De Atenas a Anfield y Da Luz, fin de ciclo
El descalabro del Barcelona recuerda al adi¨®s del Dream Team de Cruyff
Aunque el formato expr¨¦s de la Champions entusiasma al planeta, languidece en directo en tierras lisboetas, pues no son¨® un fado pero bien que pudo haberlo hecho en Da Luz, melanc¨®lico el estadio sin afici¨®n que alimentara a los jugadores con su jarana y pasi¨®n, quiz¨¢ enfado o frustraci¨®n. Nada que apagara al Bayern, un cicl¨®n sin remedio para la temblorosa zaga del Bar?a, que en el primer tiempo cogi¨® torticolis de recoger la pelota de su porter¨ªa. Una mala costumbre europea azulgrana en los ¨²ltimos a?os abonada por una defensa que no dio pie con bola.
Semedo apenas conect¨® un pase bue...
Aunque el formato expr¨¦s de la Champions entusiasma al planeta, languidece en directo en tierras lisboetas, pues no son¨® un fado pero bien que pudo haberlo hecho en Da Luz, melanc¨®lico el estadio sin afici¨®n que alimentara a los jugadores con su jarana y pasi¨®n, quiz¨¢ enfado o frustraci¨®n. Nada que apagara al Bayern, un cicl¨®n sin remedio para la temblorosa zaga del Bar?a, que en el primer tiempo cogi¨® torticolis de recoger la pelota de su porter¨ªa. Una mala costumbre europea azulgrana en los ¨²ltimos a?os abonada por una defensa que no dio pie con bola.
Semedo apenas conect¨® un pase bueno desde la ra¨ªz como le sucedi¨® tambi¨¦n a Alba, Busquets, Lenglet e incluso Ter Stegen, solo en pie Piqu¨¦ hasta que baj¨® los brazos como el resto.
¡°No somos un conjunto de la Bundesliga, somos el Barcelona, el mejor equipo del mundo¡±, solt¨® con gallard¨ªa Arturo Vidal antes del duelo. Le sali¨® cara la bravuconada, toda vez que el Bayern fue mucho m¨¢s azulgrana que el Bar?a, con un excelente juego posicional y con un discurso bien guardiolista ¡ª¡±Es un gran equipo que ha inspirado a muchos entrenadores¡±, acept¨® el t¨¦cnico Flick¡ª, pues presionaba con fiereza y plantaba la l¨ªnea defensiva en el centro del campo. Un riesgo porque cuando el Bar?a superaba la primera l¨ªnea de presi¨®n llegaba a Neuer, pero tambi¨¦n un acierto porque el acoso y derribo en campo ajeno descoloc¨® al Bar?a y a su destartalada defensa.
Como esa p¨¦rdida de Semedo que propici¨® la carrera y centro de Perisic, la dejada de Lewandowski hacia atr¨¢s y el remate a gol de M¨¹ller. O esa otra de Sergi Roberto que Gnabry aprovech¨® para d¨¢rsela a Perisic y festejar otro gol. O la de Lenglet, que Thiago convirti¨® en un pase de gol para Gnabry. Jauja para el Bayern que M¨¹ller redonde¨® antes de acabar el primer acto con otro remate y otro gol. Fue la capitulaci¨®n del Bar?a de Seti¨¦n, pero tambi¨¦n fue el final de este equipo con una goleada que record¨® a la final de Atenas 94 ante el Milan (4-0), que supuso el final del Dream Team de Johan Cruyff.
Un descalabro resumido en dos datos: fue la primera vez que el Bar?a encajaba cuatro goles en el primer tiempo en toda la historia de las competiciones europeas; tambi¨¦n la primera que recibe ocho goles en la Copa de Europa. M¨¢s o menos como en la Liga, ya que en los ¨²ltimos 67 a?os solo el Zaragoza fue capaz de acercarse a eso en la Romareda (1994), en un duelo que acab¨® 6-3.
Pero es que fue el mismo Bar?a que cay¨® con estr¨¦pito hace poco m¨¢s de un a?o en Anfield ante el Liverpool, con los ¨²nicos cambios de Semedo por Rakitic y de De Jong por Coutinho. Poco o nada cambia en el conjunto azulgrana, que con 29 a?os y 329 d¨ªas de media se convirti¨® en el once m¨¢s veterano en toda la historia de la Liga de Campeones. Se lo miraba desde el banquillo Griezmann ¡ªdurante el primer tiempo¡ª, el fichaje de los 120 millones, para certificar que ha perdido definitivamente la etiqueta que le puso Seti¨¦n de ¡°indiscutible¡±. Aunque lo ¨²nico que no admit¨ªa r¨¦plica en Da Luz es la superioridad b¨¢vara.
As¨ª lo explic¨® Davies tras el gol de Su¨¢rez, pues bail¨® en el ¨¢rea ante la pasividad defensiva ¡ªSemedo, una vez m¨¢s, de por medio¡ª para dar el pase de gol a Kimmich, para el quinto. El sexto fue de Lewandowski y el s¨¦ptimo y el octavo, de Coutinho, Seti¨¦n cruz¨® los brazos en el banquillo. Ser¨¢ su fin como entrenador azulgrana; tambi¨¦n el fin de un equipo que lo gan¨® todo y se ha perdido por el camino.
Triunfan los t¨¦cnicos alemanes
Cay¨® con todo el Bar?a y triunfan los equipos y t¨¦cnicos alemanes. Bayern y Leipzig est¨¢n en semifinales dirigidos por Hans Flick y Julian Nagelsmann, y a ellos se une su compatriota Tuchel al mando del PSG.
Hace m¨¢s de 10 a?os un jovenc¨ªsimo Julian Nagelsman, que ahora tiene 33 y es el t¨¦cnico de menos edad en una semifinal de la Champions, empez¨® a hacer informes t¨¢cticos de los rivales del Augsburg para su entrenador, Thomas Tuchel (hoy de 46 a?os). Entonces jugador, Nagelsman estaba lesionado, as¨ª que le echaba una mano al t¨¦cnico. Fue su primera incursi¨®n en el mundo de los banquillos. La ¨²ltima le coloca como semifinalista de la Copa de Europa al frente de otro equipo incluso m¨¢s imberbe que ¨¦l, el Leipzig, de solo 11 a?os de vida.
Ese ¨¦xito reciente le llevar¨¢, adem¨¢s, a enfrentarse a quien le meti¨® el gusanillo de los banquillos, Tuchel, hoy al frente de todopoderoso PSG, el pr¨®ximo martes. Hay, adem¨¢s, un tercer nombre propio. Es el de Hans-Dieter Flick (55 a?os), t¨¦cnico del Bayern de M¨²nich, que elimin¨® ayer al Barcelona. Flick ser¨¢ el tercer entrenador alem¨¢n que consigue colocar a su equipo entre los cuatro mejores equipos de Europa.
Esa pujanza de entrenadores alemanes coincide adem¨¢s con el declive de los equipos espa?oles. Por primera vez desde la temporada 2006-2007, la Liga no tendr¨¢ ning¨²n representante en semifinales de la Copa de Europa. Manchester United-Milan y Chelsea-Liverpool fueron los duelos en aquella ocasi¨®n, que deriv¨® en la final que los italianos ganaron por 2-1 al conjunto de Anfield.