Messi, 515 minutos y 19 remates en blanco
El argentino enlaza su sexto cl¨¢sico seguido, desde la marcha de Cristiano, sin marcar ni asistir
Messi se defini¨® en el primer tiempo, futbolista que adora al bal¨®n y al juego puro antes que a cualquier trampa o cuita. Fue cuando salt¨® para evitar la guada?a de Casemiro ¡ªque vio la cartulina amarilla en la acci¨®n¡ª, aunque se hizo da?o en un tobillo al caer y al notar tambi¨¦n el peso del brasile?o de refil¨®n. No le import¨® el contratiempo a Leo porque no se tir¨®, sino que quiso acabar la jugada con un disparo que no acab¨® de incomodar a Courtois. Luego, sobre el tapete, se retorci¨® de dolor. Pero Messi...
Messi se defini¨® en el primer tiempo, futbolista que adora al bal¨®n y al juego puro antes que a cualquier trampa o cuita. Fue cuando salt¨® para evitar la guada?a de Casemiro ¡ªque vio la cartulina amarilla en la acci¨®n¡ª, aunque se hizo da?o en un tobillo al caer y al notar tambi¨¦n el peso del brasile?o de refil¨®n. No le import¨® el contratiempo a Leo porque no se tir¨®, sino que quiso acabar la jugada con un disparo que no acab¨® de incomodar a Courtois. Luego, sobre el tapete, se retorci¨® de dolor. Pero Messi est¨¢ para jugar y as¨ª lo demostr¨®, una vez m¨¢s, en el cl¨¢sico. Aunque por mucho que apareciera ¡ªtoc¨® 98 veces el esf¨¦rico, el que m¨¢s en todo el encuentro entre los dos equipos¡ª, no se sali¨® con la suya como tampoco lo logr¨® en los cinco cl¨¢sicos previos, sin marcar ni asistir ya en seis seguidos, desde que Cristiano Ronaldo se marchara a la Juventus.
Fue capital Messi en las ofensivas de los azulgrana, en el f¨²tbol vertiginoso que trat¨® de imponer el Bar?a con los imberbes por los costados (Ansu y Pedri, que le quit¨® el sitio a Griezmann). Ecosistema al que no est¨¢ habituado el 10, ya en el ba¨²l de los recuerdos las paredes con Luis Su¨¢rez, las asistencias en profundidad a Neymar.
26 balones perdidos
En una de esas, en cualquier caso, Messi absorbi¨® el esf¨¦rico en el ¨¢rea y bail¨® a Ramos al insinuar una cosa con la cadera y hacer lo contrario con los pies, pero se le acab¨® la chispa en el disparo. Resulta que chut¨® al lugar l¨®gico, al palo corto, al sitio que acab¨® por tapar el acertado Courtois. Todo un martirio para La Pulga, que suma 515 minutos sin marcar en el cl¨¢sico ¡ªsu peor registro alcanz¨® los 522 minutos entre 2014 y 2017¡ª, desafinado en el remate porque suma 19 (ocho de ellos entre los palos) sin ¨¦xito alguno.
¡°Hemos cambiado a Leo al centro para dar profundidad por la espalda de los laterales del Madrid¡±, convino Koeman. No sali¨®. Aunque la decisi¨®n del entrenador repercuti¨® en una mayor incidencia del 10 en el juego, aduana azulgrana para cualquier ataque. Como en esa ocasi¨®n que ley¨® el desmarque de Alba en vertical y le puso un bal¨®n medido, finalmente rematado a la red por Ansu al atacar el centro lateral. En ese festejo, sin embargo, hubo una peque?a discusi¨®n ¡ªintercambio de pareceres t¨¢cticos¡ª entre Busquets y Messi, los dos culpables del tanto inicial del Madrid. Por un lado, Leo acudi¨® muy tarde a la presi¨®n y Kroos tuvo tiempo de girarse y remover el esf¨¦rico a la banda opuesta; y por la otra, Busquets no sigui¨® a Valverde para lamentarlo despu¨¦s.
Pero eso de discutir no va con Messi y por eso sigui¨® pidiendo el bal¨®n. ¡°?P¨®nmela!¡±, le grit¨® a Ansu Fati en una ocasi¨®n que el extremo decidi¨® chutar antes que atender el desmarque del 10. Por lo que Leo, contrariado ante esa fatalidad y la que err¨® despu¨¦s Coutinho en un remate de cabeza, decidi¨® hacer la suya, jugadas de dif¨ªcil resoluci¨®n o pases definitivos. L¨®gico que perdiera 26 balones, muy por encima de Coutinho (14) y Alba (12).
No pudo Messi con el Madrid y se dio por vencido cuando Modric hizo el tercero, peleado tambi¨¦n con el colegiado por el uso del VAR y hasta por la distancia que puso en la ¨²nica barrera de la que disfrut¨®. Por lo que algo le debi¨® de decir al ¨¢rbitro Mart¨ªnez Munuera ¡ª"por protestar una de mis decisiones", rez¨® el acta¡ª, pues acab¨® por ver la tarjeta amarilla. Tampoco vio puerta en el cl¨¢sico, r¨¦mora repetida.