡±, afirma Hombrados. Lo que falta es el dinero para tener a los mejores en la pista y profesionalizar las entidades. ¡°La Asobal necesita estructuras econ¨®micas, no es solo una cuesti¨®n deportiva. Tiene que basarse en el espect¨¢culo, el patrocinio", expone su presidente, Adolfo Aragon¨¦s. "Durante mucho tiempo hemos tenido una visibilidad m¨ªnima al emitirse por un canal de pago. Fuimos a Televisi¨®n Espa?ola y nos dijeron que, si quer¨ªamos darla en abierto, deb¨ªamos pagar la producci¨®n y ceder gratis la se?al. Ahora, con el encuentro semanal en Gol, hemos multiplicado las audiencias¡±, asegura el dirigente, sin aportar cifras.

"Seguimos siendo un torneo amateur en muchos aspectos", advierte Jota Hombrados. "No creo que haya departamentos de marketing al margen del Bar?a, las redes sociales las suele llevar un allegado del club y la parte sanitaria la asume un m¨¦dico amigo". La situaci¨®n le recuerda al portero del Guadalajara a sus or¨ªgenes, hace casi 30 a?os. "Hab¨ªa un equipo, el Caja Madrid, que daba la posibilidad a la plantilla de emplearse en el banco. Si surgiera otro igual, muchos querr¨ªan ir por ese trabajo m¨¢s que por lo deportivo".

Un pasado lleno de estrellas

La sensaci¨®n actual de orfandad aumenta cuando se echa un vistazo a las plantillas de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. La lista de grandes estrellas extranjeras que pasaron por la Asobal, algunas incluidas en el altar de los mejores jugadores de la historia del balonmano, es muy extensa. Talant Dujshebaev vino desde Kirguist¨¢n en 1992 para jugar en el Teka, donde gan¨® dos Ligas y una Copa de Europa. All¨ª ya estaba el portero sueco Mats Olsson. Nacionalizado espa?ol en los noventa, Dujshebaev levant¨® otra Asobal en el Ciudad Real, aunque en el Quijote Arena los mayores ¨¦xitos los logr¨® como entrenador. Dirigi¨® a un buen pu?ado de estrellas (los franceses Didier Dinart y Luc Abalo, el island¨¦s ?lafur Stef¨¢nsson, el croata Mirza D?omba o el serbio nacionalizado espa?ol Arpad ?terbik), que convirtieron a este equipo en apenas una d¨¦cada en el tercero con m¨¢s t¨ªtulos.

Antes de que el pinchazo inmobiliario se cargara al San Antonio, patrocinado por la cementera Portland, por Pamplona pasaron dos figuras de primer orden: el franc¨¦s Jackson Richardson y el croata Ivano Bali?, que luego tambi¨¦n estuvo en el Atl¨¦tico de Madrid. En el Bidasoa, de Ir¨²n, club puntero en los ochenta y noventa, disfrutaron con el polaco Bogdan Wenta, el serbio Nenad Peruni?i? y el portero sueco Tomas Svensson, que hizo casi toda su carrera en Espa?a (Atl¨¦tico, Bar?a, San Antonio y Valladolid). Y por el Palau Blaugrana el desfile de grandes jugadores extranjeros nunca se ha detenido: el montenegrino Veselin Vujovi? (tambi¨¦n jug¨® en el Granollers), el croata Patrick ?avar, el ucranio nacionalizado espa?ol Andr¨¦i Xepkin o el franc¨¦s Nikola Karabati?, entre otros muchos.