El pu?o antirracista de Frances Tiafoe
El tenista estadounidense, de ascendencia africana y con una profunda historia familiar a las espaldas, re¨²ne a 30 profesionales para protestar contra la muerte de George Floyd y cita a Martin Luther King
Lo advert¨ªa hace unos d¨ªas, exactamente el mismo martes 26 en el que el ciudadano George Floyd mor¨ªa como consecuencia de una brutal acci¨®n policial en Minneapolis que no solo ha conmocionado a Estados Unidos, sino al mundo entero: ¡°Quiero ser conocido como un chico que cuida de los aficionados, que quiere construir un legado incre¨ªble. Mi objetivo es ayudar a que m¨¢s personas negras jueguen al tenis, ser un buen modelo a seguir¡±.
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Lo advert¨ªa hace unos d¨ªas, exactamente el mismo martes 26 en el que el ciudadano George Floyd mor¨ªa como consecuencia de una brutal acci¨®n policial en Minneapolis que no solo ha conmocionado a Estados Unidos, sino al mundo entero: ¡°Quiero ser conocido como un chico que cuida de los aficionados, que quiere construir un legado incre¨ªble. Mi objetivo es ayudar a que m¨¢s personas negras jueguen al tenis, ser un buen modelo a seguir¡±.
Frances Tiafoe (Hyattsville, Estados Unidos; 22 a?os) se expresaba a trav¨¦s de la web de la ATP, prolongando un discurso que en realidad viene de lejos. El chico, procedente de una familia de inmigrantes de Sierra Leona, no solo quiere convertirse en una figura de la raqueta, sino que aspira a dejar huella y entiende que el deporte es una plataforma perfecta. ¡°Juego por los j¨®venes y por el deseo de que m¨¢s personas negras lo practiquen. Esa es mi meta. Serena y Venus [Williams] ya hicieron un gran trabajo, o James [Blake] en su momento, pero necesitamos m¨¢s. Quiero darles la oportunidad a todos esos chicos y chicas¡±, anticipaba a finales del a?o pasado.
Juego al tenis por el deseo de que m¨¢s personas negras lo practiquen. Es mi meta
Y, a ra¨ªz de la muerte del afroamericano Floyd, el tenista ha dado definitivamente el paso. ¡°?Basta ya!¡±, se pronuncia en un v¨ªdeo. Pero no lo hace solo. Le respaldan, manos arriba, Serena, Cori Gauff, Gael Monfils, Jo-Wilfred Tsonga, Naomi Osaka. Un total de 30 voces indignadas y hartas. La canadiense Ayan Broomfield, su pareja, tambi¨¦n profesional, reclama: ¡°Debemos unirnos, sin importar nuestro estatus social, g¨¦nero o antecedentes¡±. La jugadora posa con una camiseta con la inscripci¨®n equality (igualdad). ?l, ahora el 81? del mundo, lo hace con una en la que un pu?o en alto negro atraviesa la silueta de ?frica de norte a sur.
Y recupera una frase de Martin Luther King: ¡°Nuestras vidas comienzan a terminar el d¨ªa que guardamos silencio sobre las cosas que importan¡±. Luego, de forma simb¨®lica, ambos depositan las raquetas sobre el suelo y levantan los brazos pidiendo paz, que se acabe la pesadilla que sufren hist¨®ricamente los afroamericanos en los Estados Unidos. Ayer fueron muchos, recientemente Floyd y, ¡°?soy yo la siguiente?¡±, planteaba la adolescente Gauff, de 16 a?os, un par de d¨ªas atr¨¢s.
Sabe Tiafoe de lo que habla, porque ni ¨¦l ni los suyos lo tuvieron nada f¨¢cil. Constant y Alphina, sus padres, escaparon de la sanguinolenta guerra de Sierra Leona a mediados de los noventa y desembarcaron por separado en EE UU. Se reunieron en Washington, donde uno trabajaba de alba?il y la otra como enfermera, y en 1998, conforme luchaban para ir asent¨¢ndose en busca de un futuro pr¨®spero, de la oportunidad so?ada, llegaron al mundo los gemelos Frances y Franklin. Entonces, el padre comenz¨® a trabajar en un centro de alto rendimiento armando, manteniendo y reparando las 15 pistas del complejo. Era el ¨²nico contratado negro. Su desempe?o era tan bueno que los responsables permitieron que los Tiafoe se instalasen all¨ª mismo, en un peque?o almac¨¦n de 50 metros cuadrados en el que dos camillas para masajes hac¨ªan de camas.
Constant invert¨ªa all¨ª las horas, de costa a costa, mientras Alphina hac¨ªa turnos de noches. Y, claro, lo de la raqueta fue una historia natural. ¡°El tenis me eligi¨® a m¨ª, no yo al tenis¡±, suele decir Frances, cuyo talento no pas¨® desapercibido para la Federaci¨®n Estadounidense (USTA). Fue recibiendo ayudas y termin¨® desembarcando en la ¨¦lite, en busca de llenar el inmenso vac¨ªo que tiene el pa¨ªs desde que los Courier, Agassi, Sampras o Roddick, este ¨²ltimo en el nuevo siglo, fueran desapareciendo progresivamente del mapa. Estados Unidos quiere una estrella, pero Tiafoe aspira a mucho m¨¢s.
La gente viene a EE UU buscando una vida mejor, no para hacer el mal
¡°La gente viene a Estados Unidos buscando una vida mejor, y lo ¨²ltimo a lo que aspiran es a robar un banco o hacer el mal. Mis padres trabajaron muy duro¡±, recordaba hace tres a?os, cuando empezaba a adentrarse en la zona noble del circuito profesional mientras admiraba al argentino Juan Mart¨ªn del Potro, y so?aba con seguir los pasos reivindicativos de Arthur Ashe, Yannick Noah, MaliVai Washington o las hermanas Williams. Antes, con 15 a?os, hab¨ªa ganado la Orange Bowl, el torneo m¨¢s prestigioso para menores de 18 a?os; a los 17 debut¨® en un Grand Slam, Roland Garros 2015, y rebobinando hacia la infancia, con ocho, pis¨® por primera vez ?frica junto a su familia.
¡°Quiero ganar Grand Slams¡±, repite con convicci¨®n. De momento, solo ha ganado un t¨ªtulo (Delray Beach, en 2018) y su techo son los cuartos de Australia, el a?o pasado. Desde entonces, su explosivo juego ha perdido fuerza y ha ca¨ªdo en el ranking, despu¨¦s de haber logrado encaramarse al 29? puesto con un estilo singular e imprevisible. Por delante figuran sus compatriotas John Isner (21?), Taylor Fritz (24?), Reilly Opelka (39?), Sam Querrey (45?), Tennys Sandgren (55?), Tommy Paul (57?) y Steve Johnson (63?), pero a ¨¦l se le espera con los brazos abiertos.