Rafael, en busca del rev¨¦s cruzado

Diego Schwartzman y Rafael alcanzaron el martes (t¨¦cnicamente ya el mi¨¦rcoles mi sobrino, por la hora a la que firm¨® la victoria) la pen¨²ltima ronda del Grand Slam parisino. Ambos tuvieron que sacar a relucir sus mejores golpes para doblegar la resistencia del austriaco Dominic Thiem y el italiano Jannick Sinner, respectivamente.

En el caso de mi sobrino, su encuentro fue contra un claro aspirante al n¨²mero uno en los pr¨®ximos a?os. Era el jugador m¨¢s joven de los que quedaban y el...

Diego Schwartzman y Rafael alcanzaron el martes (t¨¦cnicamente ya el mi¨¦rcoles mi sobrino, por la hora a la que firm¨® la victoria) la pen¨²ltima ronda del Grand Slam parisino. Ambos tuvieron que sacar a relucir sus mejores golpes para doblegar la resistencia del austriaco Dominic Thiem y el italiano Jannick Sinner, respectivamente.

En el caso de mi sobrino, su encuentro fue contra un claro aspirante al n¨²mero uno en los pr¨®ximos a?os. Era el jugador m¨¢s joven de los que quedaban y el m¨¢s joven de la presente edici¨®n, y que adem¨¢s de haber cumplido recientemente los 19 era debutante en Roland Garros. A pesar de que el partido se resolvi¨® en tres sets, el desarrollo del mismo no fue nada f¨¢cil. Rafael fue de menos a m¨¢s.

Al principio le cost¨® desbordar a su oponente, supongo que acusando a¨²n la falta de partidos de alto nivel, que son los que te obligan a tener que jugar una bola m¨¢s y ajustar cada vez m¨¢s los tiros. En algunos momentos, despu¨¦s de certeros golpes de derecha, le falt¨® ser m¨¢s incisivo con su rev¨¦s cruzado. ?l es muy peligroso cuando logra sacar a sus rivales hacia los laterales de la pista, as¨ª que estoy convencido de que habr¨¢ tomado buena nota de ello para el pr¨®ximo duelo.

Claramente, Rafael ha llegado a Par¨ªs con un bagaje de partidos demasiado escaso, pero su evoluci¨®n desde Roma, como ya adelant¨¦ la semana pasada, ha sido muy positiva y cada ronda que supera, recupera m¨¢s la seguridad y potencia necesarias para optar a adjudicarse, una vez m¨¢s, este torneo. Creo que su tercer set le permiti¨® revivir las mismas sensaciones que estos ¨²ltimos a?os lo llevaron a levantarlo.

En la otra semifinal, el jugador argentino dio una relativa sorpresa al derrotar al que, antes de empezar el torneo, parec¨ªa el jugador m¨¢s en forma y quien, en los ¨²ltimos a?os, se hab¨ªa posicionado como el claro sucesor de Rafael en Roland Garros. Recordemos que en las ¨²ltimas tres ediciones disputaron un partido de semifinales y dos finales. El partido fue muy intenso y con puntos de gran brillantez, si bien es cierto que en todo momento el austriaco acus¨® el cansancio de su partido anterior, definido en cinco mangas.

Thiem, quien se ha caracterizado en los ¨²ltimos a?os por golpear la pelota con una extrema agresividad y dureza, es probablemente el jugador al que m¨¢s le haya afectado el cambio de bolas de este a?o. Su golpe liftado y potente ha dejado de perjudicar con la misma intensidad a sus adversarios. A veces, los organizadores de los eventos deportivos tienen la capacidad de favorecer un determinado tipo de juego. Lo mismo que puede suceder en el Tour de Francia, cuando el organismo competente decide que si apuesta por m¨¢s monta?a o m¨¢s contrarreloj sabe que, necesariamente, unos ciclistas salen m¨¢s favorecidos y otros m¨¢s perjudicados. En el tenis, quiz¨¢s en menor medida, pasa algo similar.

Por lo tanto, si Dominic persiste en su deseo de coronarse en Roland Garros y se mantienen estas mismas bolas, no le quedar¨¢ m¨¢s remedio que aceptar y llevar a cabo ciertos ajustes a su juego. No me cabe la menor duda de que ganas y determinaci¨®n para hacerlo no le van a faltar.