¡°Sol y sombra¡± de Bale
Amancio, Gordillo y Pardeza analizan la trayectoria del jugador gal¨¦s en el Madrid, siete a?os de goles memorables y murmullo constante por su rendimiento e integraci¨®n
?Caben los peros para un jugador que marca de chilena el gol de la victoria en una final de la Champions, que adelanta a su equipo en la pr¨®rroga de otra final europea, y que realiza una cabalgada para el recuerdo en el ¨²ltimo suspiro de una final de Copa ante el m¨¢ximo rival que vale el t¨ªtulo? La respuesta la tiene Gareth Bale, que hizo todo eso y nunca se quit¨® de encima las cr¨ªticas sobre su rendimiento e integraci¨®n, especialmente de los aficionados. Las dificultades para aportar de forma sostenida en el d¨ªa a d¨ªa restar...
?Caben los peros para un jugador que marca de chilena el gol de la victoria en una final de la Champions, que adelanta a su equipo en la pr¨®rroga de otra final europea, y que realiza una cabalgada para el recuerdo en el ¨²ltimo suspiro de una final de Copa ante el m¨¢ximo rival que vale el t¨ªtulo? La respuesta la tiene Gareth Bale, que hizo todo eso y nunca se quit¨® de encima las cr¨ªticas sobre su rendimiento e integraci¨®n, especialmente de los aficionados. Las dificultades para aportar de forma sostenida en el d¨ªa a d¨ªa restaron brillo a una trayectoria de siete a?os en el Real Madrid repleta de postales y abundante en Ligas de Campeones: cuatro. Hasta que Zidane le marc¨® una l¨ªnea roja y, tras dos temporadas y media de ca¨ªda, todas las partes tuvieron que buscar una salida. El Tottenham de Mourinho es su pr¨®ximo destino en calidad de cedido. Un caso lleno de contradicciones para el que se encuentran pocos an¨¢lisis contundentes, salvo la sentencia condenatoria del entrenador franc¨¦s.
¡°Tuvo sol y sombra. No triunf¨®, pero tampoco decepcion¨®¡±, resume Amancio Amaro (A Coru?a, 80 a?os), leyenda blanca con 14 campa?as en el club (1962-76) en las que levant¨® una Copa de Europa y nueve Ligas. ¡°Cont¨¢bamos con que su duraci¨®n fuera m¨¢s larga y provechosa, aunque no hay que negar que result¨® importante en la consecuci¨®n de ciertos t¨ªtulos. Ten¨ªa golpeo de bal¨®n y remate de cabeza. Aport¨® fases muy positivas, pero no lleg¨® a rendir lo que se esperaba de ¨¦l¡±, explica El brujo gallego, autor de 155 tantos con el Madrid. ¡°Fue un jugador bueno que pod¨ªa haber dado m¨¢s por sus cualidades. Le falt¨® regularidad¡±, coincide Rafael Gordillo (Almendralejo, Extremadura, 63 a?os), siete cursos en el Bernab¨¦u (1985-92), zurdo tambi¨¦n como Bale, aunque ¨¦l operando desde su banda natural, centrando m¨¢s que goleando, y con un cuerpo m¨¢s descoyuntado, sin esa planta marcial del gal¨¦s.
Su estancia aqu¨ª pod¨ªa haber sido m¨¢s larga y provechosaAmancio Amaro
El s¨ª pero es la expresi¨®n recurrente cuando la mayor¨ªa se refer¨ªa a ¨¦l. Empez¨® bien, pero se fue diluyendo. Tiene buenas condiciones, pero se lesionaba a menudo. Result¨® decisivo en finales, pero tambi¨¦n desaparec¨ªa de muchos partidos. Es buen futbolista, pero en realidad es un atleta, matizaba una parte. Una adversativa constante que tambi¨¦n tuvo su reflejo en el Bernab¨¦u, estadio que vive en el murmullo. ¡°Yo entend¨ª que le pitaran porque he jugado all¨ª y lo suelen hacer. No ha sido el primero ni ser¨¢ el ¨²ltimo, aunque ¨¦l quiz¨¢s lo sufri¨® un poco m¨¢s. La gente esperaba m¨¢s de ¨¦l porque sab¨ªa que era buen futbolista¡±, comenta Gordillo. ¡°No s¨¦ si ha triunfado. Para eso hay que jugar muchas temporadas, ser titular y eso en el Madrid cuesta¡±.
Miguel Pardeza ¡ªcanterano blanco, el ¨²nico de la Quinta del Buitre que debi¨® buscarse la vida fuera de la Castellana, y director deportivo de la entidad (2009-14) a la llegada de Bale¡ª reconoce que siempre tuvo debilidad por el atacante. ¡°Siendo justos, particip¨® en varios de los momentos m¨¢s importantes de la historia reciente del club, esa es la realidad. Algunos goles suyos ser¨¢n recordados para siempre, y eso no est¨¢ a la altura de cualquiera¡±, defiende. ¡°Es cierto que por su potencial, posiblemente, pudo haber tenido m¨¢s continuidad. El ritmo del Madrid tambi¨¦n es dif¨ªcil de soportar, pero dej¨® cosas extraordinarias¡±, subraya. ¡°De todas formas¡±, avisa este exdelantero menudo y actual escritor, ¡°el f¨²tbol es un campo minado para las interpretaciones. Yo prefiero quedarme con las luces¡±.
Entend¨ª que le pitaran. He jugado all¨ª y lo suelen hacer. La gente esperaba m¨¢s de ¨¦lRafael Gordillo
En esa corrosi¨®n lenta tuvo su importancia un elemento en apariencia secundario, la falta de dominio del idioma, que se exhibi¨® como s¨ªntoma de su posible d¨¦ficit de integraci¨®n. ¡°Estoy aprendiendo espa?ol porque creo que es importante¡±, asegur¨® ¨¦l mismo en la presentaci¨®n, en 2013. Sin embargo, nunca se le vio una demostraci¨®n p¨²blica extensa de ello, y la cuesti¨®n no fue menor cuando las tornas se volv¨ªan contra ¨¦l. ¡°Para m¨ª la ¨²nica decepci¨®n ha sido que no se expres¨® en espa?ol¡±, advierte un referente como Amancio. ¡°Seguramente influy¨® el car¨¢cter brit¨¢nico. No ten¨ªa necesidad de aprender castellano porque no hab¨ªa otros cojones que todo el mundo supiese ingl¨¦s¡±, a?ade con retranca. La otra imputaci¨®n habitual fue el golf, sobre todo en el ostracismo final.
Siendo justos, aport¨® en varios momentos clave de la historia reciente del club. Siento debilidad por ¨¦lMiguel Pardeza
Esa contradicci¨®n constante en el ambiente en torno a su figura fue operando hasta que Zidane, movido por unos motivos que nunca explic¨®, baj¨® el dedo meses antes de su adi¨®s en 2018. ¡°Le habr¨¢ dado todas las posibilidades para que se integrara y participara, y no lo hizo. El vaso rebos¨® y no hab¨ªa m¨¢s remedio que tomar esta decisi¨®n¡±, indica Amancio. Al t¨¦cnico no le import¨® que Bale fuera entonces el fichaje m¨¢s caro de la historia del club (101 millones de euros) ni su estatus ni los goles memorables que hab¨ªa metido para descabalgarlo de la hasta entonces intocable BBC (Bale, Benzema, Cristiano).
En todo caso, la ausencia durante medio a?o de ZZ en la banda de Chamart¨ªn tampoco mejor¨® la vida del jugador ni este la del equipo: con Lopetegui y ya sin Ronaldo no hizo m¨¢s que hasta entonces, y Solari lo termin¨® mandando al mismo rinc¨®n de pensar que el franc¨¦s. Pero, incluso en pleno desplome, se sigui¨® apelando a su capacidad para aparecer en los momentos cr¨ªticos, como si fuera un cham¨¢n. Tambi¨¦n Zidane la pasada campa?a, cuando lo aline¨® en el Camp Nou. Pero Bale ya no estaba para esas. Siempre pero. El jugador que tiene tantas fotos propias en finales como Ronaldo se hab¨ªa evaporado.