Negligencia socialmente responsable
¡°LaLiga es una organizaci¨®n global, innovadora y socialmente responsable¡±, asegura la asociaci¨®n en su ¨²ltimo comunicado. Visto lo visto, cabe preguntarse si realmente lo cree
El pasado d¨ªa 8 de abril, a las cuatro menos veinte de la tarde, Javier Tebas Llanas, secretario del consejo de administraci¨®n del Fuenlabrada, escrib¨ªa el siguiente tuit: ¡°Si con los datos oficiales falseados somos el pa¨ªs con peores ratios del mundo, imaginaos con los reales. Centenares de miles de infectados y decenas de miles de muertos no son contabilizados por un Gobierno negligente que sale cada ma?ana a tomarnos el pelo. Es terrible¡±. Me parece importante rescatarlo tras lo sucedido esta misma semana, creo que aporta cierto contexto. Nos recuerda, por ejemplo, que nuestro f¨²tbol...
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El pasado d¨ªa 8 de abril, a las cuatro menos veinte de la tarde, Javier Tebas Llanas, secretario del consejo de administraci¨®n del Fuenlabrada, escrib¨ªa el siguiente tuit: ¡°Si con los datos oficiales falseados somos el pa¨ªs con peores ratios del mundo, imaginaos con los reales. Centenares de miles de infectados y decenas de miles de muertos no son contabilizados por un Gobierno negligente que sale cada ma?ana a tomarnos el pelo. Es terrible¡±. Me parece importante rescatarlo tras lo sucedido esta misma semana, creo que aporta cierto contexto. Nos recuerda, por ejemplo, que nuestro f¨²tbol sigue instalado en la prepotencia m¨¢s absoluta y una peligrosa sensaci¨®n de impunidad, que las normas no parecen haberse redactado para ¨¦l y que todo vale en nombre del deporte rey hasta el punto, incluso, de contradecir los argumentos de sus propios dirigentes con hechos tan lamentables como los que nos ocupan. ¡°LaLiga es una organizaci¨®n global, innovadora y socialmente responsable¡±, asegura la asociaci¨®n en el anexo de su ¨²ltimo comunicado. Ci?¨¦ndonos a esta triple afirmaci¨®n y, visto lo visto, solo cabe preguntarse si realmente lo cree.
La Liga de F¨²tbol profesional es, simplificando mucho y sin ning¨²n ¨¢nimo de ofender, lo que vulgarmente se conoce como un cortijo. Y as¨ª debe ser, por otro lado. A fin de cuentas, estamos hablando de una asociaci¨®n deportiva de ¨¢mbito privado que hace lo que considera oportuno para salvaguardar los intereses de los clubes que la componen. La diferencia con otras actuaciones pasadas y discutibles desde un punto de vista ¨¦tico es que, en esta ocasi¨®n, LaLiga ha sobrepasado todos los l¨ªmites tolerables e incurrido en una grave negligencia que ha puesto en peligro la salud de personas que nada tienen que ver con el f¨²tbol, comenzando por el personal del vuelo que traslad¨® a la expedici¨®n, el conductor del autocar o los empleados y clientes del hotel contratado. Porque LaLiga, a sabiendas de lo que suced¨ªa en el seno del Fuenlabrada ¨Ccuatro positivos confirmados y a la espera de los resultados del ¨²ltimo test realizado¨C autoriz¨® ese viaje, lo ¨²ltimo que cualquier ciudadano podr¨ªa esperar de una asociaci¨®n que se autodenomina, insisto, ¡°socialmente responsable¡±.
Hablar de LaLiga en la actualidad es hacerlo de su presidente, Javier Tebas Medrano, padre del secretario del consejo de administraci¨®n del Fuenlabrada: m¨¢s contexto. De c¨®mo el ex-abogado de un personaje tan siniestro y perjudicial para el f¨²tbol espa?ol como Dmitri Piterman lleg¨® a dirigir los designios de una organizaci¨®n como LaLiga se podr¨ªa escribir una novela, pues cuesta imaginar cualquier cauce l¨®gico que no se ajuste al terreno de la ficci¨®n. Sus declaraciones, nada m¨¢s estallar la noticia de los positivos, delatan a un dirigente incapaz de asumir su responsabilidad o, directamente, a un hombre cegado ante la evidencia, el inquilino principal de una burbuja llamada LaLiga que impide observar, analizar y actuar con un m¨ªnimo de sentido com¨²n, extremo que convendr¨ªa no descartar. Porque el hecho de que el f¨²tbol, como sociedad, se nos fue de las manos hace mucho tiempo era algo que se sab¨ªa pero nadie, jam¨¢s, pudo imaginar que al f¨²tbol se le podr¨ªa ir de las manos un asunto de semejante magnitud. Jugar con la salud de los dem¨¢s no es un deporte. Ni siquiera una mala idea, como aprovechar los peores momentos de la pandemia para hacer pol¨ªtica con un tuit.