Ganna encabeza el baile de debutantes del Giro
Aliados con el siroco, que derriba y hace abandonar a Superman, cuatro novatos revientan la contrarreloj y solo Geraint Thomas mantiene el tipo entre los veteranos
Sopla el siroco que agita las chumberas y las mascarillas de los ni?os en las aceras y enloquece Sagan, que sprinta desde la rampa de salida m¨¢s de un kil¨®metro en subida empinada hasta el arco de los ¨¢ngeles junto a la catedral de Monreale a m¨¢s de 41 por hora, y despu¨¦s descansa. ¡°Soplaba el viento caluroso y fuerte y daba por todas partes, de espaldas y de lado, y en las calles que eran como t¨²neles cuando cruzabas una bocacalle entraban r¨¢fagas que te hac¨ªan perder el equilibrio¡±, explica el eslovaco tan fuerte y tan h¨¢bil, que, sin embargo, levanta el pie, y piensa que puede ganar ...
Sopla el siroco que agita las chumberas y las mascarillas de los ni?os en las aceras y enloquece Sagan, que sprinta desde la rampa de salida m¨¢s de un kil¨®metro en subida empinada hasta el arco de los ¨¢ngeles junto a la catedral de Monreale a m¨¢s de 41 por hora, y despu¨¦s descansa. ¡°Soplaba el viento caluroso y fuerte y daba por todas partes, de espaldas y de lado, y en las calles que eran como t¨²neles cuando cruzabas una bocacalle entraban r¨¢fagas que te hac¨ªan perder el equilibrio¡±, explica el eslovaco tan fuerte y tan h¨¢bil, que, sin embargo, levanta el pie, y piensa que puede ganar el primer maillot azul de la monta?a en el Giro con su exhibici¨®n catedralicia, pero el hijo de Erik Zabel, Rick, le gana por 1s. Y Sagan, debutante en el Giro a los 30 a?os, segundo como casi siempre ¨²ltimamente. ¡°Y llegu¨¦ a 101 kil¨®metros por hora en el descenso¡±.
A Superman, condenado despu¨¦s del Tour a trabajos forzados por su Astana, que no lo ama, el siroco no lo barre, le expulsa. Aprovechando un bache y la torpeza de soltar la mano del manillar, le derriba y le hiere contra las barreras de Palermo y le echa de un Giro que para el colombiano desgraciado dura menos de 10 minutos. Fuglsang y Vlasov, dos de los que aspiran fuerte, se quedan sin Superman, el colombiano que vuela en las monta?as. Pero en los valles, las primeras etapas de las grandes vueltas, las bicicletas se le transforman en caballos indomables, rebeldes a sus caricias, a sus manos.
Sopla el siroco en Sicilia y barre a los viejos del Giro (solo Thomas, exc¨¦ntrico de Gales, donde tambi¨¦n saben lo que es un buen viento, le planta cara), y un baile de debutantes sustituye las baladas y pasos l¨¢nguidos de los rockeros de siempre, de Nibali, pesaroso, de Fuglsang, inexpresivo, de Kruijswik, melanc¨®lico, y de Yates, impulsivo. Rodeando a Thomas, cuarto, cuatro novatos de Giro y de cualquier carrera de tres semanas, casi de ciclismo profesional, todos ellos nacidos entre julio de 1996 y noviembre del 98, se plantan entre los cinco primeros de la contrarreloj inicial.
Llegan precedidos del rel¨¢mpago y el trueno estruendoso de Filippo Ganna, 24 a?os, que recorre los 15,1 kil¨®metros (uno de subida, seis de bajada, ocho de llano) en 15m 24s, a la media de 58,831 kil¨®metros por hora, la m¨¢s alta jam¨¢s alcanzada en una contrarreloj del Giro, excluidos pr¨®logos, pruebas de menos de ocho kil¨®metros, e incluidas contrarrelojes por equipos. Detr¨¢s del gigante italiano, el talento de Jo?o Almeida (22 a?os), portugu¨¦s de Caldas da Rainha, donde el cuartel que anticip¨® un mes la revoluci¨®n de los claveles, no lejos de las Torres Vedras de Agostinho, y la clase del dan¨¦s Bjerg (21 a?os) y el noruego Foss (23).
La revuelta del Tour de los novatos descarados, de Pogacar, de Hirschi, contin¨²a en Italia.
Contra Ganna, contra su Pinarello dorada y su manubrio de titanio, choca el siroco, y rebota como rebota contra las piedras en el desierto, porque Ganna es una roca, un Indurain XL (1,96m / 76 kilos) que desaf¨ªa al viento y le vence. ¡°He derrotado al viento¡±, proclama Ganna, nacido a la orilla del lago Mayor, quien, hace una semana, despu¨¦s de ganar el Mundial de contrarreloj en Imola se fue a ascender con la cabra hasta el santuario de Oropa, en su Piamonte. Y all¨¢ donde sufri¨® Indurain contra Ugrumov y las alergias, donde Pantani hizo magia, donde sucumbi¨® Nairo, Ganna (plusmarquista mundial de persecuci¨®n, 4m 1,934s en cuatro kil¨®metros de vel¨®dromo, rozando los 60 por hora), encontr¨® inspiraci¨®n y fuerza.
Los viejos se recuperar¨¢n. El lunes ya llega el Etna. La ¨²ltima semana ser¨¢ la de sus monta?as viejas, Madonna di Campiglio, Stelvio, Izoard¡ Pero no podr¨¢n evitar que durante un tiempo se tracen dos clasificaciones generales paralelas, la suya, la de los favoritos de toda la vida (1 (4 en la general oficial). Thomas. 2 (17). Yates, a 26s. 3 (69). Nibali, a 1m 6s. 4 (96). Kruijswijk, a 1m 21s. 5 (100). Fuglsang, a 1m 24s) y la de los chavalillos, que por ahora es la oficial con pocas variaciones (1. Ganna, 15m 24s. 2. Almeida, a 22s. 3. Bjerg, a 22s. 4 (5). Foss, a 31s. 5 (54), a 1m 20s), y que m¨¢s de uno pueda pensar que quiz¨¢s no fue solo el siroco de Palermo lo que revolucion¨® el primer d¨ªa de Giro, sino que puede que haya otra fuerza en acci¨®n y que de repente tomen el poder corredores con tanto que decir en carreras por etapas como Jo?o Almeida, aquel portugu¨¦s del Deceuninck que con Remco jugaba a zipi y zape en la Vuelta a Burgos y luego aguantaba con los mejores en el Grand Colombier del Tour de l¡¯Ain, o como Aleksandr Vlasov, de 24 a?os, el ruso paisano de Ekimov que pudo con todos los colombianos en el Ventoux hace nada.